DÍA 3
Era martes.
El último martes que lo vería sentado a la orilla del lago, sobre su mantel a cuadros disfrutando de su habitual día de campo. Las clases terminarían pronto y era el último año para ambos.
Tenían la costumbre de hacer lo mismo todos los martes desde hacia meses, uno se sentaba solo disfrutando de un almuerzo bajo el cielo de primavera, el otro, como un vil acosador, siempre observándolo desde arriba de un árbol, escondido, sin hacer ruido, apenas respirando para no ser notado.
Podía observarlo abiertamente sin ser juzgado, e imaginaba que de alguna manera, compartían juntos el almuerzo, un día de campo romántico a la orilla del lago.
El moreno arriba del árbol sonrió soñador, mientras comía su sándwich con mermelada y bebía su juguito del cartón.
Inconscientemente hizo ruido al sorber lo que quedaba del líquido.
El rubio de abajo levantó el rostro atento, mirando a todas partes, escuchando.
El moreno se dió una patada mentalmente.
Su pulso se aceleró cuando el chico de abajo caminó en la dirección del árbol en el que él estaba escondido.
“Mierda” murmuró bajito, buscando la manera de saltar de allí y no quebrarse un tobillo en el intento de huir como un cobarde.
-¡Muéstrate! dijo el rubio Slytherin.
El no valiente Gryffindor trató de hacerse más pequeño arriba del árbol.“¡Por favor, que no me vea!” rogó internamente a la entidad que quisiera escucharlo y hacer realidad su súplica.
-¡Sé que estás ahí! ¡Baja! el precioso rubio ordenó.
El moreno no quería bajar.
Tenía miedo.
¿Qué le diría cuando le preguntara porque lo acosaba?
¿Que estaba enamorado de él?
¿Que suspiraba como un imbécil cada vez que lo veía?
No quería ver la cara de asco del otro chico cuando supiera la verdad. Lo odiaría pensó entristecido.
-¡Baja ahora! Ordenó.
“Piensa Harry, piensa”
El pelinegro bajó y miró directo a esos maravillosos ojos grises.
-¿Por qué me espías? Preguntó el rubio.
-¡Quería ver qué estabas tramando Malfoy! dijo el chico rudamente con desafío en su voz. Rogaba que el otro no notara el temblor en sus piernas.
-¿Todos los martes desde hace meses?
“¡Oh mierda!”
-Yo creía que-que tú…comenzó a tartamudear el pelinegro.
-¿En dónde está tu valentía Gryffindor, Potter? Draco preguntó sarcástico.
Harry se sonrojó, sus manos comenzaron a sudar, desvió su mirada a los caros zapatos de Draco, no sabía que decir.
Se le hizo un nudo en la garganta y estaba seguro que si Draco lo insultaba, lloraría como una niñita.
Con la poca dignidad que le quedaba dió media vuelta dispuesto a marcharse.
-¿A dónde crees que vas Potter?
-¡Ya déjalo Malfoy, no tiene importancia! terminó contestando resignado Harry.
-¿Que no tiene importancia? había furia en la voz del Slytherin.
-¡Perdóname! Harry no podía hablar, las lágrimas se agolparon en sus ojos.
-¡Me da asco tu cobardía Potter! Draco escupió las palabras.
Harry se quedó quieto, deseando que la tierra se lo tragara.
-¡Tendré que hacer todo el trabajo yo! el rubio suspiró divertido.
-No entendí…
Ni siquiera puedo completar la frase.
Draco lo tomó de la cintura, lo acercó a su cuerpo y lo besó desesperadamente.
Harry suspiró enamorado.
-¿Estoy muerto, verdad? Preguntó junto a los labios de Draco.
-No, solo eres un cobarde, le contestó el rubio juntando su frente con la suya.
-Me tiemblan las piernas.
-A mí también.
Se carcajearon juntos.
-¿Quieres unirte a mi almuerzo por el resto de nuestras vidas?
-Si, dijo sonrojado Harry.
El almuerzo quedó olvidado, los besos que se dieron sobre el mantel a cuadros nunca.
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RETO FLUFFYTOBER 2021 Multiships Harry Potter
FanfictionOneshot Multiships del mundo de Harry Potter