Los Hermanos Sparrow II

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*Capitulo 15*

LOS HERMANOS SPARROW II
***

Mis pisadas resonaban a medida que avanzaba. Por cada pasillo que cruzaba menos personas había, parecía que todos se habían puesto de acuerdo para hacerlo y dejarme solo en mi camino.

El silencio que había solo provocaba que me sofocarme más en mis propios pensamientos, hace más de diez minutos que había terminado de ver los vídeos que Antonio casi me había suplicado que los analizara con detenimiento para tener un criterio propio de lo que estaba pasando.

Y a decir verdad tenía muchas cosas que decir al respecto y en especial en que pensar.

Antonio y Ramírez tenían razón, es a la conclusión a la cual llegue después de terminar de ver los dos interrogatorios y las cámaras de seguridad de la morgue solo por curiosidad. 

La verdad no me sorprendió nada ver al pelirrojo de García coquetear con Helena en cuanto la vio, ese hombre no tiene vergüenza alguna y me lo ha demostrado en varias ocasiones. Ahora aparte de tener que hablar con mi equipo tendría que hablar también con Lars, no es posible que coquetee con cualquier chica o chico que se le cruce por el camino, aparte de que no puedo permitir que se acercara a ella siendo ahora la sospechosa principal de dos asesinatos. 

Mis pasos cesaron al llegar a su destino, mi mano titubeo al estar frente a la puerta de madera, no quería tocar, no quería entra a esa oficina, no ahora que tenía una idea diferente de lo que le quería decir respecto a ella. Una brisa helada recorrido toda mi nuca causándome escalofríos en todo el cuerpo.

Un mal presentimiento se apodero de mi ser.

Talle mis brazos en un intentando de trasmitirme un poco de calor, ya estamos en invierno y ni siquiera me había percatado de ello, los días están pasando demasiado rápido. 

Mi mano se movió sin mi consentimiento golpeando la puerta con un poco de insistencia; El sonido hueco de la madera contra mis nudillos me hicieron reaccionar del trance el cual me había quedo, al parecer mis acciones eran más rápidas que mis pensamientos en estos momentos ¿O tal vez era al revés? No lo sé. 

-Adelante.- una voz ronca de escucho a través de puerta.

Solté un suspiro viendo como el pasillo seguía estando desolado (cosa que se me hacía extraño tomando en cuenta la hora que era). Abrí la puerta con firmeza mentalizándome con lo que iba tener que decir ante las preguntas que me fueran hacer. Aunque si tenía un poco de suerte, pude que solo me llamen la atención y así no tendría que explicar nada en concreto.   

Lo malo es que nunca sabía si me tocaba un regaño o una advertencia en estas situaciones.

-Robinson. - salude con voz seria viendo al hombre tras su escritorio mientras cerraba la puerta detrás de mí con una mano, la falsa tranquilidad que desprendía mi cuerpo me estaba carcomiendo los huesos por el esfuerzo inmenso que estaba poniendo en ello. 

-Elías. - me devolvió el saludo con un asentimiento, extendió la mano apuntando la silla frente a él en signo de que me sentara.- estaba esperándote, iba a decirle a Jonathan que te fuera a buscar de nueva cuenta. 

-Bueno ya estoy aquí ¿Para qué querías verme?-. pregunté directo caminado hasta la silla para sentarme, las ganas de volver a fumar me golpearon tan repentinamente que termine haciendo una mueca sin pretenderlo por el disgusto. 

No entendí porque el repentino antojo ¿Los nervios tal vez?

-Quiero hablar contigo respecto algunas cosas que han sucedido últimamente.- menciono serio, no había ni una pizca de esa amabilidad que solía tener cuando hablaba, que estuviera así no es buena señal.- Sabes que no estás en Nueva York ¿verdad?-. pregunto de golpe tomándome desapercibido por ser tan directo.

Helena S. (En pausa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora