« Nadie puede ser tan feliz.. » [RanLey]

• Capítulo 5 •

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Perdón por el desorden, estoy tratando de volver a ser yo

Nahoya Kawata-

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Luego de un rato hablando con Draken, pudo entender a Mikey mucho mejor. Pero claro, en algún momento el nombrado volvió con la comida antes dicha y apenas vio a "Kenchin" repuso su postura, forma de hablar, caminar, la conversación, todo. Con el pensamiento de que este no sabía del tema y al rato se marcharon por donde mismo habían venido, Manjiro cuando le abrazó dijo que confiará en el para lo que sea después de todo; Somos iguales ¿no?

Siendo sinceros, tenía hambre y quería comer. Lo que trajo se veía apetecible [sin quitar el hecho de que llevaba dias sin comer; todo se veía delicioso] Pero en las habitaciones no sé podía o tal vez si, la verdad le daba vergüenza preguntar.

Y aunque lo hiciese, la respuesta podría ser negativa lo que significaría separarse de su hermano algo por lo que no estaba dispuesto, no aún y ahora menos que escuchó a Mikey. Prefería matarse de hambre antes de soltarlo en esos momentos.

Pero claro que, sus amigos siempre están cerca para el, para ayudarle, cuidarle y hacerle recordar algunas cosas que olvidaba. O que quería olvidar, claro.

Por ejemplo, Mitsuya entró y le guió hasta el comedor y Chifuyu se quedó con su hermano, le juro llamarle apenas algo sucediese. Si es que lo hacía, si es que llegase a suceder algo.

Más calmado, comiendo algo que no sabía que era pero por lo menos era comestible y eso es suficiente para el.

—Debemos hablar.— Sentenció el peliplata sentándose a su lado para asegurarse que no escapé, suspiró desviando la mirada sin dejar de dirigir el tenedor con comida a su boca. Eso parecía discusión de pareja pero no lo era y no lo iba a ser.

—Mitsuya, realmente no quiero hacerlo.— Suplicó en una explicación en vano, nadie le ganaba a Mitsuya en diálogo, bueno, si quitamos de la lista a Baji quien le ignoraba.

—Pues tenemos que hacerlo, no es sano para ti todo esto. No lo es para nadie, te haces daño.— Me respondió el mayor con tono triste, Souya se mordió la lengua tratando de no decir algo que no debería.

—No voy a escucharte.—;Repuso el peliazul inseguro, si eso continuaba, el no iba a quedarse callado. No iba a poder hacerlo más.

—Angry, debes hacerlo no puedes quedarte con nada dentro y debes dejar ir a Smil...— Iba a continuar, pero el golpe en seco que dio Souya contra la mesa lo calló, aunque no era tan fuerte como para hacer un escándalo (afortunadamente). Por el contrario, el pequeño levantado de voz si lo era; aunque no pasó a mayores.

—Te escucharé, escucharé a cualquiera QUE SEPA LO QUE SE SIENTE.— recalcó lo último antes de irse dejando un silencio incómodo y tensó en la mesa.

—En eso le encuentro razón.— Habló Mikey comiendo su desayuno balanceando sus piernas en el aire mientras Draken le hacía peinados en el cabello, le rejalaba y el mayor no iba a quejarse ni negarse ante una petición que el podía cumplir fácilmente.

—¿Entonces porque no vas tu a hablar con el y está vez lo haces bien, dándole entender todo lo que hemos explicado pero de forma más completa lo que a evitando de nosotros?— Cuestionó frustrado el de cejas rapadas, Take, Baji, Emma, Hina y Chifuyu quién recién llegaba no querían meterse en esa posible discusión.

—¿Por qué debería? Si gustas, asesino a una de tus hermanas así sabrás lo que se siente y tal vez podrías pensar un poco más en sentimientos ajenos.—
Murmuró en un susurró lo último para sí mismo, Draken quién escuchaba hizo una mueca de decepción para su gemelo dragón. —¿Porque eres su amigo?— Fue la repuesta que obtuvo a su pregunta, Mikey miró a Kenchin con ojos sin brillo y este suspiro mordiéndose el labio.

—También soy amigo de Nahoya.—
Replicó, Mitsuya hizo otra mueca esta vez de confusión.

—Mitsu-Mitsu, eres muy inteligente, no te lo voy a negar, pero no puedo ser un pilar para alguien si no puedo serlo para mí, no soy un hablador para cada persona que perdió a su hermanos y la verdad no quiero serlo.— Admitió, guiando el tenedor con un trozo de pastel a la boca de Draken el cual lo recibio sin medir palabra todavía, a menos que esté seguro eso va a dejar mal a Mikey, solo escuchará atentó y guardará sus propias opiniones para si mismo, porque el no tenía derecho a palabra sobre el tema y lo sabía, pero al parecer no todos lo hacían como el.

—Es tu amigo, deberías apoyarlo...— Murmuró un poco alto como respuesta entre regaño. —Y lo hago, claro que lo estoy haciendo, lo que pasa contigo es que te concentras tanto en la forma que tu crees estas ayudando, por lo que no estas abierto a más posibilidades de superar una pérdida tan grande y como crees que tu estas en lo correcto, tratas de llevar a todos de tu lado para ejercer presión social a la persona afectada y llevarle a cometer un error que podría lamentar el resto de su vida.— Y en ese momento Souya quién escuchaba la conversación todavía por no querer ir con su hermano, entendió que Draken decía la verdad Mikey podía ser muy maduro cuándo estaba en estado de "lucidez".

Caminó hasta el cuarto de su hermano a paso rápido, allí vio la firma diaria de los papeles sobre que quería hacer con su hermano.

Mordio su labio sintiendo un pequeño líquido bajar de su labio hasta la barbilla, quizás era sangre.

Tomó el bolígrafo/lápiz pasta dispuesto a rellenar.

"¿Desea desconectar?"

Hasta que recordó.

Recordó algo demasiado importante, el lápiz que sostenía cayó de golpe contra el formulario para rellenar.

Abrió sus ojos de lo sorprendido que estaba por haber olvidado a los hermanos. No podía creer que había olvidado algo que era tan importante; aunque claro, tenía otros problemas en mente pero ahora sentía que muchas cosas podrían solucionarse. Con los hermanos.

Esos hermanos.

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