[Día 16: Public]

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Zenaida parecía sumida en el flujo de su pincel sobre su lienzo con la suave brisa del jardín sobre ella, cuando Eva apareció desde detrás para voltear su cabeza y obligarla a compartir un beso; el bautizado como "El sexo oral" entre sus mundos no habia terminado, pero ante los ojos de esa criatura era como si su mundo le estuviera dando los últimos movimientos de lengua al mundo de Zenaida y ambos estaban a punto de venirse.

—Sentí tus celos anoche, querida— le dijo al oído —No quise despertarte, pero tu tía no es la única que disfrutará de esto

Aunque a la princesa le gustaran los besos y susurros de aquella criatura, en el momento que siente como sus manos comienzan a bajar por encima de su ropa es cuando todo en ella se estremece y se retira de Eva.

—¿Acaso debo de recordarte tu trato?— dijo Eva

La princesa solo ladea la cabeza enviando la atención de la peliazul a ese lugar. Mara acostumbraba a bordar en el jardín, y aquel era uno de esos días en los que las actividades de ambas habían coincidido.

—¿Y acaso crees que el que nos vean me importa?— dijo ella volviendo a besarla

Zenaida ya se había vuelto demasiado manejable a las manos de aquella criatura eso ambos lo sabían, una para saber qué podía esperar y otro por saber que podía embrujarla y hacerla lubricar con solo un beso y ponerla a sus pies.

Sabía que no podía detenerla y en ese momento donde deja su pincel y sus pinturas sobre el caballete, solo esperaba que la atención de Mara no fuera hacia su dirección.

Eva utilizó sus dedos de tentáculos para deslizarse por varias partes del cuerpo de la princesa, pero uno de ellos de manera escurridiza entró en su ropa interior, deslizándose por todo su sexo y entrando en la princesa como si fuera nada.

Entrando y saliendo, estimulando ese pequeño punto difícil de encontrar pero placentero a la hora de jugar y los gemidos de la princesa contestaba a las acciones de aquellos dedos.

Comenzó de una manera suave; como si fuera una caricia en su interior.

Después fue un poco más rápido mientras que otro de los tentáculos ataba las manos de la princesa y otro par se deslizaba por sus pechos.

Con uno de los gemidos Eva supo que había encontrado el "Justo ahí" que la princesa no hubiera querido admitir y fue cuando comenzó a mover sus dedos tentáculos en esa zona de una manera rápida y directa.

Cuando sintió que la princesa se había terminado de venir en su ropa interior fue cuando se detuvo y regresó sus dedos a su estado normal.

Mientras recuperaba la respiración vio como su prima se acercó, pensaba que sería el fin, que en ese momento sería descubierta por Mara. Pero al momento en que estuvo junto a ella sólo miró su lienzo.

—Te esta quedando bien— dijo con una sonrisa en su rostro antes de regresar al interior de la casa

Cuando Mara estuvo lo suficientemente lejos, Zenaida sólo miró a Eva

—¿¡Sabes lo que acabas de hacer!?— dijo la princesa

—¿Darte tu orgasmo vespertino?— contestó de manera burlona

—Ahora Mara seguro piensa cosas raras de mi ¡Y todo es tu culpa!

—Hablas como si no hubiera puesto la zona de éxtasis a nuestro alrededor en cuanto empecé a tocarte

—¿De qué rayos estás hablando?

—Oh... ¿Jamás te lo dije? Fuera de hace poco que nuestros mundos se daban sexo oral mutuamente, jamás has estado en peligro de ser descubierta. Yo lo llamo "Zona de estasis" Y créeme, tú eres la que sale más beneficiada de ella— mencionó la curvilinea

Aquella era una situación que habia vivido poco en la cabeza de la princesa desde que habia tenido sexo con esa criatura por primera vez. Más de una vez habría podido ser descubierta aunque nadie viera a la forma de turno que se encontrara dominándola, podría haber sido escuchada cuando se encontraba expresando el placer que sentía de manera oral, y sin embargo jamás había sido así.

La "Zona de éxtasis" era la respuesta a aquella pregunta. Como una parte de sus poderes de ilusión, era una burbuja de la que no salía ni un sonido ni una palabra y en la que se proyectaba una ilusión.

—En teoría, los demás ven lo que yo quiero que vean y mientras tanto podemos estar pasandola bien— mencionó Klaus con una voz seductora

—¿Y que veía Mara?

—Si llegaba a voltear sólo te veía pintando en silencio

—¿No que poco te importaba que te vieran?

—A mi no, pero a ti sí

Aunque había estado enojada, aquellas palabras de alguna manera enternecieron el corazón de la princesa.

"Se preocupa de lo que quiero"

Es lo que ella pensaba

Las Lunas de Octubre | #Kinktober2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora