FRAPUCCINO

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DÍA 10

Draco se había sentido solo la mayoría de las veces, alguien como él y con tanto dinero jamás tenía amigos sinceros, quién se acercaba a él era por interés o por su estatus, como si codearse con él le abriera puertas a muchos lugares.


En su vida no encontraba a nadie que fuera sincero con él, aunque debía confesar que tampoco ponía de su parte para que eso pasara, era demasiado arrogante e hiriente con quién se le acercaba, pero la costumbre de ver cómo eran luego las personas con él lo hizo así.


Prefería hacer sentir mal a los otros antes que lo hicieron sentir mal a él, era muy estúpido su pensamiento, pero era la única manera de salvar su corazón, rodeándolo de hielo para que nadie volviera a hacerle daño.


Eso fue así hasta que tomando un frapuccino en un Starbucks se dió cuenta que un tímido empleado se había enamorado de él, de Draco, un chico común y corriente y no el multimillonario Draco Malfoy.


Comenzó a caer seguido al lugar solo para leer los mensajes en su vaso de frapuccino.


Al principio escribía bien su nombre, solo que la “O" tenía forma de corazón y esa simple tontería lo ponía contento.


Con el tiempo sus frapuccinos ya venían con otros nombres y terminaba llendo seguido para leer las ocurrencias del tímido empleado que le ponía diferente apodos.


Su vaso venía con diferentes nombres:


•Rubio bonito

•Chico lindo

•Dios vikingo Rubio

•Sol Rubio

•Rubio hermoso

•Sol de primavera Rubio

•Draquito bello

•Dragón sexy

•Solcito Rubio


Draco creyó oportuno hacer algo con:

•Rubio por el que suspiro como un idiota


Pero el chico pelinegro solo le entregaba su frapuccino, bajaba la mirada y se iba rápido, además con tanta gente para atender sería imposible conversar con él.


Draco se contentaba con rozar los dedos del pelinegro cuando le entregaba el pedido y amaba ver como el otro chico se sonroja a más no poder con las caricias que le daba a su mano.


Eran momentos fugaces porque su mano se alejaba rápido, pues el pelinegro se ponía tan rojo como un tomate y Draco sabía que era él el motivo de su sonrojo y timidez.


-Dime tu nombre, le susurró una vez, el chico negó con la cabeza avergonzado.


Era difícil de conquistar.


Probó con algo más romántico:

-Dime tu nombre para llamarte cuando sueño contigo, como no obtuvo respuesta, se atrevió más cuando al otro día le dijo:

-Dime tu nombre para gritarlo cuando me corro pensando en tí en la soledad de mi habitación.


-"Harry”, tartamudeó el muchacho tan sonrojado y adorable.


Draco saboreó su nombre en su boca.


-¡Me gusta tu nombre y me gustas tú! le confesó.


El chico huyó rápidamente.


Esto no podía seguir así.


Draco necesitaba a ese chico en su vida.


Así que lo esperó hasta que terminó su horario de trabajo.


Draco lo observó todo tímido y sonrojado fuera del Starbucks cuando se cruzó con él, él chico quería huir pero el rubio lo tomó rápido de la cintura y le plantó un beso en la boca.


Pudo escuchar los gritos y vítores de los clientes y empleados dentro del negocio, nunca creyó que los demás estaban siguiendo lo que pasaba entre ellos dos.


Le sonrió a Harry y lo llevó abrazado junto a él, le prometió que cuando se casaran regalarían frapuccinos a todos sus invitados, pues pensaba invitar a todos los personas presentes en el local.



Melianna-BC
Magda_Cortes


RETO FLUFFYTOBER 2021 Multiships Harry PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora