Los Dos

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*Capitulo 13*

LOS DOS
***

"A veces está bien no saber lo que sentimos"

Aún seguía aturdida por lo que acaba de pasar, no me terminaba de entrar a la cabeza que me había atrevido besar a Matthew y menos desaparecía el asombro de saber que él me correspondió sin dudarlo un segundo.

Simplemente no lo podía procesar.

Había dejado caer mis barreras por un instante al tenerlo frente a mí, me había dejado cegar por mi deseo hacia él, por mis ganas intensas de tenerlo cerca y reclamarlo como mío para que nadie más lo tocara y mirará. Sin embargo, una cosa era dejar que se acercara y que me tocara por unos instantes porqué me intrigaba y otra era besarlo para saborear esos labios que sabían a café y a tabaco. Y no, no me arrepentía haberlo besado, me había fascinado poder hacerlo, pero no sabía porque me sentía tan ansiosa y perdida. 

Creo que simplemente no sé el cómo actuar después de eso. 

No saben cuánto odiaba a mis malditos sentimientos en este momento, no los podía entender y eso me empezaba a frustrar. ¿Porque a veces es tan difícil entender algo que nosotros mismos creamos? 

Matthew se movía libremente por la cocina captando mi atención sacándome de mi mente de vez en cuando.

Él castaño hurgaba en el refrigerador y las gavetas sacando cosas para preparar algo de comer, me sorprendía la confianza con la que lo hacía, parecía como si fuera suya la casa. Yo me había ofrecido a cocinar o por lo menos ayudar, pero él se negó de inmediato, así que solo estaba sentada en las sillas altas de la isla viendo como invadían mi cocina. 

Matthew me veía de vez en cuando sobre su hombro o de reojo, pero no decía nada, el también parecía pensativo, sin embargo, no sabía si era por lo del beso o por otra cosa. Aun no sabía descifrarlo como él lo hacía conmigo.

Agite mi cabeza un poco fuerte intentando que los pensamientos se espumaran como por arte de magia para poder disfrutar de la presencia de Matthew sin nada de por medio que me molestaba, pero fue mala idea, el cuello me dio un tirón haciendo que todo el cuerpo me empezó a dolor nuevamente. Odia sentirme así.

La adrenalina en mi cuerpo junto al enojo había bajado desde hace unos minutos casi extinguiéndose por completo de mi sistema; y ahora sentía como mis impulsos me cobran mi imprudencia al haber esforzado a mi cuerpo más de lo que debía. Me intenté estirar para aliviar el dolor, pero al sentir como todos mis músculos se tensaron y dolieron desistí de esa acción soltando un leve quejido entre dientes. 

-Ten.-me hablo Matthew captando mi atención rompiendo el silencio que había reinado desde que pasamos el umbral de la cocina - te va a servir.- él me extendió una vaso y una pastilla con una pequeña sonrisa tranquilizadora en sus labios.- ¿Sabías que eres muy mala disimulando cuando algo te ronda tanto por la cabeza y no aguantas ni tu propio peso por lo cansada que estas?-. dijo yo hice un mohín con la boca, no era la primera vez que me lo decían.- pero dejando eso de lado, toma la pastilla es un Ibuprofeno.- yo lo miré dudosa sin saber si aceptarla o no, considerando que la última vez me drogaron me la pensé mejor.- si es una Ibuprofeno no es otra cosa te lo prometo, sé que te duele todo el cuerpo es normal después de todo lo ocurrido. 

Suspire rendida pero antes busque la caja de las pastillas con la mirada solo para cerciorarme. La caja estaba sobre el mármol de la isla a un par de centímetros de la orilla, Matthew al ver mi intención deslizo la caja hasta mi para que lo pudiera ver mejor.

-Dámela.- solté aceptando la pastilla y el vaso después de ver que las pastillas eran las que tenía en el cajón guardadas, con esta ya iban tres veces que le aceptaba una puta pastilla.- esto ya se está volviendo rutina.- mencione metiendo la pequeña capsula en mi boca para después darle un sorbo al agua y tragarla. 

Helena S. (En pausa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora