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🥀El edit lo hice yo (aparece más abajo), bah solo edité el cabello y el color del lazo en la ropa de la bebé (Athanasia), además de borrar la imagen de Lillian.

Un nuevo día había recibido a los ciudadanos del imperio quienes nuevamente observaron por segundos las nubes grisáceas que parecían no querer desaparecer al menos hasta unas semanas más.

-este le queda hermoso y tierno, pero esta también, y este..

Las sirvientas vieron con una gotita a su joven maestra que estaba caminando indecisa hacia diferentes tipos de ropa o conjuntos abrigados por el gélido invierno.

Todos eran de su bebé.

-el traje de conejito le gustó mucho y no tuvo frío, pero el de panda le queda mejor -siguió hablando consigo misma mientras tocaba por segundos las prendas que sostenían las sirvientas.

La jovial y última Yedith, la mujer más importante de todo el continente, de todo el imperio, otra vez estaba deambulando indecisa sobre la elección del vestuario de su hija.

Una pequeña de hebras marrones un poco más oscuras que las de su madre pero seguían teniendo parentesco, la pequeña princesa de tan solo 3 meses observaba desde su cuna y aún en pijama a su amada madre quien rebosaba con su aura atrayente aún si estaba indecisa y nerviosa.

-maestra, por qué no le pide una opinión al vizconde?, la joven maestra parece tenerle aprecio -una de las sirvientas se atrevió a hablar haciendo que las demás la miren como si estuviera loca.

No por haberle hablado a la oji verde sino por haber dicho tal mentira sobre la pequeña princesa.

Que había dejado de observar con tanto recelo al vizconde gracias a que le regaló un conejo de peluche pero aún así seguía viéndolo con aprensión y hasta enojo, algo que la de hebras onduladas no se daba cuenta.

Ariana la observó unos segundos meditando sus palabras.

Esa sirvienta era otro títere hechizado del antiguo emperador, quien estaba tratando de "seducirla" por todos los medios para estar cerca de la pequeña oji azul, su creación maldita.

-...tal vez sea buena idea -su susurro hizo sonreír en grande a la mujer y sospechar a las demás.

Los susurros nerviosos de los duques eran ciertos?, la honorable santa estaba viendo más que como a un amigo al amable vizconde?.

-"podremos vengarnos por su maldad" -sonrió brillante mirando a su hija que balbuceo moviendo sus brazos.

En esas pocas semanas había formado un "lazo" y "amistad" con aquel peli azabache, casi siempre hablaban de varios temas gracias a que el mayor iba a "visitar" a su cuñado para tratar algunos temas laborales.

De forma irónica e irreal cada día se acercaba más y más a los hermanos Alger.

-pueden retirarse -las damas hicieron una reverencia luego de acomodar los platillos y bebidas para la joven y su "allegado" el cual ya había sido informado de su invitación.

Para no levantar sospechas el sonriente peli azabache se había mudado temporalmente al ducado ante un impredecible incendio en su hogar.

Todo estaba perfectamente planeado pero aún habían pistas que ofrecían la información necesaria para sospechar a los seres sin magia. Pero todos lo ignoraban o tal vez habían captado la extrañeza de la aparición de aquel hombre y decidían ignorarlo.

𝐋𝐚 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐚𝐧𝐳𝐚 𝐢𝐦𝐩𝐞𝐫𝐢𝐚𝐥.² ⁽ᴾᵃᵘˢᵃᵈᵃ⁾.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora