Capitulo 8

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—Tenemos que hablar—es lo único que pude decir.

Fui muy impulsiva al lanzarme contra él, el miedo de ser descubierta me hizo perder el control.

Tengo que ser más cuidadosa.

—Por fin vamos a hablar—el bajo la daga.

Dejamos de estar a la defensiva y a tratar de hablar como personas normales.

—Cuanto tiempo, Adam Gray, sí que paso mucho tiempo— es lo único que respondí.

—Lose, no pensaba encontrarte en esta situación, esperaba algo más romántico—empezó a sonreír.

—No te ilusiones...cuando solo éramos niños, te fuiste sin decir nada, te busqué, pero no había ni rastro de ti—dije.

—Se que estuvo mal no avisarte, pero Victoria no hubo día que no me arrepintiera.

—Eso crees, a veces pensaba que si de verdad hubiéramos recorrido el mundo juntos, nada de esto estaría pasando.

Nadie tenía nada que decir, nadie quería recordar el pasado, y los momentos dulces antes del volverse amargos.

Es cierto que cada uno tenía sus razones o escusas, y que solo quedaba seguir caminando olvidando todo lo que una vez fue.

—Necesito tu ayuda, Adam—Dije. —Tengo que entrar al castillo.

—Entiendo, yo también necesito entrar al castillo.

Me quede sorprendida, ¿Por qué el querría entrar al castillo?

Si mal recuerdo el odiaba ese lugar.

—Estrella. Ella fue capturada. — dijo este amargamente. —esos malditos, tomando renes para tenernos a su merced. Perros mal nacidos.

Adam y Estrella, pertenecen al gremio de inventores independientes, ellos eran neutrales en momentos de guerra, pero sus armas eran muy poderosas hasta el punto de decidir la batalla.

Por la codicia, el miedo y la ambición, el gremio fue constantemente chantajeado, abusado.

No hubo guerra en la que este gremio no haiga sido invadido y esclavizado.

Por esa razón el tan famoso gremio se disolvió, ocultándose en las sombras y algunos con identidades falsas.

Así es como conocí a Adam y Estrella, nos hicimos tan buenos amigos, que estuvo conmigo durante toda mi infancia. Hasta que un día no regreso.

—Entiendo, no hay necesidad de decir más...¿por esa razón te infiltraste entre las tropas?

—Sip, hubo rumores que la Emperatriz buscaba hombres, me ofrecí como tributo, pero no decía que era para servir las necesidades de las fuerzas mágicas...¡Que acaso no saben armar una base! Bueno la mayoría estaba asqueada por ir a un pueblo de cuarto nivel. Quien diría que era este lugar.

—Tienes alguna idea como infiltrarte al castillo—fui directo al grano.

—¡Por supuesto que si! La puerta trasera claro está.

—Hay no me digas...—levanté la voz.

—Hey no te enojes, no es broma, conozco el mecanismo Stéreo es muy fácil de corromper solo necesito un guardaespaldas, y mira con que gatita me encontré, lo malo es que es muy impulsiva—hizo un puchero. —Ame eso de ti, pero a hora esta con mucha "Energía".

—¡Deja de molestarme, Adam! Pensé que me secuestrarias, por eso es que te ataqué. — nunca me sentí avergonzada, pero allí estaba tapando mi cara con mi cabello. —Ayudaré con la retaguardia, no te preocupes con eso.

Cruzamos miradas.

Colapse por lo incomoda que me hace sentir. Adam siempre fue como un hermano, en mi familia había mucho feminismo, pero con el ahí podía correr con pantalones a cazar bichitos y jugar como caballeros con espadas mágicas.

Era yo, sin preocuparme y olvidarme de quien era yo.

—¡¡Victoria!!—un estruendo en el restaurante, me hizo recordar la situación que hicimos.

Baje las escaleras junto con Adam tras mío.

—¿Qué...—me quede estática, la sangre dejo de fluirme —¡¡Padre!!

Grite a todo pulmón. Llamando la atención de los Soldados reales.

—A con que es tu padre, perdón por la confusión de antes. — Habló ese mismo guardia de piel morena. — Detectamos una, pero una muy fuerte energía mágica, además de otra, pero me sorprende que su "hija" soltara una gran energía mágica. Señor Aragón o ¿Tryggvason?

—¡No fue tan fuerte! — trate de llamar su atención.

¿Pero que adria? estaba acorralada, mi padre estaba siendo apuntado por detrás con una lanza en su corazón, un paso mío y morirá.

—¡¡Victoria, corre tras Amelia!!.

—¿Amelia? Justo la que busco, ¿Dónde...

—¡¡Ve Victoria, tienes que protegerla!! ¡¡Eres la única con la que cuenta!! ¡¡VICTORIA!!—mi padre se notaba desesperado a mi completa inmovilización.

Y como si este supiera que no iba a moverme. Se soltó del hombre que le apresaba la mano derecha.

—¡Sala, llave, carta! ¡Victoria sé que podrás cuidar a Rocoto y conseguir el Condimento! Mi linda niña, eres las más valiente...Losiento—y con eso ultimo el agarro por sí mismo la lanza clavándosela, al costado suyo—¡Ve por Amelia!

La herida no era mortal, y a pesar de las palabras de mi padre. Saque del cinturón de Adam la daga de dragón.

—Mátenlo. —ordeno el General.

Y ahí el guardia del lado izquierdo le perforo el corazón, sacando el último aliento de mi padre.

Quede estupefacta, horrorizada.

Pero no había tiempo. A un con la poca fuerza de espíritu que tenía, me obligue a no sentir dolor.

—Ha, por cierto, ya no necesito que me digas de la señorita Amelia. La tengo justo a hora.

—Adam vete. —Esto iba a ser un desastre.









































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BENDICION DEL CIELO💮☁️ [#PNA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora