La Academia Mountain [BNHA×Lector]

CAPÍTULO; 2.

El edificio de la U.A se veía increíble, era una de las construcciones más hermosas que habías visto en años, además de que te encantaba ver el pasto verde por todos lados.

Sonreíste amplio acelerando el paso para caminar justo al lado de Ággelos, eran muy buenos amigos, se apoyaban mutuamente así que los dos se sentían cómodos con la compañía del otro.

- ¿Te gusta? - Escuchaste la suave voz del rubio, volteaste a verlo pero su mirada estaba perdida entre los árboles que se veían a lo lejos.

- Sí, me gusta bastante - asentiste mirando al mismo punto que él - ¿Otra vez lo ves?

- Ya me acostumbré... Supongo que mi cerebro repite lo único que logré ver sin números...

Pusiste una mano en su hombro, apretándolo suavemente para hacerlo desviar la mirada. Eso hizo aunque en realidad no fue por tu apretón, sino porque escuchó al director de la U.A hablar nuevamente.

- Tenemos que caminar un poco más para llegar a los dormitorios, están justo al lado de la clase 1-A.

Todos asintieron, Risa tenía una extraña sonrisa; se veía más entusiasmada que el resto, así que junto a Otis y Logan adelantaron el paso hasta quedar adelante, junto al director.

- No se adelanten mucho, no conocen el lugar.

Y ahí iba Ággelos, cumpliendo un rol de padre otra vez. Miraste la escena con una leve sonrisa mientras continuabas caminando, hasta llegar a aquel lugar en donde dormirían.

- Aquí se quedarán, cuando entren van a ver sus horarios en la mesa de la sala, y unos cuantos papeles más, como el mapa de la U.A. y sus edificios para que puedan llegar solos a clase, etcétera etcétera, ¡Tengan un muy buen día niños! Su maestro ya volverá en unos minutos.

El director comenzó a caminar, alejándose bajo la atenta mirada de tus compañeros. Tu estabas mirando hacia todos lados, recién habías notado que tu profesor no estaba, quedaron sólos frente al edificio del que sería su nuevo ¿Hogar?.

- ¿Se le puede decir residencia? - habló Madoxx dando un paso hacia aquel lugar.

- Supongo que sí, llámenlo como quieran - Ággelos caminó junto a él y así todos los siguieron.

- ¡Holaa! - una voz femenina los hizo voltear antes de entrar, como tú eras quien iba atrás, quedaste justo al frente de esa chica rosa.

- No se asusten, somos estudiantes - esta vez habló una chica de cabello corto y castaño.

- Estamos justo al lado, venimos de la clase 1-A.

Voltearon hacia donde apuntaba la peliverde, habían varios chicos y chicas allí, no sabías si eran la clase entera o no, sólo pudiste distinguir al rubio Katsuki que se volteó para entrar a su propia residencia, siendo perseguido por un pelirrojo que lo detuvo.

- Es un placer conocerlos - miraste a las chicas otra vez.

- Yo soy Mina Ashido, pueden decirme Mina, ellas son Uraraka, Tsuyu y Hagakure.

- ¿La ropa flotante? - interrumpió Risa.

- ¡Es mi quirk! - la escuchaste chillar mientras los guantes se movían.

Reiste mientras Ággelos se posicionaba a tu lado, él comenzó a hablar con las chicas y ahí aprovechaste para mirar hacia su clase otra vez. Estaban todos quietos, excepto uno que se encontraba de espaldas moviendo una mano sin parar. Viste como otro rubio, no Katsuki, este se veía más amigable, apuntaba hacia ustedes haciendo que el peliazul se volteara.

Quedó quieto, tanto como los demás.

Si no me muevo no me ven, probablemente estaría pensando aquel chico de anteojos.

- ¿Necesitan ayuda, Tsuyu? - le hablaste a la peliverde, ya que Mina estaba ocupada con Ággelos.

- No, están bien aunque no parezca... Es sólo que... No se querían acercar mucho.

La miraste con el ceño levemente fruncido, ¿Acaso tus compañeros y tú se veían como mala gente?. Estabas apunto de hablar cuando Ággelos te tomó del hombro.

- Vamos adentro - sin más se volteó para entrar con los demás.

Después de lo ocurrido ya no insistieron en el tema y se dispusieron a leer los papeles en la mesa, organizando la distribución de habitaciones. Evidentemente habían quedado algunas habitaciones vacías, ya que ustedes eran doce.

- Nos quedemos todos en un mismo piso aunque tendremos que compartir habitación, el resto de las habitaciones las podemos usar para otra cosa, ¿Les parece? - sonreíste mirando a los demás, ellos asintieron.

- Igual estamos acostumbrados a dormir juntos, es mejor si nos quedamos todos cerca.

Apolo rió al escuchar a su gemelo y lo abrazó, sabía que en realidad el que no podía dormir sólo, era él.

Los gemelos suecos, ambos polos opuestos, pero demasiado unidos y cariñosos entre sí, si no estaban de la mano, estaban abrazados. Jamás se separaban, excepto para cosas como ir al baño o que requerían de privacidad.

Eran realmente tiernos.

- Con ustedes si me dan ganas de tener un hermano.

Amonet habló y la sala quedó en silencio, los gemelos dejaron de abrazarse cambiando sus semblantes. Sabías porqué lo hacían y podías notar que por un segundo todos tus amigos te miraron de reojo.

- Me ofendería que dejaran de ser tan lindos juntos sólo por mí... No se preocupen.

Sonreíste mirando a los gemelos, ellos hicieron lo mismo en respuesta a tus palabras mientras Apolo tomaba nuevamente la mano de Ares. Ambos eran como tus hermanos, así los veías ya que con el tiempo habían creado un lazo muy fuerte. 

Ellos te protegen a ti, y tú a ellos.

- ¿Vamos a ver las habitaciones? - propuso Matsu apuntando las escaleras.

- No creo que encontremos cosas interesantes, ni siquiera nos permitieron decorarlas.

A pesar de las palabras de Madoxx, se dedicaron a ver las habitaciones el resto de la tarde, terminando justo cuando el profesor entró a la residencia, anunciando que participarían en un entrenamiento especial junto a la clase 1A.

Tenías curiosidad, querías saber cuales eran sus quirks, por qué la clase era tan especial.