Capítulo 8: "Noche azul"

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“Pequeña Nezuko”

Aquella noche pudo haber sido un infierno para los más jóvenes, sin embargo ver a Rengoku jugar con su hermana, le calmó un poco. No sabía cómo tomarlo, su maestro y gran amigo había sido convertido en demonio, y no estuvo ahí para detenerlo.

— Buscaré rápidamente la cura para volver a Nezuko y Rengoku-san en humanos una vez más.— dijo firmemente ganándose la mirada del demonio peli rosa.— Para ello necesito una muestra de sangre de un demonio que es cercano a Muzan Kibutsuji...

— ¿Sangre? ¿Qué harás con esa muestra? — preguntó Akaza mientras concentraba toda su atención en su novio. Se veía demasiado adorable cargando a la pequeña demonio quien se veía contenta estando en sus hombros. La luna era brillante y las pálidas pieles de los demonios brillaban como hermosos diamantes.

— Bueno... La señorita Tamayo está buscando una cura para ello, y necesita la sangre para traerlos de vuelta...— Tanjiro miró al hermano pequeño de Kyojuro y con el corazón roto lo abrazo hundiendo su rostro en el cuello del pequeño.— Todo estará bien Senjuro... Confío en la señorita Tamayo...

El demonio de cabello rosado miró por última vez a su novio y pensando en que hacer, sintió su corazón hacerse pequeño. No quería que esté volviera a ser un humano, quería estar con él siempre, pero... Habían personas que no querían que fuera un monstruo.

Rengoku camino con Nezuko en brazos hasta el pórtico y dejándola sobre el piso de madera se sentó a lado de ella, era extraño el como Nezuko parecía emocionada, ya que ambos estaban en silencio. Rengoku solo asentía y sonreía de vez en cuando.

— ¿Qu-Qué están haciendo? — preguntó Senjuro mientras veía a su querido hermano.— ¿Acaso están hablando?

— N-No lo sé, pero llevarlo con la señorita Tamayo no sería mala idea.— contestó Tanjiro mirando al menor de los Rengoku y con una pequeña sonrisa acaricio su suave cabello de Senjuro.— Mañana en la noche lo llevaré con la señorita Tamayo, ahí estará bien.

— Hey, hey, hey, ¿Quién te dió permiso de decidir aquello? Yo lo llevaré, si aparece Muzan estarás muerto.— dijo con molestia el demonio peli rosa, no es que se preocupara por aquel chico de aretes, se preocupaba por su amado. No quería que volviera un incidente como el de la mañana. Claro, descartando aquella tremenda cojida que se dieron.

— Lo siento Akaza, pero es mejor mantenerlo también lejos de ti, no es por ser grosero o por qué no quiera verte con mi amigo, pero... Será más peligroso si vienes con nosotros, ya que el lugar donde iremos es... “Sagrado”.

— Oh... ¿Es por la “traidora"?— preguntó mientras suspiraba y se recostaba en el suelo.— De acuerdo... Pero estaré cerca por si hay algún accidente, además, Kyojuro no le gusta que esté tan lejos de él.

— ¿Ah qué viene eso...? Solo lo llevaré con la señorita Tamayo a que lo examine. Además no es como si fuera una mascota-

— Bueno... Mi hermano mayor si parece un perro guardián...— susurró el pequeño Rengoku mientras veía a su hermano quien se encontraba peinando el cabello de la demonio.— ¡Ah! Mi-Miren~

Los presentes miraron curiosos al pequeño Rengoku y dirigiendo su mirada a aquella imagen tierna de Rengoku tratando de peinar a la pequeña Nezuko, evitaron no reír fuerte. La mirada concentrada del demonio rubio era demasiada tierna, sus manos tomaban con delicadeza aquellos hilos negros con toques naranjas de Nezuko y haciendo con ellos unas trenzas, trataba que estos se mantuvieran en su lugar. Tanjiro miró sorprendido al ex pilar y no porqué estuviera peinando a su hermana, si no que aquel peinado era similar al de aquella pilar del amor.

Los Demonios También Pueden Amar [AkaRen, RenKa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora