Capítulo 22.

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CAPITULO XXII

Cómplices.

Alluka se dedicaba a escuchar a detalle al joven frente a sí.

En su mente, debatía con Nanika sobre qué era verdad y qué era mentira, pero ambas estaban de acuerdo con que Gon era honesto, parecía genuino y el dolor en sus ojos y su arrepentimiento eran imposibles de fingir.

Soltó un pesado suspiro al escuchar las súplicas por su ayuda, desviando su mirada al suelo.

-No sé si pueda ayudar mucho, Onii-chan ha estado muy mal, casi no come, duerme mucho y me preocupa encontrarlo desmayado o…m-muerto, cada vez que llegó a casa después de trabajar. — Mencionaba la pequeña, bastante preocupada y angustiada por su hermano mayor, cosa que hizo sentir aún peor a Gon, por su culpa estaba en ese estado tan delicado.

-Necesito explicarle la verdad, no sé que ideas tendrá sobre mí ahora. — Mencionó, soltando un pesado suspiro.

-Onii-chan piensa que cuando vivían juntos tú tenías tus que beres  con las chicas que te coquetean en el colegio. — Mencionó, con amargura al recordar el estado en el que estaba su hermano al llegar a su apartamento hacía ya unas semanas.

-¿¡Qué!?, ¡Eso no es verdad!. En esta vida no hay nadie que me importe más que Killua, y mi futuro bebé claramente. — Mencionó algo avergonzado, pero debía hacerse responsable de sus actos, o eso decía su tía.


-Yo lo comprendo y me alegra que en este mundo exista una persona que ame tanto a Onii-chan. — Mencionó dedicándole una cálida sonrisa. – Pero Onii-chan no quiere verte, por eso no ha ido al colegio, realmente no puedo hacer mucho para ayudarte… — Mencionó, bajando la mirada nuevamente y haciendo desaparecer su sonrisa. Gon vio apagarse su última esperanza al escuchar sus palabras, todas sus esperanzas estaban puestas en Alluka y al escuchar sus palabras, simplemente se derrumbó y por algunos momentos su corazón dejó de latir. – Pero… — Mencionó Alluka, cosa que alertó a Gon, observándola con un leve brillo en sus ojos, recuperando la esperanza.

-¿Pero?... — Preguntó Gon, impacientemente.

-Bueno, no puedo hacer entrar en razón a mi Onii-chan, pero puedo darte la dirección de mi apartamento, así podrás visitarlo, mañana. — Mencionó con una sonrisa.

-¿Mañana?, ¿No puede ser hoy?. — Preguntó haciendo un puchero, cosa que provocó la risa de Alluka.

-Claro que no, ya es tarde, mañana puedes ir a esta dirección, a partir de las 7 de la mañana en adelante. — Mencionó anotando su dirección en una servilleta de la pastelería, para luego entregársela. – No le digas a Onii-chan que yo te la di. — Dijo entre leves risitas, por lo que Gon negó con una sonrisa.

-No diré nada, me ayudaste muchísimo Alluka, ¡Gracias!. — Mencionó, abrazándola sin previo aviso, cosa que asustó un poco a Alluka, pero de igual forma correspondió su abrazo.

Seguidamente, ambos se fueron a sus respectivos hogares.

-Estoy en casa Onii-chan. — Advirtió Alluka, cerrando la puerta del apartamento y caminando por el pasillo, hasta llegar a la sala, siendo abrazada de repente.

Destinos Cruzados [FINALIZADO].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora