𝐏𝐑𝐎𝐋𝐎𝐆𝐎

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𝐏𝐑𝐎𝐋𝐎𝐆𝐎
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La vida de un persona común y corriente no es sencilla en ningún aspecto, ahora imagínate tener la vida de una persona que es tanto temido como aborrecida en la sociedad, esa vida no era fácil, más bien, esa palabra ni siquiera entraba en su vocabulario.

Ser un asesino no es como te lo pintan en las películas o en las series, es mucho más complicado que eso, porque aquí, matamos personas reales, arruinamos vidas sin importamos en lo absoluto con tal de satisfacer una necedad sádica.

Nos importa tan poco el daño que hacemos que dejamos niños con traumas, madre y esposas llorando por una persona desaparecida que después encuentran muerta, padres y esposos buscando día y noche una respuesta hasta que la esperanza desaparece...

Vemos sangre a montones y eso no nos causa nada más que satisfacción.

Tal vez ustedes no lo entiendan, pero es una necesidad que tenemos, una necesidad muy cruel que no lo pode controlar. Nos gusta llamar la atención de los medios, de la policía, de la gente, yo lo llamaría jugar al gato y el ratón.

Pero con la única diferencia de que en este juego nosotros decidimos si nos atrapan o no, porque al fin de cuantas nosotros somos quien a iniciando el juego sabiendo como lo vamos a ganar.

Para hacer un asesino ocupas talento y tu mí querido lector no lo tienes o no tienes el valor de convertirte en uno, por eso me está leyendo a mí.

Pero por supuesto que no todo se basa en el talento por desgracia, en esto hay que tener mucha pero mucha suerte, porque cuando el mundo quiere joderte lo hace sin avisarte, solo te empuja al acantilado y espera a ver si sobrevives para después volver a empujar sin piedad.

Así que mi querido lector no esperes una historia de amor con final feliz aquí, porque en mi historia no la vas a encontrar o por lo menos en esta etapa de mi vida no.

Y si decides seguir leyendo después de esta sutil advertencia recuerda esto: 

"La verdad siempre está frente a nosotros".

¡Ah! y una cosa más antes de que se me olvide por completo, no confíes en él... no lo hagas, aunque tenga esa cara de chico bueno, él no lo es, pero supongo que tu decideras al fin de cuentas si lo es o no.

Así que suerte mí querido lector... mucha suerte... porque la vas a necesitar al igual que yo. 

Helena S. (En pausa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora