Capitulo 9

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Todas las mañanas siempre salía de caza, las presas eran mayormente conejos y uno que otro ciervo, pero mayormente era conocida por mi cacería de osos. Estos no eran mayores ni tan jóvenes era la edad perfecta, como lo sería la piel y la carne.

El oso pardo un depredador temible, ciertamente es peligroso acercarse a ellos. Poseen una fuerza extraordinaria y poderosas garras. Concluyentemente por esa razón no era tan frecuente mi caza de estos animales.

Pero, la experiencia que obtuve, fue grandiosa. Ya que los osos pardo macho no suelen andar en manada, era para mi fácil encontrarlos en medio del bosque.

Realmente tuve muchas heridas, por pelear con esos animales, pero estoy muy agradecida.

Por esa razón es que supe que la batalla de ahora no era justa ni infalible.

Deje que Adam saliera primero. Porque bueno yo iba destruir mi casa. Ya nadie iba a vivir aquí, pero créanme que no quiera que esta sea la única opción.

A pesar que esta escrito que algunos mestizos lograron parar el tiempo, este no era mi caso, si fuera así habría cambiado muchas cosas en mi vida.

Mi poder era más como destructivo era impulsado por mis emociones negativas.

En este momento ciertamente estaba enojada, destrozada y con miedo.

—¿Resistirá querido Capitán? —dije con sarcasmo.

No espere respuesta.

Como si fuera una bomba, mi energía exploto envolviendo todo mi alrededor, sentí como esta era disparada y expulsada con una potencia extraordinaria. Junto con ella salieron mis lagrimas permitiéndome un momento de debilidad por la muerte de mi padre.

Cuando sentí que todo de mí ya había sido echado, pare mi lamento.

—Losiento— fue lo único que dije al ver el panorama que me rodeaba.

Mi alrededor estaba intacto, pero claramente no había rastro de ningún cuerpo, todos habían sido pulverizados incluso con sus almas.

Me encamine hacia adelante.

Paré junto al jardín de la señora Abel, justo cuando iba llamar a su puerta...

—No te molestes...

Una voz claramente femenina, me detuvo.

—La aprendiz ya no se encuentra...en...sus  agujeros.

No tenía que preguntar quién era, pues claramente ese tono de voz, debería de ser la Emperatriz Gabriela.

—¿Dónde está mi hermana?

—Por a ver colaborado a su captura, no serán...ejecutados— claramente había sido ignorada.

Si bien me imaginaba una Emperatriz vieja, ella parecia un poco mayor que yo.

—¡¿Dónde está mi hermana?!— grite.

—¡Que insolencia por gritarle a su Alteza, claramente será ejecutada! —hablo un hombre con una gran peluca blanca en su cabeza.

—No será necesario. A partir de hoy será su deber servir a la corona y al país. Es una mestiza después de todo. Tu obligación como tu lealtad deben estar con el Emperador. Es propiedad de la corona. Claramente será castigada por ayudar a una traidora, pero de seguro que después de la educación que recibirá estará en buenas condiciones para ser utilizada.

—¿De qué hablas? —la mire a los ojos de una manera de que pudiera matarla con ellos.

—Bendición del Cielo 0857.-

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⏰ Última actualización: Nov 06, 2021 ⏰

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