Jara. Sungjake

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Sunghoon y Jake habían empezado a tener citas, o algo así. Solían salir a comer o a pasear, pero siempre lo hacían con Jara y terminaban comiendo helados o entrando a la sección de juegos en cualquier lugar que estuvieran. Así que Sunghoon le había sugerido que fueran a algún lugar ellos solos cosa que a Jake no le había agradado del todo, no por pasar tiempo con Sunghoon sino porque no sabía con quien dejarían a su hija. 

Después de eso conocieron a Delia, una señora de edad media que parecía ser muy dulce y que a Jara le caía de lo mejor. Aún así Jake había tenido que conocer y analizar a la señora por más de una semana antes de dejarla con Jara por tres días, de todos modos termino hablando con Sunoo y esté le dijo que por fin viajaría allá para quedarse con ellos lo que le quedaba de embarazo, Jake estaba casi en el último trimestre.

En fin, luego de una semana intensa en la que Jara le dijo que estaría bien con Delia y que esperaría a sus tíos pudo estar en paz. Luego de una hora de viaje en helidecía no mismo, con un Jake casi muerto llegaron a Malibu, a una casa hermosa en la playa. 

— ¿Esto es tuyo? — pregunto mirando al rededor. 

Camino lentamente mirando lo lujosa pero acogedora que era la casa, era de dos pisos, el suelo era de madera y la brisa que venía del mar se sentía muy relajante, sus bebés patearon y sonrió pensando que tal vez a ellos también les encantaría el mar. Miro a Sunghoon, estaba agachado buscando algo en su mochila desesperado. 

— Sunghoon... 

— ¿Eh? — lo miro. — Ah, si, la casa es mía. — sonrió poniendose de pie con su celular en mano. — La compre por... — se encogió de hombros. — Olvidalo, ¿podemos llamar a Jara?

Jake lo miro con los ojos entrecerrados anotando sacarle la respuesta luego. 

— ¿No eras tu el que decía que debíamos estar alejados de todo? — sonrió caminando hacia el. 

— Si pero, la extraño. — dijo en voz baja haciendo un puchero inconsciente.

Jake rodó los ojos y asintio tomando el celular de Sunghoon para llamar a su hija.