ANIMAGO

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DÍA 9




-El niño tiene los ojos de su madre y el cabello revoltoso de su padre, Minerva lo dijo con un cariño casi maternal y con lágrimas en los ojos.


Severus se sintió culpable.

Si él no le hubiera dicho sobre la profecía al Señor oscuro, tal vez los padres del niño no hubieran sido asesinados y el pequeño no hubiera quedado al cuidado de los únicos parientes vivos que tenía: unos horribles muggles.


Escondido detrás de unos arbustos pude escuchar como Albus y Minerva le entregaban el bebé a Petunia Dursley, una terrible mujer con un marido aún más terrible.


La culpa lo carcomía, entonces decidió hacer lo que nadie sabía que podía hacer.


Se convirtió en un gato negro, habilidad que aprendió cuando los merodeadores aprendieron a ser animagos y él no quería quedarse atrás y también aprendió, aunque nunca nadie sabía su secreto.


Así que mientras los Durley se encargaban de su retoño, dejaban olvidado al pequeño Harry y era Severus quién se ocupaba de él.


Tuvo que ser testigo de como el pequeño niño solo bebía los restos del biberón que dejaba el niño del matrimonio y la mayoría de las veces el regordete niño no dejaba nada, pero los Dursley ni siquiera se molestaban en preparar otro biberón para el pequeño Harry.


Él merodeaba por la casa como un gato callejero, fueron muchas las veces en que lo corrían a patadas pero al notar que las ratas se estaban desapareciendo (con magia él no se las estaba comiendo) los Dursley lo dejaron en la casa siempre y cuando no molestara.


Severus, en forma de gato, estaba siempre lado del Pequeño Harry y cuando nadie lo veía volvía a su forma humana para alimentarlo, cambiarle el pañal y darle un poco de cariño, porque sus tíos se olvidaban de él la mayoría de las veces, ni el pañal le cambiaban, de no ser por él, el pobre bebé tendría el mismo pañal durante todo el día.


Eran unos terribles muggles ¿Como era posible que Dumbledore hubiera dejado al niño con semejantes Monstruos?


“Por tu culpa” le susurró la vocecita de su conciencia.


Compró una mecedora, la colocó en el trastero que usaban como habitación del niño; la hacía aparecer y desaparecer sin que los muggles se enteraran.


Así todas las noches, él se sentaba en la mecedora con el tierno bebé acostado en su pecho, lo mecía hasta que se dormía, sentía una extraña conexión con ese pequeño, él también fue un niño no querido, sabía lo que se sentía estar solo sin nadie que esté preocupado o cuidara de ti.


Se preguntó por cuánto tiempo podría hacer esto, ya no podía aguantar toda la negligencia de los muggles y tenía unos locos deseos de asesinarlos.


Decidió que ya no podía hacerlo más, no podía seguir cuidándolo de esa manera.


¿Qué pasaría si se lo llevaba de allí y lo criaba como si fuera suyo?


El pensamiento llegó tan fugaz y le pareció una grandiosa idea.


Tomó al pequeño en sus brazos e intentó llevárselo pero esa noche en su huída con el pequeño, fué interceptado por Albus Dumbledore.


-¡No puedes llevarte al niño Severus, él necesita la protección mágica de sus parientes de sangre, le dijo el director.


Él estaba tan enojado, quería sacar al pequeño bebé por qué terminaría muerto.


-Si no me lo llevo, él morirá, le contestó al director y le contó todos los detalles de la vida que llevaba Harry junto a los Dursley.


El anciano le prometió que hablaría con los horribles muggles y al menos los haría prometer que lo alimentarían, vestirían y bañarían seguido.


El pelinegro tuvo que entregarle a Harry con el corazón roto.


Aún así nunca nadie, ni siquiera el mismo Harry sabía que el gato negro que lo acompañó toda su infancia era él cuidándolo…


Melianna-BC
Magda_Cortes


RETO FLUFFYTOBER 2021 Multiships Harry PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora