Hanma to Kisaki

08 - Backyard -

WARNING.

Nunca pongo encabezados en los capítulos pero me veo en la obligación de hacerlo en este.

Este capítulo NO es Hanma x Kisaki. Y para entender bien el contexto de todo, he publicado por fin el otro fic, que es la precuela de este. Si queréis entender todo el contexto, no os olvidéis de leerlo.

Por si a caso lo digo otra vez: este capítulo NO es Hanma x Kisaki.

Ahora sí, feliz lectura.

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Kazutora no contestó. Simplemente dejó de canturrear y le miró, cerrando la revista y dejándola a un lado.

–¿Tienes libre? –le sonrió haciendo tintinear su pendiente.– Me vendría bien un buen descanso –se puso una mano en el hombro, moviéndolo.

Hanma le sonrió.

–Claro –pasó los dedos por su propio pelo en un gesto nervioso. Necesitaba liberar esa ansiedad.

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Ambos se sentaron a disfrutar del momento antes de la guerra. Hanma se tanteó los bolsillos en busca del tabaco mientras se colocaba una boquilla en los labios con la otra mano. Sacó un papel y comenzó a desmenuzar las hebras de tabaco por encima de él. Cuando terminó, cogió una pequeña bolita de una espesa pasta verde y la colocó dentro del cigarro. Rodó el papelito entre sus dedos, dándole forma, para luego pasarle la punta de la lengua y sellarlo.

Se colocó el porro en los labios y tanteó el bolsillo interno en busca del mechero. Sacó una cajetilla de metal, completamente nueva y lustrosa, que reflejaba la poca luz que quedaba en la sala. Abrió el mechero con un agudo sonido, característico de los gánsteres, y se dispuso a girar la rueda para accionarlo.

–Ese es nuevo –dijo Kazutora divertido. –¿Lo compraste?

–Por supuesto –le dio una larga calada al porro– ¿por quien me tomas? –soltó una sutil carcajada.

–Déjame adivinar... –le quitó el cigarro de las manos y se lo llevó a la boca.– Te topaste con un señor bien trajeado –aspiró.

Hanma sonrió girando la cabeza hacia él mientras asentía.

–Después viste como sacaba el mechero –dijo con la voz hueca– y se lo quitaste a la fuerza –exhaló el humo de los pulmones, tosiendo.

–Como me conoces –rió dándole una fuerte palmada en la espalda.

–¿Muñeca rota? –levantó una ceja sonriendo de lado mientras le pasaba el porro.

Hanma lo cogió entre los dedos reclinando la cabeza hacia atrás.

–Muy posible... –dio una rápida calada, echando el humo por la nariz– pero bueno, no es mi problema que no me lo quisiese dar.

–Obviamente.

El moreno seguía jugando con el mechero, abriéndolo y cerrándolo, intentando relajarse. El repetitivo ruido comenzó a poner nervioso a Kazutora. Alargó la mano hacia la suya y le sujetó la muñeca con fuerza, dando a entender su frustración, quedándose cerca de su cara por el movimiento. Hanma cerró el mechero ante eso, logrando que el cierre se aflojase.

Giró la cara hacia él, exhalando el humo por la nariz, mirándole con las pupilas completamente abiertas.

Kazutora estaba estático, respirando suavemente con la boca entrecerrada. Acarició la nariz contraria con la suya, acercándose a sus labios.

Con una media sonrisa triste, Hanma selló el beso de forma suave, dejándose llevar mientras el contrario se acercaba a él, cogiéndole de la mandíbula y abriendo la boca para profundizar el beso. Un leve tintineo agudo sonó al ladear la cabeza cuando Kazutora se posicionó encima suya, cerrando las piernas en su cintura mientras seguía besándole lentamente.