Los Hermanos Sparrow I

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*Capitulo 14*

LOS HERMANOS SPARROW I
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-Se puede saber ¿Qué es lo que hiciste durante la madrugada Antonio?-. cuestioné por quitaba vez al moreno que con cada segundo que pasaba se veía más irritado por la situación, un resoplido escapo de mis labios en signo de resignación al no obtener respuesta nuevamente después de varios minutos.- ¿Vas a responder o no?-. volví a preguntar intentando no alzar la voz por la poca paciencia que me quedaba. 

Mi vista viajo hasta el pizarrón del otro lado de la sala donde había varias fotos y cosas escritas con la intención de distraer mi mente un momento, me sentía asfixiado en mi propia oficina a pesar de que la ventana detrás de mi estaba abierta dejando pasar la brisa fría de la calle.

Antonio se acomodó la corbata por sexta vez en quince minutos, lo hizo con tanta desesperación que mis ojos se posicionaron sobre el nuevamente, su pie moviéndose incesantemente me estaba empezando a estresar por el pequeño ruido que estaba haciendo la suela al chocar contra el suelo.

El ambiente no era nada agradable para ninguno de los dos, pero era una plática que no podía posponer en lo absoluto, aunque quisiera. Mi pie se movió con impaciencia e inquietud al igual que mis manos sobre mi escritorio casi imitando los movimientos del hombre frente a mí.

Las ansias de fumarme un cigarro aumentaban cada vez que Antonio desviaba el tema o simplemente me ignoraba negándose a contestar. 

-Te podría hacer exactamente la misma pregunta ¿Lo sabes verdad?-. menciono a la defensiva acomendándose mejor en el sillón después de dejar la pistola con el seguro puesto sobre la mesa como le había pedido hace unos momentos.- ¿En dónde estuviste ayer Elías Russo?-. soltó con sarna. 

Fruncí mi ceño sosteniéndole la mirada con disgusto ¿Qué necesidad había de que me preguntara eso en este momento? 

-No tengo porque responderte eso.- solté evitando el tema mientras negaba con la cabeza.- no estamos aquí para hablar de mí, si no lo que hiciste anoche sin autorización.- recalqué intentando volver al tema que intentaba desviar nuevamente.

-Desapareciste todo el puto día de ayer Elías, no le respondiste a nadie ni llamadas, ni mensajes.- me reprocho elevando la voz apretando con su mano el pantalón hasta arrugarlo.- estamos en medio de una investigación ¿Te lo recuerdo?-. Antonio soltó un suspiro intentando controlarse al notar que estaba gritando haciendo que algunas personas se detuvieran frente a mi oficina sin ningún disimulo con la intención de escuchar la discusión.- tu vida privada no me concierne en lo absoluto, pero aparte de ser mi jefe, eres mi amigo y que te fueras sin avisar a nadie a quien sabe dónde me preocupa, sin mencionar, que tuve que justificar su ausencia con una estupidez .-puntualizo observando de reojo el cómo las personas ya pasaban de largo por mi oficina desde la parte de afuera a través de las persianas semicerradas. 

Tense mi mandíbula al recordar el motivo de mi desaparición de un día, mi mano viajo por inercia hacia mi estomago donde había un hematoma que me dolía y molestaba con cada movimiento que hacía.

-No quería preocuparles.- murmuré lo suficientemente fuerte como para que me escuchara mientras me paraba de la silla disimulando la mueca de dolor que se me escapo por culpa de la punzada que me recorrió por todo el costado del estómago, rodee el escritorio para después recargarme en está quedando frente a los sillones con los brazos cruzados, Antonio levanto una ceja intrigado por la pequeña mueca que había hecho, ignore su gesto y seguí hablando como si nada pasara.- pero como tú has dicho es mi vida privada y no tengo porque darte explicaciones, aunque seas mi amigo.-aclare tajante, Antonio apretó la mandíbula, pero no dijo nada.- y no tienes que cubrirme, yo me haré cargo de mis acciones, no te metas en problemas por mi culpa ¿Entendiste? 

Helena S. (En pausa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora