🌙Capítulo 5🌙

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Ya era de mañana, el mastodonte fue a la habitación de la más pequeña del lugar, tocó la puerta y paso, al entrar vio a la chica ordenando algunos libros, se quedó unos minutos callado apreciando la belleza de la menor.

-¡Oe, Dowāfu!- la llamó, ella un poco fastidiada por el apodo lo miro.

-Yuma-San- Dijo el nombre del chico en un intento de que prosiga con su petición.

-Vamonos- Ordenó, aunque en este caso se quedo quieto esperando a que la chica pasara.

Hanae se acerco a él y le sonrió amablemente, sus ojos solo decían una cosa "Guíame".

Yuma camino de manera tranquila, al llegar a la puerta de su huerto se detuvo.

-Es increíble...¿Tú lo cosechas?- Cuestiono la chica mirando el lugar con asombro y sienta nostalgia.

-Por supesto- Dijo con orgullo- vamos, hay que cosechar- Ordeno empezando a caminar.

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Yuma miraba con sirta tristeza parte de sus tomates, luego de haberlos sacado ayer con Yui estés empezaron a parecer enfermos.

-¿Qué sucede?- Dijo la oji-azul al ver como Yuma se detenía y veía con cierta tristeza sus cultivos.

-Desde anoche que empezaron a parecer enfermos- Comento poniéndose en cuclillas.

Hanae se puso a la altura de Yuma y miro el cultivo, ella estaba arrodillada a su costado, tocó la tierra con suavidad y luego tocó la fruta, (Según San Google son frutas :v) Yuma la miro, curioso.

-Algo hizo que la raíz se enfermara...-Comento la chica mientras volvía a tocar la tierra con suavidad.

Antes de que el castaño se quejara Hanae uso la débil magia que pudo recuperar e hizo que el cultivo "florezca" nuevamente.

-¿Cómo...?- Murmuró confundido el castaño.

-La magia sirve para muchas cosas, pero lo que menos consume y lo más fácil es lo relacionado con la naturaleza- Explicó levantándose- está atardeciendo, deberíamos ir adentro, va a refrescar- Sugirió la muchacha, cuando estaba por irse fue detenida por el castaño, quien la tiro y acorralo contra en invernadero.

-Yuma-Sa...-Hanae no termino de hablar cuando el muchacho la mordió- Duele...-Dijo la chica con una mueca.

-Esto...debe ser una broma- Murmuro el chico.

Minutos pasaban y el chico seguía bebiendo, como Hanae dijo, la magia podía hacer muchas cosas, pero lo que menos consumía y lo más fácil era el estilo de la naturaleza, todo lo relacionado con las personas o cualquier ser era lo más difícil.

Hanae ya no soportaba, tenía resistencia, pero era demasiado.
Luego de desmayarse el chico se separo y la llevo a su cuarto, la acostó en su cama y la arropó, claramente se quedó, era su habitación, no la de ella, seía injusto para el.

[...]

Plumas...
Eso era lo único que se veía donde ese bello árbol habitaba, plumas blancas que se camufladas con el suelo, en el centro de todo, junto al árbol, se encontraba la peli-azul, sentada abrazándose a si misma, sollozando y tocando con cuidado su espalda, donde sus bellas alas deberían de estar, con vida, glamour, elegancia...pero no...solo había un hueco esperando ser rellenado nuevamente con esas hermosas y suaves plumas.

[...]

-¡Hanae!-

Eso fue lo primero que escucho la chica al despertar, el grito desesperado de Yuma por despertarla, el sentir el horrible dolor en la espalda por causa de sus alas, y el dolor emocional que le causaba no tenerlas le hizo llorar mientras descansaba en la suave cama del muchacho, quien ahora la abrazaba para calmar su llanto, mientras ella se encondia en su pecho en busca de la protección que nunca nadie le vrindo.

[...]

Todos estaban en el salón, Hanae había dejado a Yui en su cama luego de que el rubio la haya mordido, mientras ella leía un libro al igual que Ruki, Yuma comía cubos de azúcar y pensaba en lo anterior sucedido, Azusa era acariciado por Hanae, ya que estaba acostado acostado sus piernas, claramente la chica no noto que los dos mayores miraban con cierto enojo a su hermano, Yui apareció en la sala, llamando la atención del peli-verde, quien se levantó y la saludo.

-Hola...Eva- Dijo de manera lenta.

Ella preguntó por el rubio, aunque Hanae estaba concentrada en su lectura.

La rubia se fue incomoda bajo la mirada de dos de los chicos.

La chica peli-azul siguió con su lectura, realmente a ninguno le molestaba la presencia de la menor, era tranquila.

[...]

-¡Oe, Dowāfu!-

-¿Si?-

-Hoy dormirás conmigo-

-¿Eh?-

La chica no tuvo tiempo para hablar, ya estaban en el cuarto de Yuma, con las luces apagadas y acostados en la cama, mientras Yuma abrazaba a la chica por la cintura de manera posesiva.
Hanae no podría apartarlo por lo que decidió dormir, estaba exhausta.

🦉Continuará🦉

¿Quién eres Hanae?: la primera mujer (Diabolik lovers)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora