Donde Katie tiene una hermana llamada Maya y su mejor amiga es Alexa.
Se enfrentarán las tres amigas a su pase por la secundaria con los obstáculos que se vendrán, pero ¿Qué pasa cuando tienen que mantener un secreto tan grande como el cancér?
[alex...
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——— Maya ———
Nos encontrábamos Reagan, Katie y yo en la cafetería de la escuela. Observaba a mi hermana, quien estaba practicando para la obra, en silencio con una mirada divertida hasta que al escuchar a alguien suspirar a mi lado voltee la cabeza viendo a Alexa.
—El desfile de regalos inútiles comenzó. Me dieron un pez de compasión, saluden a Ricardo —Nos mostro una bolsita con un pez, Ricardo quiero suponer. La mire extrañada, ella fijo su mirada en mi hermana —. Me gustaba mucho más cuando te pasaba a ti.
— ¡Hey! —exclamé frunciendo el ceño —, si no quieres los regalos dámelos a mi, necesito ir juntando cosas para regalarle a familiares en navidad —Me queje haciendo una mueca.
—¿Quieres un pez dorado? —Me preguntó enarcando una ceja. Solté una carcajada.
—No gracias, quédate a Ricardo.
—A mi me encantan los peces de colores —salto a decir Raegan.
—Es todo tuyo. Lo siento, Ricardo. No eres tú, soy yo —Sonreí entretenida viendo a Raegan aceptar felizmente su pez. La voz de una maestra empezó a sonar por las bocinas de la cafetería, avísandonos que el viernes se tomarían las fotos del anuario.
—Uy, ¡fotos del anuario! De acuerdo, eso te alegrará —le comento Katie a Alexa intentando ver un lado positivo, la castaña asintió poco convencida cuando después escuchamos a la misma maestra mandarle un saludo a Alexa. Mire a las chicas con una mueca extrañada.
—¿Podría llamar más la atención? — un chico llega sin decir una palabra a darle un oso gigante de peluche —. Gracias. Bueno, al menos tengo cita para el baile.
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Salgo del baño yendo a donde estaban los lockers, en cuanto me paro enseguida de mi hermana puedo ver como Gwenny Thompson sale de la imagen y mi querida amiga intenta meter el enorme oso a su pequeño casillero. Miro a Katie confundida.
—¿Contexto, plis?
—Gwenny fue amable con Alexa —Empecé a reír como idiota.
—Buen chiste —le palmeo el hombro y ella voltea a verme, se congela mi sonrisa —Es un chiste, ¿cierto? —me sigue viendo mientras mi sonrisa desaparece dejando una mueca sorprendida —¿Eh? ¿Cómo? ¿Qué rayos?
—Mejor vayamos a clase —Katie empuja a una Alexa frustrada y una Maya shockeada al salón que nos toca.
