Viaje al extranjero.

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Cerro los ojos al sentir que una lágrima bajaba por su mejilla. Seokjin deseaba que las cosas no estuvieran siendo tan difíciles para el, quería ir corriendo a buscar a Jungkook quería un abrazo de él y muchos cariños y besos de sus labios.

Seokjin deseaba tanto que el jefe maldito cruel y despiadado para el que trabajaba su padre lo reasignara a otro lugar, a la compañía de Andong o Chuncheon incluso la isla Jeju está bien para Seokjin, pero no podía comprender porque lo mandaba a otro continente dónde un inmenso mar lo separaría de Jungkook.

Pensaba que eso era una tragedia para el amor que se tenían.

Saco el brazo por debajo de la manta con la que se cubría de pies a cabeza y lo estiró hasta su pequeño mueble a un costado de su cama para pulsar el botón 🔄 para que la canción Space Song no dejara de reproducirse en su computadora. Estaba tan deprimido como para dejar que su aleatorio lo arruinará.

Otra vez se tapó perfectamente volviendo a cerrar los ojos pensado nuevamente lo que podría hacer para que el viaje al extranjero con su papá el día de mañana no sucediera. Pero por más que lo pensaba, nada parecía resultar.

Lo primero que se le ocurrió al momento que su papá se lo dijo fue gritarle que se iría a vivir con Hong ya que el no lo haría sufrir de esa manera pero cuando vio lo mucho que le había dolido su confesión. Seokjin lo descartó por completo cayendo en cuenta también de que quería demasiado a su padre y ahora estar lejos de el incluso le sería difícil. Después fue a ver a la sra Sun Yang a escondidas de su papá, hablo con ella y trato de convencerla para que le dijera una mentira piadosa a su progenitor y de esa manera el no quisiera irse tan lejos y porque no, hasta matrimonio le propondría.

Pero Sun Yang se escandalizó y se sonrojo hasta el topé porque Hoseok por un momento también había apoyado al castaño sin embargo la idea del repentino embarazo fue descartada por completo.

Por esa razón es que llora, todo le está saliendo mal todo parece ponerse en su contra y a estás alturas ya nada evitará que mañana salga de Corea hacia el extranjero.

El padre de Seokjin sube las escaleras con el ánimo por los suelos y las facciones de su rostro cansadas. Se siente exhausto y de cierta forma un desgraciado por tener que hacerle eso a su único hijo, verlo llorar con tristeza es lo último que desearía.

Toca la puerta de la habitación de su hijo y al cabo de uno segundos vuelve a tocar la puerta con más fuerza, Seokjin tiene la música alta y duda que lo haya escuchado.

—Seokjin. —Pero también duda que Seokjin quiera verlo o hablar con él—. Seokjin ya está lista la comida —alza un poco la voz pegando su frente a la madera de la puerta— baja por favor

Espera paciente con la mano en el pomo de la puerta a que el castaño le responda o le grite. Lo que sea, ya no quiere que le siga ignorando lleva 3 días así encerrado en su habitación, no le habla ni por error ni aunque tenga hambre. Si el está en la cocina no bajara.

Pero ya mañana se van y no desea iniciar su nuevo destino con su hijo sin hablarle y odiandolo de por vida.

—Seokjin, tienes que comer.

Vuelve a tocarle pero se cansa de esperar a que su hijo le abra entonces va a buscar la llave y regresa para ingresar a la habitación de Seokjin. Este solo se da cuenta que ya está adentro cuando la música ya no se escucha más.

—No puedes seguir así vas a enfermar —le dice su padre tratando de quitarle las sábanas de la cabeza— te hice la comida que te gusta, Seokjin... Vamos hijo —pero Seokjin se niega a qué le quite las sábanas de encima.

PROMESA (KOOKJIN) LIBRO #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora