Capítulo 7: El fin de semana prometido - Parte 3

755 88 6
                                    

"¿Comida favorita?"

"¡Arroz blanco con huevo encima!"

Ya era de noche, y ambos muchachos estaban recostados. Hinata estaba sobre la cama con su cabeza apoyada sobre sus nudillos y el otro sentado en el colchón sobre el piso de la habitación de Tobio. Hace cerca de media hora, comenzaron una especie de juego, en el que se preguntaban cosas uno al otro con la intención de conocerse mejor.

"La mía es el curry de cerdo." Kageyama agregó rápidamente. "Tu turno." El pelinaranja se quedó pensando.

"¿Cuándo comenzaste a jugar volley?"

"No sé... desde siempre, supongo. Mi abuelo era entrenador de volley y Miwa ya jugaba cuando nací, entonces fue algo que siempre estuvo ahí." Respondió Tobio con cierto aire de nostalgia.

"Wow, ¿tu abuelo les enseñó a ti y a tu hermana?" Shoyo le preguntó interesado.

"Sí... Era muy divertido jugar los tres juntos." El pelinaranja vio como la sonrisa nostálgica del otro se desvanecía. "Luego, Miwa abandonó cuando en su escuela le impusieron que debía cortarse el cabello para pertenecer al equipo, y mi abuelo enfermó." Hubo un breve momento de silencio. "¿Qué hay de ti?"

"En la primaria, después de ver un partido de Karasuno donde jugó el pequeño gigante. Quise ser igualito a él." Sus ojos cafés destellaban con orgullo.

"¿Debería ponerme celoso?" Preguntó Kageyama mirándolo de reojo.

"No seas estúpido. Además es mucho más viejo que nosotros." Le reprochó Shoyo. "Bien, tu turno. Pregunta."

"¿Has practicado otros deportes?"

"¡Sí! Tenis, fútbol y basquet." Kageyama lo miró ligeramente impresionado.

"¿En serio?" El pelinegro preguntó curioso. "Pero todos esos deportes requieren cierto grado de coordinación, ¿cómo es que tu coordinación al recibir es tan mala cuando practicaste todo eso?"

"¡Me estoy esforzando, ¿ya?!" Gritó lloriqueando Hinata. Haciendo un pequeño puchero, volvió a hablar. "Mi turno. ¿Cómo es tu abuelo?"

"Era. Falleció hace como dos años." Comenzó Tobio, mientras Hinata lo veía con tristeza. "Él era sabio, amable y divertido. Podía hablar y pasar horas con mi abuelo sin aburrirme."

"Se escucha como una persona muy genial."

"Lo era. Aparte de Miwa y tú, él era el único con quien podía compartir tranquilamente. Los demás niños decían que era raro porque no jugaba con videojuegos y me costaba tener un tema de conversación." Hizo una pequeña pausa, dando a entender que ya había terminado de responder. "¿Y tus abuelos? ¿Cómo es tu familia a parte de tu hermana y madre?."

"Mmm... mi familia." Meditó Hinata. "Bueno, ya te dije que vivo con mi mamá y mi hermana. Mis padres se separaron poco después que nació Natsu. Mi papá vive con sus padres en el centro; cada dos semanas vamos con Natsu a visitarlos, es muy divertido. Siempre nos compran dulces y cosas ricas. "Le dijo con una gran sonrisa. Pero luego, se puso más serio. "Aunque, mi papá nunca me ha apoyado mucho con lo de dedicarme al volley; dice que no es realista."

"Hinata..." Mencionó bajito el pelinegro. "Creo que tienes muchas cosas que mejorar, pero estoy seguro que tienes lo que se necesita para convertirte en un gran jugador." Le aseguró con seriedad, temeroso que alguno de sus comentarios hubiese herido realmente al más bajo. "Cuando hablamos de permanecer en la cancha juntos por 20 años más lo decía en serio." Shoyo sonrió al oír a su pareja.

"Lo sé." Respondió tranquilamente. "Hace tiempo me di cuenta que solo eres un corderito disfrazado de lobo." Kageyama lo miró confundido, y el otro solo rio. Una vez que se calmó, Hinata decidió seguir con el tópico de su familia. "Bueno, y mis abuelos maternos viven cerca de casa. De vez en cuando vienen a dejarnos cosas o vamos nosotros. Soy mucho más cercano a ellos, porque cuando era pequeño eran ellos quienes me cuidaban cuando mi mamá llegaba tarde del trabajo. Ahora ellos cuidan a Natsu a veces, cuando ni mi mamá ni yo podemos."

Crónicas familiares y de flechazos [Kagehina / Hinakage]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora