El personaje secundario femenino se escapó con el bollo

Capitulo 7

Chi Ying estaba tan sorprendida que su teléfono casi se cayó al suelo.

Se tomó varios segundos para reflexionar sobre la autenticidad de la cuenta.

Tanto el nombre como el avatar de WeChat eran muy sencillos y meticulosos, lo que se ajustaba mucho al temperamento del presidente.

Su línea de visión se movió ligeramente hacia abajo.

"Fuente: añadida por la otra parte a través del intercambio de tarjetas de presentación".

No sé si fue el director Song o Yue Mao, que había vendido su WeChat tan rápidamente.

La infame teoría de los Seis Grados de Separación decía que a través de cinco personas se podía conocer a cualquier desconocido del mundo. Chi Ying lo habría creído, pero no esperaba que incluso un pez gordo como Lu Jingyan, que vivía en las noticias, fuera capaz de conectar con ella a través de tres o dos personas.

Sin embargo, Chi Ying siguió prefiriendo ignorarlo con el rostro inexpresivo.

La conversación entre Lu Jingyan y ella en el banquete no era realmente necesaria; él estaba en medio de un intercambio con su socio, pero por alguna razón desconocida suspendió la conversación y la miró fijamente.

Cuando Cheng Huan la bloqueó en el baño, Lu Jingyan también apareció de repente, alegando que le estaba "haciendo un favor".

Justo cuando Chi Ying juro evitar todas las fiestas a las que Lu Jingyan pudiera asistir en el futuro y fingir que no pasó nada la noche anterior, Lu Jingyan le pide añadirlo a sus amigos de WeChat.

Si Lu JingYan no la hubiera encontrado, Chi Ying no lo hubiera creído.

Pero si se dice que Lu Jingyan, que estaba tan ocupado con su trabajo diario, había estado actuando de forma extraña como lo había estado haciendo durante los últimos dos días, Chi Ying tampoco lo hubiera creído.

Cuando duermes solo para pasar el rato.

Este pensamiento, que olía a escoria, pasó por su mente y Chi Ying se congeló.

Al darse cuenta de que aún era un poco temprano para el trabajo del director, Chi Ying se dirigió a la cocina.

Cogiendo los utensilios de cocina de la mano de su tía, preparó un cariñoso desayuno para Chi Cheng.

Antes de que se diera cuenta, eran las siete y media, hora de que el pequeño se levantara.

El aire de la habitación del bebé estaba llenó de un fuerte olor a leche cuando Chi Ying empujó la puerta.

Chi Cheng seguía durmiendo profundamente y respirando de forma muy uniforme.

No se podía saber en qué clase de hermoso sueño se encontraba, y las comisuras de sus labios se curvaron inconscientemente en una ligera curva.

Parecía estar de un inesperado buen humor...

Le dio unas suaves palmaditas: "Chengcheng, despierta".

El pequeño se dio la vuelta y, con un tirón de su manita, se tapó la cabeza con la manta.

Chi Ying se rio suavemente.

"¿Chengcheng?"

Al oír la llamada de su madre, el pequeño bostezó con sueño y finalmente se despertó.

Se asomó por debajo de las sábanas, con sus grandes ojos negros como uvas empañados por el sueño en un momento, y al siguiente con una claridad cristalina al reflejar la figura de su madre.