Donde Katie tiene una hermana llamada Maya y su mejor amiga es Alexa.
Se enfrentarán las tres amigas a su pase por la secundaria con los obstáculos que se vendrán, pero ¿Qué pasa cuando tienen que mantener un secreto tan grande como el cancér?
[alex...
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Estaba en camino hacia la cafetería donde me encontraría con mis amigas cuando al dar una vuelta una figura se cruza en mi camino haciendo al instante que frene antes de chocarnos.
—Ay, lo siento — se disculpa rápidamente echándome una mirada preocupada. Dandole un vistazo bien lo reconozco rápidamente. Suspiró negando con la cabeza.
—No te disculpes, no pasa nada.
—Maya.
—Nicholas —Al escucharme hace una pequeña mueca cruzándose de brazos.
—Nicholas, ¿no habíamos quedado en que podías llamarme Nick?, como todo el mundo me dice aquí —encojo mis hombros dándole una mirada.
—Si, pero después recordé que mencionaste que así te decían tus amigos, y técnicamente tú y yo no somos amigos.
—Auch —me mira falsamente dolido, porque claro ambos sabemos que esto es solo en broma —. Vaya, y yo que creía que podía decir que era amigo de una de las mejores voces que he escuchado en mi vida.
—¿En tu vida? —le lanzo una mirada incrédula —,¿En serio? —resopla rodando sus ojos.
—Bueno quizás y exagere un poco, pero si de las mejores voces de esta ciudad.
—Si, claro.
—Volviendo al tema anterior —Lo miro expectante a lo próximo que podía llegar a tirar —, solamente los directivos y mis padre me llaman así, estos últimos solo cuando los hago enojar, así que te pido por favor que no vuelvas a llamarme Nicholas.
—¿Y cuáles son los casos en los que hace enojar a sus padres, Nicholas? —vuelve a hacer una mueca pero esta vez divertida.
—Quizás y las veces en las que llegó un poco más tarde de lo debido o cuando salgo sin preguntar.
—Wow, así que tenemos a un rebelde entre nosotros, ¿no es así señor Cárter? —lo molesto un poco más haciendo que vuelva a reír, que estoy comenzando a pensar que es un sonido bastante agradable, cómodo.
—Primero que nada, no soy un rebelde, simplemente me gusta disfrutar de mi libertad —le lanzo una mirada haciendo que me lance una sonrisa ladeada antes de seguir hablando — Segundo, soy definitivamente demasiado joven para ser llamado señor y tercero, ¿Cómo sabes mi apellido? ¿Acaso es usted una acosadora señorita Cooper?
Atrapadaaaaa.
Cállate.
—Okay, primero que nada —empiezo imitando lo que había hecho hace unos segundos atrás —, estoy segura que a tus padres les gustaría saber más tu concepto de libertad, segundo, seas joven o no actúas como un niño y pareces un señor, y tercero, eh... la maestra de teatro el otro día mencionó tu apellido así que creo que se me habrá pegado —Que verdad si es pero el no debía saber ni pensar que estaba fondeando tus pensamientos — ¡Ah! Y entonces, como es que tú sabes mi apellido.
