Charlie se acomodó en el asiento y miró al hombre sentado frente a él, había retomado nuevamente las sesiones con Aarón y se sentía cómodo con todo. Llevaba toda su hora contándole sobre Duncan y Selene, que en ese momento, era lo único de lo que deseaba hablar.
Aarón siempre se mostró interesado, pero realmente se encontraba alegre de lo mucho que Charlie había mejorado. Desde que inició las terapias, pudo notar el bajo perfil que mostraba sobre sí mismo, siempre tendía a compararse con sus compañeros y mostraba su preocupación sobre la soledad que sentía a pesar de que tenía amigos que lo rodeaban; sin embargo el Charlie que estaba sentado frente a él estaba más animado y se mostraba más seguro de lo que era meses atrás.
—Puedo notar que has estado avanzando en estas semanas sin vernos—comentó Aarón, Charlie asintió.
—Me han ayudado las páginas matutinas, al principio era difícil pero me funciona para darme cuenta de muchas cosas. Por ejemplo, me di cuenta que me gustaba Selene con ellas—confesó—. Lección de vida: no escribas páginas matutinas si no quieres enterarte de las cosas que has estado ignorando sobre ti mismo.
Aarón rió por el comentario del chico. Luego asintió sabiendo que era completamente cierto, a veces las personas tendían a ignorar cómo se sentían. Charlie continuó hablando sobre los descubrimientos que había tenido escribiendo y sobre lo fácil que era iniciar a escribir la página del día luego de muchos intentos.
—¿Cómo van tus prácticas?
—Ya inicié, todo ha ido muy bien—comentó—, ahora soy un fiel bebedor de café.
—No deberías beber tanto.
—Sólo bebo en prácticas, lo juro—respondió, Aarón asintió.
—En nuestra próxima sesión hablaremos un poco sobre tus prácticas, ¿vale?—Charlie aceptó—. No te estrese mucho, así como vas, estás excelente.
—Gracias siempre por tu ayuda—dijo levantándose del asiento, Aarón se levantó también y lo acompañó a la puerta.
—Pídele a Gina que te registre dentro de dos semanas.
—Entendido—comentó y se despidió de él. Salió a la sala de espera y habló con Gina, la secretaria, para que lo ayudase a reservar una hora con Aarón dentro de dos semanas.
Luego de eso se marchó caminando hasta una de las paradas de autobús, esperó a que pasase el de su ruta y una vez dentro, le envió un mensaje a Selene para verse, posiblemente estaba en el Hospital, así que pasaría a buscarla para acompañarla a casa.
Aprovechó y le envió un mensaje, pero no obtuvo respuesta inmediata, así que sólo se dirigió al Hospital. Ahí podía preguntar por ella.
...
El caliente del café llegó a los labios de Selene, no solía beber tan rápido pero tener a Matías sentado frente a ella le causaba cierto nerviosismo y no podía parar de tomar. El chico había llegado dos días atrás a la ciudad; todavía se encontraba estudiando pero había finalizado su semestre y decidió ir a visitar a su familia y visitarla a ella.
Matías desconocía todo lo que había sucedido con Charlie, por lo que era completamente ajeno a los sentimientos que la chica había comenzado a desarrollar por él.
—No sabía que vendrías a la ciudad—le dijo ella, su "no sabía" se traducía a que realmente no esperaba encontrárselo en mucho tiempo.
Desde que él se había marchado para estudiar, no se habían vuelto a ver; habían estado escribiéndose y también se llamaron un par de veces pero ni él ni Selene tocaron el tema sobre otras relaciones. Cuando él se marchó decidieron permanecer como amigos y de ahí no volvieron a tocar un tema parecido a ese.
Mentía si dijera que Matías no era una persona importante en la vida de la chica, realmente él había sido una de las personas más significativas para ella. Estuvo ahí antes de Duncan y cuando Duncan murió no la dejó por ningún momento, siempre se mostró atento y considerado con ella, a pesar de todo lo que tuvieron que pasar.
—Extrañaba un poco este lugar—dijo él mirando a su alrededor, no mentía, amaba el clima de la ciudad, el sentimiento de tranquilidad que le daba y las personas que estaban en ella, como sus amigos, su familia...como Selene.
Era culpable al decir que realmente extrañaba a Selene. No sabía cómo se sentía ella pero esperaba que fuese recíproco lo que estaba sucediendo.
—Te entiendo, mi tío vive en Asderma y cuando vamos a visitarlo, no hay minuto en que no quiera estar de vuelta; esta ciudad siempre será especial—comentó.
—¿Cómo has estado?—le preguntó interesado. Quizás la pegunta correcta era "cómo has estado sin mí".
—Me va bien, estoy en clases y en el Hospital que casi no tengo mucho tiempo. Estoy deseando terminar el semestre para poder dormir un poco—se rió, estar de vacaciones le implicaba mayor tiempo libre, tiempo que deseaba pasar con Charlie—. ¿Hace cuanto llegaste?
—Hace dos días—respondió—, estuve el rato con mis padres. Ayer me encontré con Arturo y pasamos el rato en su casa junto a los chicos—comenzó a comentarle un poco sobre lo que había hecho con sus amigos, Selene los conocía, aunque no era muy cercanos como para seguir viéndose si Matías no estaba de por medio—. También visité a Sonia, sigue escabulléndose para espiar al chico que le gusta, espero que realmente encuentre a alguien que le haga ignorar la locura que hace—suspiró.
Selene escuchó atenta a todo lo que él le decía, escucharlo hablar de sus amigos y de todo lo que hacían, sonaba demasiado familiar para ella. Había olvidado lo mucho que le gustaba escucharlo, sin embargo, por mucho que lo extrañase, sus pensamientos eran dirigidos hacia otro chico, uno que no se encontraba ahí en ese momento.
«¿Qué estaría haciendo Charlie?»—se preguntó, revisó su celular y notó que se había descargado. Entra tantas cosas que había hecho ese día, había olvidado cargar la batería.
—Hey Sely, ¿estás escuchándome?
—¿Ah?—preguntó mirándolo, el chico se rió sabiendo que sus sospechas habían sido ciertas.
Se inclinó a Selene y acarició suavemente su cabello.
—Oww, mi Sely ha estado visitando la Luna últimamente—bromeó haciendo un puchero, cosa que a ella le causó gracia.
—Tengo muchas cosas en la cabeza últimamente—confesó, quería hablarle sobre Charlie pero no sabía si era lo mejor en ese momento.
Matías no había tocado el tema de las relaciones, posiblemente no quería hablar de ello.
—¿Sí? Yo también he tenido miles de cosas en la cabeza—le confesó, bebió un poco de café y se apoyó en la mesa con sus codos—. Una de ellas es la razón principal por la que regresé.
—¿Cuál?
—Tú—le dijo y la chica se sorprendió ante sus palabras—. Te he tenido en mi mente estos días, Sel—tomó su mano y le sonrió—. ¿Quieres intentarlo una vez más conmigo?
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Buenas buenas, paso por aquí para decirles que ya regresé de mi viaje y estamos en los últimos capítulos de la historia 🤐
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El Dilema Entre Tú y Yo
Teen FictionÉl necesitaba a alguien que lo sacara de la soledad en la que vivía, necesitaba que alguien pudiese hacerle sentir la emoción de vivir, necesitaba poder encontrar a esa persona que lo escuchara, que lo entendiera y que por un momento en su vida, lo...