A Commander and a Princess | Traduccion | Clexa

The Last Mountain Man

POV Clarke

Clarke se apartó de su madre, que ya se estaba volviendo para ayudar a los demás que apenas habían escapado. Octavia y Raven estaban entre los heridos; Desde donde estaba Clarke, podía ver a Raven agarrándose el brazo por el dolor, y Octavia tenía un corte en la frente, como Lexa. Clarke se volvió hacia ella ahora, agarrando el trapo de entre sus dedos e inspeccionando la herida más de cerca. Tenía algunos suministros médicos en su bolso en su cintura, y pensó que podría usar eso para arreglarlo correctamente. Llevó a Lexa a un pedazo de escombros que había venido de la montaña y la sentó.

Clarke se sentó a su lado, colocó su bolso en su regazo y sacó un paño nuevo y limpio y el pequeño kit de herramientas médicas que tenía (lo había conseguido de su madre, que los había encontrado y puesto juntos en la caja). Lexa se sentó mirándola detrás de su pintura de guerra, las manos en su regazo y los pies plantados en el suelo frente a ella. Dejando caer su bolso en la tierra, Clarke se giró para enfrentar a Lexa por completo, manteniendo su mirada en el corte que se arrastró por la frente de Lexa. La sangre negra que Clarke había aprendido a asociar con los Sangre Nocturna había dejado un rastro más allá de su ceja izquierda.

Clarke se agachó para buscar su frasco de alcohol y vertió un poco sobre su paño. La dejó en la hierba a sus pies y volvió a levantar la tela, advirtiendo a Lexa: "Esto podría picar".

Lexa asintió con la cabeza, preparándose apretando la mandíbula. Mantuvo los ojos abiertos, mirando a Clarke. Primero, Clarke le limpio la sangre de la cara, llevándose accidentalmente un poco de su pintura de guerra. Luego alcanzó el corte y lo frotó suavemente con el paño. Los ojos de Lexa temblaron, pero aparte de eso, no hizo ningún movimiento para demostrar que se sentía incómoda.

Cuando Clarke terminó, tomó su equipo y comenzó a coserlo. No era un corte tan profundo, tal vez un cuarto de pulgada de profundidad. Esta vez, Lexa mostró más signos de malestar, considerando que Clarke se estaba clavando un hilo quirúrgico en la frente. Cerró los ojos brevemente en un momento, apretando la mandíbula con fuerza. Clarke trató de hacerlo lo más indoloro posible, pero no había mucho que pudiera hacer para evitar que le doliera. No tenían nada disponible para adormecer.

Y, además, Clarke había terminado. Lexa todavía tenía los ojos cerrados cuando Clarke cortó el extremo del hilo quirúrgico y tiró hacia atrás, guardando sus suministros médicos. Clarke le agarró las manos, que todavía estaban rígidas en su regazo, "Lexa, está bien. Puedes abrir los ojos ahora, he terminado".

Los ojos de Lexa se abrieron de golpe y miró a Clarke, parpadeando varias veces. Abrió la boca para decir algo, pero volvió a cerrarla cuando sus ojos se posaron en algo detrás de Clarke. Clarke se volvió y vio a Raven con un cabestrillo en el brazo herido. Estaba ajustando su cabestrillo mientras se sentaba a su lado, suspirando profundamente.

"Tu mamá le está dando puntos a Octavia. Deberías haber visto el corte de cerca; fue bastante asqueroso. Le recorrió la mejilla. Creo que se cortó con un trozo de metal cuando aterrizó en la hierba". Raven les dijo. "¿Están bien chicas?"

"Estoy bien." Clarke le dijo: "Lexa me protegió, pero ella tiene una herida bastante desagradable".

Raven miró a Lexa, asintiendo con la cabeza, "A pesar del corte, todavía te ves tan deslumbrante como siempre, Comandante".

Lexa negó con la cabeza divertida. Ella se aclaró la garganta, levantándose del pedazo de escombros, sus manos todavía unidas. Le dio a Clarke un beso en la frente y asintió con la cabeza hacia Raven, "Las veré a las dos más tarde; tengo que arreglar esto".

"¿Necesitas ayuda?" Ofreció Clarke.

"No, está bien, quédate con tus amigas. Yo me encargaré de que nos ocupemos de la Nación del Hielo". le dijo Lexa.