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Charlie fue el primero en hablar.
—Te he estado evitando últimamente—dijo—, la verdad es que dentro de mi cabeza todo está hecho un lío y no sé cómo acomodarlo, pero no puedo estar ignorando todo porque no llegaré a nada.
Selene lo dejó hablar.
—Sé que no debería pero me siento como un mal amigo—mientras hablaba, Selene pudo notar el movimiento que hacía con sus manos, estaba ansioso—, todo inició hace poco, creo que entre mi rechazo me di cuenta de que realmente no era que no quería estar cerca sino que lo ansiaba tanto que me molestaba por eso. Porque cuando uno está vulnerable, cuando se siente solo y no sabe qué hacer, una persona que se mantenga a tu lado sin importar qué, es una de las mayores demostraciones de cariño.
La chica siguió viendo como el chico poco a poco se quitaba las cutículas de sus dedos. Le tomó la mano para que no continuara.
—Te haces daño con eso—le dijo.
Él colocó su otra mano sobre la de ella y las juntó logrando que ella lo mirase a la cara.
—Me gustas—confesó Charlie, miró a la chica sentada a su lado y no supo descifrar su expresión, ¿era algo bueno o malo?
Charlie había pasado gran parte de su vida observando a las personas, desde sus días en el Instituto hasta llegar a la Universidad, había estado siempre callado y observando lo que los demás decían por lo que era algo fácil en él poder darse cuenta de ciertas expresiones y reconocer las emociones faciales de manera rápida; sin embargo la expresión que colocó Selene cuando le dijo que le gustaba, no era familiar para él.
Por eso se encontraba asustado por lo que pudiese pasar luego.
Ella no hablaba y él sentía que en cualquier momento se iría.
Una leve sonrisa apareció en los labios de la chica. ¿Eso qué significaba?
—Tú también me gustas—respondió, ella tomó su mano y la acarició suavemente con pequeños movimientos.
Charlie se acercó un poco más a ella y se inclinó estando a sólo unos centímetros de su rostro. Selene posó sus manos detrás del cuello del chico y lentamente rozó sus labios con los de él. El castaño decidió terminar con el espacio que los mantenía separados y juntó sus labios.
Podía sentir su cuerpo temblar, pero no era una sensación para anda mala. Estaba asustado pero realmente su miedo estaba en separarse de ella; los labios de Selene habían estado en sus sueños muchas veces y por primera vez podía sentirlos. Con movimientos suaves mantuvo el beso, se separó sólo un momento para verla.
Las mejillas de ella estaban igual de rojas que sus labios, se acercó nuevamente a ella, le dio un beso corto en su mejilla y luego regresó a sus labios.
Se sentía igual que la canción de Julia Daniels, «veo chispas volar cada vez que te beso», besarla era como un evento de fuegos artificiales en el día de independencia.
Y lo mejor de todo era, que no se sentía culpable por hacerlo.
...
No había disfrutado tanto caminar como lo estaba haciendo en ese momento, Selene caminaba junto a él tomando su mano mientras recorrían el parque. Podían ver cómo los niños corrían por la grama y también a las personas que paseaban a sus mascotas o se encontraban caminando como ellos. Estaban en silencio pero era un silencio que no molestaba a ninguno.
Creyó mucho tiempo que se había vuelto loco, había visto muchas series en donde el mejor amigo siempre terminaba enamorado de la chica pero jamás pensó que él terminaría igual, pero agradecía no tener el corazón roto. La sensación de paz que tenía con Selene a su lado, no quería que se fuese nunca.
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El Dilema Entre Tú y Yo
Teen FictionÉl necesitaba a alguien que lo sacara de la soledad en la que vivía, necesitaba que alguien pudiese hacerle sentir la emoción de vivir, necesitaba poder encontrar a esa persona que lo escuchara, que lo entendiera y que por un momento en su vida, lo...