- De hecho es una indeterminación ¿cierto? - preguntó la chica la cual desconocía su nombre- Así es, tienes una décima extra -
La miré con curiosidad o fastidio la verdad no se, se encargaba de tomar todas las participaciones que hubieran dejándome sin ninguna; salí cabizbajo del salón se supone que yo era el primero en clase pero desde que aquella pelinegra había cambiado de aula por asuntos personales aquel lugar que tanto apreciaba me había sido arrebatado
- Con permiso - la susodicha me paso dirigiéndose a un grupo de una chica y tres chicos quienes la recibieron eufóricos
- ¿Como te fue? ¿Nos extrañas? - preguntó la chica
- No tengo con quien distraerme, entonces no me queda de otra que poner atención y hoy participe 5 veces - dijo entusiasmada, el chico rubio le despeino de forma tierna
- ¿Hay chicos lindos en tu salón? -
- Hay uno, pero no se si le caigo bien - contestó tímidamente mientras se alejaban, eso fue lo ultimo que pude escuchar
Camine hacia la biblioteca con la intención de adelantar el siguiente tema por ver en la clase de ciencias de la salud, si quería volver hacer el primero en la clase con la pelinegra en el salón tenía que estudiar. Abrí el libro y empece a tomar apuntes en mi cuaderno, el ruido de la puerta abrirse me hizo levantar la mirada, la chica que pretendía superar había llegado junto con una leche de plátano y audífonos puestos
Se sentó en la segunda mesa, ni siquiera se dio cuenta de mi presencia, saco su libro y cuaderno de ciencias de la salud y empezó a estudiar de sus apuntes, parece que iba un paso más adelante que yo, ella ya tenía notas del tema y yo apenas los estaba comenzando. La observé por varios minutos varias veces se distraía con su celular pero después se daba cuenta y lo dejaba aun lado era un poco gracioso.
Cuando dieron las 5:00 pm mi alarma comenzó a sonar haciendo que volteara la cabeza hacia mi, unos segundos más y la alarma de su celular comenzó a sonar dejando escuchar una canción de the strokes, rápidamente la quito y empezó a guardar sus cosas la imite y me adelante a salir primero.
Camine a paso lento hacia la parada de autobús, me sentía seguido por la pelinegra pero es algo obvio que también tome el autobús como cualquier otro estudiante.
- Me gusto tu canción de alarma - dije al llegar a la parada, pasaron unos segundos y no recibí respuesta por lo cual volteé mi cabeza hacia ella, se encontraba con los audífonos puestos mientras miraba hacia el lado izquierdo supongo que buscando el autobús, me quede en silencio e igual espere al autobús.
El autobús llegó, subió ella primero sentándose en los primeros lugares yo al contrario me fui al fondo. Me sorprendí cuando se paró para bajar en la misma parada que yo, ahora yo la seguía no se que tan grande es la casualidad llevamos caminando 2 cuadras y aun no se desvía. Sin avisar paro, se quitó los audífonos y se giró haciéndome parar también
- ¿Me estás siguiendo? - aquella pregunta me indigno ¿que me creía? ¿un acosador?
- No mi casa es la penúltima, supongo que somos vecinos - dije apuntando mi casa
- Lo siento, me asuste -
- No te preocupes yo también hubiera pensado lo mismo -
- No te había visto por el vecindario ¿Seguro que no eres un acosador? - preguntó dudosa haciéndome reír
- Supongo que no salgo mucho, bueno ya me tengo que ir. Adiós -
Cuando llegue a la puerta note como me seguía viendo, le hice una seña de adiós con la mano y entre a mi casa; noté por la ventana como enteraba a la casa de enfrente donde me había preguntado si la estaba siguiendo, solo teníamos de diferencia 3 casas y la calle.
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.Estaba por entrar al salón pero una cabellera negra me lo impidió, estaba fuera del salón aparentando los extremos de su mochila me acerque más para ver lo que pasaba
- Dicen que pidió cambio de aula por que sus calificaciones estaban por los suelos, se la pasaba jugando con sus amigos en el fondo del salón; supongo que ahora la quiere hacer de niña lista participando en clases -
- No las escuches, siempre hablan mal de los demás - dije
- No son mis amigos o personas que les tenga aprecio, entonces no me importa si piensan mal de mi ni siquiera me conocen - dijo aun dándome la espalda tomo un respiro y entró al salón, las chicas que murmuraban sobre ella se callaron y fingieron concentrarse en sus cuadernos
- ¿En que nos quedamos la clase pasada? - entro el profesor haciendo que todos tomaran asiento
- Anatomía topógráfica- dijo ___ abriendo su cuaderno
- Ya va a empezar - dijo en bajo la misma chica que había hablado mal de la pelinegra
La clase transcurrió con tensión de por medio, aquella chica no dejaba de molestar a la pelinegra sin embargo esta parecía ignorarla y continuaba participando cada que tenía la oportunidad.
El timbre sonó indicando el fin de las clases, me dirigí a la biblioteca notando como mi vecina me seguía por detrás cargando sus cosas con los brazos cosa que me hizo reír.
- ¿Te ayudó? - pregunte, me dio un leve asentimiento y entramos a la biblioteca deje sus cosas junto con las mías y tomo asiento aun lado mío, sonreí al notar que no se recorrió
- Parece que no soy bienvenida en tu salón -
- No digas eso -
- Vamos, note como me mirabas los primeros días parecía que me querías desterrar del aula - dijo haciendo que abriera los ojos, no pensé que fuera notorio
- Lo siento - me rasque la cabeza avergonzado - yo solía ser el primero en clase antes de tu cambio -
- ¿Soy molesta? Es solo que le prometí a mi madre que subiría mi promedio y en verdad quiero hacerlo pero tampoco me gusta caerle mal a la gente - dijo dejando de subrayar su libro
- Al principio para mi lo eras pero solo porque me robaste el puesto, pero si a ellos les molesta que sepas tanto que se pongan a estudiar. No dejes tu objetivo solo por los otros. Además como dijiste no debe importarte lo que digan no son personas que aprecies -
- Se lo que dije pero no quiero ser recordada como la castrosa del salón -
- No lo serás, yo te recordaré como la lista del salón - dije regalándole un abrazo cosa que la sorprendió
- Gracias - dijo sonrojada
- ¿Que te parece si vamos a casa? ¿Y pasamos por un helado? -
Asintió con una sonrisa, eligió una playlist en Spotify y me ofreció un audífono el cual no dude en tomar, partners in crime comenzó a sonar.
Trataba de concentrar mi atención al libro de economía frente a mi, pero el perfil de la pelinegra parecía más interesante aguantaba reírme cuando imitaba en silencio al vocalista de la banda, espero que esto se haga costumbre.