• Capítulo 7 •

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La mayor lección de amor me la dio alguien que no habla el mismo idioma que yo...


Rindou y Ran Haitani-

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Ran siempre se destacó en su rama familiar por ser sobreprotector.

Muy sobreprotector, demasiado, llegaba a cansar a la gente de lo tan protector que era, (porque ni siquiera lo era con ellos, no, siempre "Rin".)

Eso comenzó a raíz de sus 19 años, su hermano acababa de cumplir 15, estaba en su casa disfrutando de las ventajas de tener dinero por lo que no debía preocuparse en estudiar, su hermanito si porque según sus propias palabras; "estudiar asegura un futuro y yo quiero un futuro", ese día lo recuerda particularmente por la sangre que escurría de la nariz de su hermanito junto a él labio roto y pequeños moretones en su rostro, nunca va a olvidar como lloriqueaba con los labios y manos temblorosas, las cuales estaban ensangrentadas con los nudillos rotos, las lágrimas que bajaban de sus ojos por sus mejillas rojas y raspadas, con rastros de golpes. Jamás olvidaría esa imágen devastada de su hermano, como lloraba del dolor y lo llamaba entre hipidos e hilos de voz, notaba su dificultad respiratoria por lo que intuía golpes en las costillas. Pues resulta, que su pequeño había encontrado un perrito en la basura el cuál se quería llevar a la casa, pero su hermano también le relató que cuando lo logró tomar e iba a salir de allí, un grupo de unos 20 chicos se acercó a él pidiendo el perro, se negó porque vio que tenían algo con lo que lastimarlo y resultó siendo golpeado por unos 12 de los chicos, el resto especteaba o golpeaban al perro. La sangre del Haitani mayor jamás había quemado tanto como en ese momento.

Y cuando Rin dormía abrazado de un peluche en su cama, ya curado y en reposo Ran se encontraba con las manos llenas de sangre, una sonrisa de lado a lado en su rostro, 20 cuerpos inconscientes a sus pies y una promesa en sus pensamientos, marcando una nueva faceta.

Nunca fue alguien que se interesó en tener algo romántico, con suerte se dio cuenta de sus intereses sexuales y románticos que ya se por si para el era algo, por lo menos algo. Lo único que le interesaba era mantener a su hermano con una sonrisa siempre, porque si su hermano sonreía sin dolor alguno significaba que ambos estaban bien.

La primera vez que su hermano tuvo pareja, habló con ella, al darse cuenta de que sólo estaba interesada en el dinero y no buscaba algo romántico habló con él menor y logró salir de algo que iba a lo tóxico, no permitió que ninguna lágrima cayera de esos ojos.

La segunda, fue un amor real de ella, ni siquiera sabía que tenía dinero y su hermano le parecía lindo, era una chica dulce y tierna, al contrario no era delicada y era fuerte. No era el típico estereotipo de chica dulce, frágil y sencible. Al final el hermano mayor murió y ella no pudo con llevar una relación además del dolor, le costó mucho superarla. Pero nuevamente, no permitió que ninguna lágrima bajará de sus ojos.

El tercero, fue un chico dos años más grande, Ran nunca supo mucho de él pero no le daba buenas vibras, simplemente no funcionó la relación para ellos dos, no terminó a mal, al contrario, ambos estuvieron de acuerdo en que la relación no iba bien y siguen siendo amigos, cada uno siguió su camino. Ran no está muy de acuerdo, pero no hubieron lágrimas y con eso el estaba más que satisfecho.

Y el cuarto se llamaba Souya, no lo conocía al principió pues su hermano decía que todavía no se declaraba y sería mucha presión para el chico ir a su casa y conocer a la familia.

« Nadie puede ser tan feliz.. » [RanLey]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora