Desde la mañana había notado muy extraño a Oliver, había actuado demasiado nervioso y cada que le preguntaba qué sucedía el solo balbuceaba cosas sin sentido y se iba rápidamente.
En la hora de la cena el simplemente no apareció, lo cual me pareció un poco raro luego de sus comportamientos durante el día pero los gemelos me dijeron que seguro era por el partido de quidditch el cual es en unos días, así que decidí dejarlo pasar.
Al terminar la cena camine rápidamente a nuestra sala común para buscarlo, lo encontré sentado en uno de los sofás con su pijama y sonreí.
-Me alegra que llegarás -fruncí el ceño pero antes de responder tomó mi mano llevándome hacia su habitación.
-Espera, espera... yo no puedo estar aquí -le dije, luego de ver que cerró la puerta.
-Nadie lo sabrá, _____, tranquila -mire alrededor y en la cama había una mesita con unas tazas de chocolate caliente y algunos postres. Mi pijama se encontraba a un lado de esta.- así que... bienvenida a nuestra pijamada, ve a ponerte cómoda -sonrió.
-Te amo mucho, Oliver -le dije y lo besé, él tomó mi cintura profundizando más el beso.
-Te amo más -le sonreí y camine al pequeño baño de la habitación a ponerme mi pijama.
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Un rato después de habernos comido todo y haber platicado sobre lo primero que se nos ocurría, decidimos acomodarnos para dormir. Me acomode en su pecho y volteé a verlo dejando un beso en su mandíbula, él sonrió y se agachó para besar mi frente.
-Bien... tengo algo que decirte -dijo mirándome directamente a los ojos.
-Dime -murmure, perdiéndome en el color de sus ojos, él se rió y se sentó tomando mi mano para colocar algo dentro de ella, cerrándola.
-Aún no puedes ver -me dijo refiriéndose a lo que había puesto ahí, me reí asintiendo.- esta no es la manera más romántica pero solo es una promesa -lo miré con confusión.- y te prometo que un futuro este anillo se convertirá en uno real, uno de matrimonio que ambos compartiremos... puedes abrirla -.
Abrí mi mano y miré el anillo con un pequeño diamante en forma de corazón, sonreí grandemente y miré a Oliver. Le di un pequeño beso.
-¿Te gusto? -preguntó nervioso, sonreí asintiendo y él lo tomó con una gran sonrisa para ponerlo en mi dedo medio.
-Jamás pensé que alguien me daría un anillo de promesa -mi novio se rió besando mis labios.
-_____ te amo y quiero que estemos juntos para siempre. Es nuestra promesa -volvió a besarme posicionándose encima de mi.
-Nuestra promesa. Te amo -le dije al terminar el beso.
-Eres hermosa -y sonreí aún más, definitivamente mi chico era un sueño y siempre me hacía sentirme completa.
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•20/09/2021•
Ay, que tierno
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