La chica lloraba en su habitación, se sentía muy mal, y su autoestima estaba por los suelos.
Él chico llamado Mike, con el cual pensó que se casaría y pasaría el resto de su vida, la había dejado sin dar explicación alguna, ¿lo peor? Por mensaje, así es, mensaje, la pobre sentía que la vida era un asco.
Había pasado un día de eso y desde entonces la muchacha había estado llorando en su habitación -para que nadie pudiera darse cuenta-, mientras comía helado y veía películas depresivas, envuelta en su cobija favorita.
El sonido de su celular la distrajo de la cuarta película que llevaba, haciéndola suspirar pesadamente. «Diego» decía la pantalla, quien era su mejor amigo, la estaba llamando, pauso la película y respondió.
-Hey -intentó sonar normal, pero su voz salió como si hubiera estado gritando por días.
-Hey _____! Necesito decirte, lo más gracioso que he hecho -habló el chico riendo, detrás de la línea.- oye, ¿que pasa? Suenas muy mal -.
Un suspiro por parte de ella sonó en toda la línea.
-Mike -respondió entrecortada.
-Te juro que ese desgraciado me las va pagar. Sabes que, iré a tu casa ya mismo, te llevaré helado -.
-Bien... Gracias Diego -.
-No te preocupes, nos vemos en un rato. Te amo -.
-Yo más, nos vemos -colgó y volvió a poner la película, acurrucándose en la cobija.
Un rato después el timbre sonó y se escuchó a Diego subir las escaleras, entro a la habitación, con una dos bolsas de papel en las manos. Las dejo en la mesita de noche y miro a la chica, con una sonrisa la cual ella devolvió.
-Traje mucho helado -sonrió.- también chocolate, dulces, galletas, café y té ¿cuál prefieres? -sacó las cosas de las bolsas.
-No tengo ganas de ninguno de los dos -sonrió.- mejor solo lo otro -.
-Esta bien, comamos -.
-¿Comamos? Ja, no, eso es solo para mí -el río entre dientes negando.
-Iré a buscar cucharas -ella asintió.
El chico bajo a la cocina en busca de cucharas y los tazones para el helado. Diego subió a la habitación, puso el helado con galletas en los dos tazones y le pasó a la chica el suyo.
-Bien, veremos una peli... y la escogeré yo -tomo el control y la puso.
-Bien -alargó la e.- pero será la única vez que elijas una, gracias -se acomodo y empezaron a ver la película.
Comían helado mientras veían la película, de acción, muy entretenida y ambos carcajeaban, al chico le encantaba ver a _____ así, sonriendo y sin sufrir por un idiota.
Al acabar la película y todo el helado, Diego puso los tazones en la mesita de noche, volteo a ver a la chica y sonrió, apago la televisión.
-¿Cómo te sientes? ¿Quieres hablarlo? -.
-Quiero golpear a algo o alguien fuertemente -suspiro.- esto es una basura -.
-Hey -la abrazó y la atrajo a su pecho mientras ella lo abrazaba fuertemente, no quería llorar más, él no valía sus lágrimas-. ¿Quieres golpearme? -ella se separó y lo miro.- ya sabes para que pase tu coraje -ella sonrió.
-No, estaré bien -asintió.
-Entonces... ¿que puedo hacer? -.
-Solo... Ayúdame a olvidar... por favor -pidió.
-¿Qué, cómo? -.
-Solo hazme olvidar. Como sea, solo ayúdame a olvidar -suplicó.
El castaño acarició la cara de la chica, delicadamente y tomó su barbilla, acercándose a ella tan rápidamente que no pudo permitirle darse cuenta sobre lo que pasaría, hasta que sucedió, los labios de él se posaron sobre los de ella.
El beso era suave, dulce y algo tímido.
Desde siempre fueron mejores amigos, pero era claro que ahora no se sentía más así, las mariposas en el estómago de ambos estaban como locas.
-Mike nunca te mereció, y sabes, cometió el gran error de toda su vida, al dejarte ir -.
-¿Quién? -pregunto ella divertida, él sonrió y volvieron a unir sus labios en un maravilloso beso, lo mejor del mundo.
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•28/01/2022•
Se que no tiene mucho sentido jaja, lo siento es algo que escribí casi cuando empecé y ya no recordaba que lo tenía.
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