TEACHING FEELING: Silver Doll

"Autumn Leaves"

Los días de otoño en "Valeria" eran vastante tranquilos.

Las mayoría de los habitantes del pueblo preferían pasar los días relajándose. Ya sea caminar por el pueblo o el bosque, pasar por el restaurante de una joven sonriente, o en el caso de las damas ir a un pequeño local de ropa que tanto había llamado la atención.

Pasar los días libres a su gusto era lo más común para ella. Pasar las tarde leyendo algunos libros para matar el aburrimiento bajo la sombra de un árbol, o caminar un poco por el pueblo bajo la sombra de una sombrilla que cargaba cuando salía a pasear. Aunque cuando nadie llegaba a verla siempre se entretenía arrojando piedras al lago cerca del pueblo como una manera de mantener sus brazos en forma.

Mayormente, ella siempre tenía una mirada serena que le daba un aire serio a su alrededor, lo que posiblemente ahuyentaba a la mayoría de las personas.

Talvez se debía mucho a la educación que su madre adoptiva llevo sobre ella.

Acomodo sus lentes antes de cambiar de página.

- .....Yuno......¿vendrás con migo?...... -

Y de esa manera comenzaba un nuevo día.

--------------------

"Cartas y Postres"

- 5 de Mayo -
- 08:23 -

A tempranas horas del día, un joven corría con fuerza hacia la casa del doctor del pueblo que se encontraba algo alejada de su ruta normal de viaje.

Cómo era algo normal para un cartero, estaba acostumbrado a entregar las cartas a la casa del doctor, aunque este último muy pocas veces solía recibir alguna en general por lo que no era de tomar mucho ese camino.

Pero no era nada para vacilar, pues tenía un deber que cumplir y es que esa mañana una carta de una ciudad algo alejada llegó hasta el servicio postal, la carta estaba destinada a "Abraham Van Allsburg" el doctor del pueblo. La sorpresa del joven fue tanto por haber recibido algo para el doctor que decidió sería la primera carta que entregaría en el día.

Sus pies pasaron un pequeño puente de piedra que se encontraba en su camino.

- ¡Al fin! -

Exclamó con alegría mientras veía la casa del doctor a la distancia. Una ves que estubo lo suficientemente cerca algo llamo su atención.

Aunque no había pasado los suficiente por la casa del doctor, si logro distinguir que el jardín de flores se encontraba más arreglado, cada flor que normalmente se encontraba descuidado ahora podía notar como todas habían sido tratada con cariño.

¿Por fin decidió arreglar su jardín?

Pensó algo desconcertado mientras frenaba sus pasos.

Después de observar el jardín camino hacia la puerta de la casa para poder golpear y llamar al joven doctor.

Dejando salir una suspiro golpeó la puerta y espero a que se abriera.

- ¿S-si? -

Cuando la puerta se abrió, no fue el doctor del pueblo el que lo atendió, sino una pequeña niña de cabello plata la cual abrió la puerta de manera tímida mientras se mantenía con la mitad del cuerpo escondido.