[Día 26: Waxplay]

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Si bien hablar con Sariel en ocasiones era complicado por la lejanía de mundos y que este estuviera atado al de la oscuridad, para Klaus era más sencillo contactar con otros seres de su misma especie; como todos estaban en tierra requería menos poder.

—No lo entiendo, con el bondage casi siempre caen, especialmente cuando no tienen mucho de haber dejado de ser vírgenes— mencionó Klaus

—Siempre habia sabido que de alguna manera eras idiota, pero no pensé que fuera para tanto— dijo Yule

Aquel era otro ser de la oscuridad a quien Klaus se había decidido a contactar por medio de sus poderes. Un ser cleptómano cuya tentación a los humanos era la de que tomaran las mismas acciones.

—Aquello no es lo peor que me han dicho pero ¿Porque ese insulto sacado de la nada?— dijo Klaus

—¿No es obvio? Tu conexión al mundo de los humanos y tu estadía demasiado larga te están haciendo suave, se nota que tendrás que pasar un buen rato en la oscuridad para recuperarte— mencionó Yule

—¿Suave yo?

—¿Klaus el semental poniéndole camisón a su víctima? ¿Qué sigue? ¿Le vas a dar flores y decirle "Te quiero"?— dijo Yule de una manera burlona

En ese momento Klaus se encuentra frente a frente con sus verdades. En otro punto de su vida ni siquiera se le hubiera pasado por la cabeza el dejar a su víctima en pijama, antes le habría importado poco y la hubiera dejado desnuda en su cama.

—¿Te arrepientes ahora de lo que hiciste?— dijo Yule

—Ni un sólo día— le contestó —Pero supongo que algo se me tendrá que ocurrir para que me libere

~•~•~

Klaus sólo veía como el rostro de su humana se torcía con dolor mientras arrancaba con fuerza aquella tira de su pierna.

—Oye, si te esta doliendo como para poner esa cara, ¿Por qué carajos lo haces?— dijo Klaus

—No lo entenderías, cosas de chicas

Muchas chicas aprovechaban la llegada del otoño para pasar aquellos fríos meses sin depilarse, pero para Zenaida no era una opción ya que la genética le había jugado mal y el vello que le crecía en las piernas era grueso y abundante, eso la tenía arrancandolo con cera caliente. Pero aquella última frase fue la que lo llevó a rodearse de una nube oscura para convertirse en su forma de cabello azul y arrojarle una mirada de superioridad y una sonrisa burlona

—Okay, ganaste— dijo Zenaida —Pero por lo que veo tu eres lampiña, jamás te has tenido que hacer esto

Viendo lo que la princesa estaba usando para arrancarse el vello, a Eva le volvió un recuerdo; lo había visto un par de veces y practicado otras tantas.

—Cierto, pero eso es porque yo hago cosas más divertidas con cera— dijo Eva

El suspiro que la peli azul soltó después solo denotaba la constante excitación con la que vivía, pero fue esa acción la que llamó la atención de la princesa, algo que Eva notó

—Pero, nah, no estas lista para eso— dijo la peli azul

—¿Eso crees tú?

—¿Es eso un reto?

—Por ahora lo es, no me hagas convertirlo en una orden

Eva solo sonrió de manera malévola; su propio plan estaba funcionando.

~•~•~

—Consideralo una prueba— dijo Eva —Si veo la más mínima señal de que esto te gusta y consigues llegar al final, te haré eso que tanto te gusta que haga con mi lengua allá abajo. Si llega un momento en que no puedas aguantarlo más, suena tus zapatos 3 veces y me detengo, pero la pequeña princesita se quedará sin sexo hoy aunque tu puebo reciba su recompensa, ¿Estas de acuerdo?

Aquello lo había dicho debido a la posición en la que había dejado a la princesa después de una correcta preparación. Desnuda con los ojos y boca cubiertos causando que su respuesta se redujera a un movimiento con su cabeza afirmativo, cuerdas atandola a la silla del tocador de sus tobillos y con las manos por detrás de la espalda de la silla, solo dejando las ataduras de los tobillos lo suficientemente flojas para que hiciera sonar los tacones de sus zapatos en caso de que no pudiera tolerarlo.

Con un movimiento de su mano, Eva hizo aparecer una vela de color negro en una de sus manos y un encendedor en la otra. Encendió la mecha y paseo la vela cerca de la cara de la princesa, permitiéndole que sintiera el leve calor de la llama y aspirara aquel aroma de moras azules que no tenía más significado fuera de que era un aroma que a Eva le encantaba, aunque de repente olvidara el porqué. Al momento en que la vela estuvo suficientemente caliente, Eva miró a Zenaida.

Acercó la vela a ella y la inclinó ligeramente, derramando la primera gota de cera sobre la pierna de la princesa. La princesa pareció vocalizar un sonido doliente

—Ups, mira que descuido. Esta no es la vela especial para este juego, es una vela aromática cualquiera— dijo Eva, casi como si se estuviera burlando de ella —Pero, no me voy a detener a menos de que tu lo digas, majestad

Una segunda gota cayó en su pierna contraria, haciendo a la princesa vocalizar con dolor, pero sin ser el suficiente para hacerla rendirse.

Una cadena de gotas de cera negra se repartieron por varias zonas de su piel; su espalda, su pecho, su abdomen donde estaban sus marcas de color a juego. Aunque Eva deseara la renuncia de la princesa con toda fuerza, sabía lo que se podría sentir si derramaba cera en su feminidad o en zonas demasiado cercanas, por lo que era algo que evitó.

Después de un rato, por primera vez la princesa cedió; el dolor le fue insoportable, aquella cera le dolía y por caer sobre su piel recién depilada lo sentía aumentado, las lágrimas por debajo de su venda no salían de la manera correcta lo que le causaba un dolor interno. No tuvo más opción más que la de hacer aquella señal que habían pactado.

—Que lastima, considerando lo que estabas haciendo pensé que resistirias más— dijo Eva

Con un chasquido de sus dedos las cuerdas cayeron al suelo y la princesa pasó rápidamente a retirar la venda que cubría su boca y la que cubría sus ojos. Vio como con una sonrisa Eva apagaba la vela y le mostraba la lengua que se perdería esa noche.

—¿Te diviertes?— dijo la princesa

—Sí, pero tu cara dice que los juegos de los últimos días te duelen— mencionó Eva —Tienes el poder de renunciar en el momento que quieras, ¿Lo sabías?

—¿Lo tengo?

Aquello levemente le dio esperanzas a Eva, pensaba que con ese conocimiento por fin tomaría la decisión que le dotaría de su libertad, pero la princesa no dijo nada y solo tomó paso al baño para retirar la cera con un poco más de privacidad, decepcionando así a la peli azul que solo veía su segunda idea fracasando frente a sus ojos.

"No se porque me siento así; como si fuera la primera con la que se la pasa tan bien y se divierte tanto"

Las Lunas de Octubre | #Kinktober2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora