Hanma to Kisaki

01 - Shot me once -

-Joder, deja de moverte así.

Hanma le enterró los dedos en la cadera apretando los dientes. Su pesada respiración le hacía ver que estaba al límite.

-Cállate, sucio maricón. -siguió subiendo y bajando rítmicamente aumentando la agresividad de los movimientos.

El vaivén le había despeinado completamente el pelo y la humedad en la piel comenzaba a pegárselo a la frente. El aumento del calor repentino hizo que el sudor empezara a deslizarse desde su frente hacia abajo. Él también estaba llegando a su límite.

Al darse cuenta de la gota de sudor que iba casi por su mandíbula, la excitación de Hanma le hizo pasar la punta de la lengua lentamente desde la barbilla hasta la sien.

Kisaki chasqueó la lengua asqueado acercándose de forma amenazante a él.

-No me babees. Me das asco -se limpió el rastro de saliva con el dorso de la mano y le cogió bruscamente el cuello empujándole hacia atrás hasta golpearle duramente la cabeza contra la pared mientras se apoyaba con la otra mano en el muslo del contrario reclinándose hacia atrás.

Hanma por su parte solo dejó escapar un gruñido de lo más profundo de su garganta en señal de dolor y excitación. Aquel golpe casi hace que se corra. Llevó la mano al miembro de Kisaki y comenzó a masturbarle desesperadamente.

-Te he dicho que me das asco -inclinó la cabeza hacia atrás dejándose llevar. Un pequeño ronroneo llegó a oídos del moreno.

-Pero no me has dicho que no te toque -esbozó su característica sonrisa burlona.

Llevó la otra mano a la boca del rubio y lo cogió de la mandíbula, poniendo sus ojos a la misma altura.

-Déjame ver... -el corazón se le iba a salir del pecho- qué cara pones cuando te corres.

Introdujo el pulgar el su boca presionándole la lengua hacia abajo. La saliva comenzó a acumulársele. Hanma le impedía cerrar la boca y le había incapacitado la lengua. "Ese maldito cerdo" quería ver como empezaba a babear.

Y así fue.

La saliva comenzó a deslizarse hacia fuera desde el pulgar.

-Kisaki... -un gemido le quebró la voz - no puedo más.

Llevó ambas manos a la cadera del rubio y le enterró profundamente el miembro. Ante aquel gesto, perdió el control mental y gimió fuertemente echándose hacia delante tapándose la boca con la base del cuello de Hanma. Mordiéndole.

El moreno se deslizó un poco por la pared para poder echarse hacia atrás con el pequeño cuerpo de Kisaki encima suya. Le abrazó tiernamente mientras podía notar como sus latidos le reventaban los oídos por dentro, impidiéndole oír con claridad, nublándole el pensamiento.

Kisaki respiraba pesadamente. Su garganta hacía un ruido seco peleándose con el aire para poder vivir.

-¿Todo bien? -Hanma deshizo el abrazo viendo como el pequeño rubio comenzaba a levantarse. Simplemente ignoró su pregunta y se quitó de encima suyo sacando la virilidad de sus adentros.

Se tambaleó cuando puso los pies en el suelo precipitándose hacia un lado. Hanma le sujetó rápidamente de la cintura evitando que cayese al suelo. Se reincorporó quedándose sentado en el borde y le giró para poder encararlo. Los ojos azules de Kisaki le miraron fríamente mientras él comenzaba a levantarse poco a poco. Le miró desde arriba con superioridad, aun así, con admiración.

Levantó el mentón para poder encontrarse con sus ojos. La tensión podía palparse. Al no cambiar ni romper el contacto visual, Hanma interpretó eso como "vía libre". Intentó ocultar una sonrisa inclinándose hacia él.

Antes que llegase siquiera a rozarle, le puso la mano en los labios.

-Ni se te ocurra.

-¿Después de todo vas a hacerte el digno? -le cogió fuertemente la mandíbula con una mano llevando la otra a sus piernas. Subió con un dedo el viscoso líquido que salía poco a poco de su interior y lo frotó suavemente con sus otras falanges. Al abrir un poco la mano quedó suspendido un hilo viscoso. Hanma rió roncamente.

-Cierra el hocico -inmutable y orgulloso. Esas eran unas de las muchas cosas que le ponían de Kisaki.

Deshizo el agarre bruscamente golpeándole el antebrazo. Se encaminó a la salida y bufó molesto no sin antes pararse un segundo en la puerta para encontrar su atenta mirada nuevamente.

-Aprende a follar. Ni para eso sirves, inútil -hizo una mueca de desagrado y se dirigió por fin al baño para adecentarse.

Un sonoro portazo retumbó en la vacía y sucia habitación en la que se encontraba.

Le recorrió el cuerpo un potente escalofrío que le erizó el vello mientras se le escapaba una tenue risa. Se peinó los desordenados mechones azabache con la mano descansando la espalda en la pared fría. Buscó con los ojos la cajetilla de tabaco premiándose mentalmente.

-No tienes ni idea -se llevó el cigarrillo a la boca- lo mucho que me gusta que me hables así.

Nunca le había sabido tan bien el tabaco como en esos momentos. Hacía tiempo que el humo ya no le escocía la nariz cada vez que lo expulsaba. Notó algo caliente deslizándose hacia su labio y curioso se llevó la misma mano con la que estaba sujetando el cigarro.

-Esta vez te pasaste... -susurró con la voz hueca por el humo, sonriendo.

Dejó que la sangre siguiese su camino hacia los labios y se dispuso a seguir el camino que tomó Kisaki. No le haría gracia tenerle cerca en el baño, pero fumar sangrándote la nariz era incómodo.

Tanto el ruido del agua como el vapor se filtraban por debajo de la puerta. Analizó la situación. Si tocaba la puerta, se daría cuenta que iba a entrar y le mandaría a la mierda, y si no lo hacía, corría el riesgo que si terminaba de ducharse en ese momento, le partiese la boca. Ambas opciones eran arriesgadas, pero una lo era más que la otra.

Deslizó los dedos por el sucio pomo y abrió la puerta lentamente en silencio. La pobre luz a penas iluminaba decentemente el baño, pero al pasar de la casi oscuridad total del cuarto en el que habían estado a esa luz, era como quedarse ciego.  Entrecerró un poco los ojos para intentar hacer más nítida la imagen y una figura encorvada apoyada en el lavamanos llamo su atención.

Kisaki se mordía el antebrazo gimiendo de una forma a penas audible, que se mezclaba con el sonido del agua.

-¿Qué haces? -abrió la puerta del golpe haciendo que el rubio diese un respingo.

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Recuerdo que aunque se llame "Shot me Once" el capítulo, no es un One shot. Iba a serlo y he terminado con muchos más capítulos de los que esperaba.

Sinceramente hace 10 años que dejé de hacer cualquier forma de arte, tanto escribir, como dibujar como tocar instrumentos.

Así que pido perdón de antemano.