PARIS

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DÍA 25

París era la ciudad del amor, el lugar donde muchas parejas se declaraban sus afectos, donde se pedían matrimonio y dónde se hicieron innumerables películas románticas.

Al menos eso era lo que James leyó en un folleto de turismo y con ello en mente fue que decidió que llevaría a Lily a pasar un bonito fin de semana y fué también en ese mismo fin de semana que Lily le confesó a James que sería papá.

Harry se enteró de la bonita historia porque su padre siempre lo estaba mencionando en cada cumpleaños suyo.

Así que ahí estaba Harry, con su novio Draco en el mismo lugar en donde habían estado sus padres y apunto de confesarle al rubio que sería papá.

A decir verdad, nunca habían hablado sobre el tema él, era un omega y su compañero un Alfa y Harry había quedado embarazado el mismo día que Draco lo había reclamado, así que ni tiempo hubo para una planificación familiar.

Estuvo muy nervioso, pensando en las posibilidades de que Draco no quisiera a su bebé, donde los abandonaría y los dejaría a la buena de Dios.

Trató de calmarse, de ser positivo, él estaba muy enamorado de su compañero y sabía que era correspondido, pero tal vez para Draco fuera demasiado pronto tener un bebé.

Debieron usar protección, pero a él nunca se le pasó por la cabeza que podría quedar embarazado en su primera vez, muy estúpido de su parte. Siempre hay que usar protección, si no quería terminar con los nervios de punta por no saber qué pensará el padre de su bebé.

No podría culparlo si lo rechazaba, pero realmente estaba muy feliz con el bebé que crecía dentro suyo y si su novio no los quería a ambos, ellos juntos, Harry y su bebé, podrían salir adelante solos, aunque tuviera el corazón roto.

Se estaba adelantando a los hechos, pero Harry siempre fue muy inseguro, luego de que su ex lo dejara por ser muy cariñoso, decía que era que era muy asfixiante, y Harry habia quedado con la inseguridad de que nunca será suficiente para nadie.

Pero Draco no era Theo, Draco era el amor de su vida, el hombre con el que quería pasar el resto de sus días.

Y dispuesto a afrontar lo que el destino le deparara con él o sin él, el pelinegro los llevó a pasear por las calles de París y en una bonita plaza fué donde decidió entregar el regalo para sacar a la luz que serían padres.

Draco pareció entusiasmado con el regalo y con alegría lo abrió para revelar unas botitas blancas tejidas a crochet, mismas botitas que Harry había tejido los últimos días a escondidas.

Harry comenzó a estrujar sus manos de puros nervios al notar que Draco no dijo nada cuando desenvolvió el regalo.

-¿Qué significa esto? Preguntó el rubio desconcertado.

-Son unas botitas tejidas, las hice yo.

El pelinegro apenas habló.

-Sé que tus intenciones son buenas, cariño, pero no creo que vayan a entrarme. Draco observaba las encantadoras botitas y las comparaba con sus pies.

-Son de bebé.

A Draco parecía que no le estaba subiendo agua al tanque.

-¡Vas a ser papá! terminó confesándole con un hilo de voz.

El rubio sonrió de oreja a oreja entusiasmado, abrazó a Harry y lo hizo dar vueltitas.

-¡Te amo! le dijo al fin.

Harry simplemente se abrazo a él, contento porque el chico que amaba también lo amaba a él y a su bebé.


Magda_Cortes
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RETO FLUFFYTOBER 2021 Multiships Harry PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora