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Había pasado al menos un mes desde que Schlatt había desaparecido del mapa, Alex cada día estaba mas triste, el lo había arruinado todo, el alejó a su hombre por pensar que declararse iba a enamorarlo >>De verdad que eres idiota, Alex<< el menor se encontraba dentro de su armario, el cual era su zona segura, ahí solía esconderse cuando el mundo se le caía encima, y ahora el se encontraba bajo los escombros de un mundo infeliz.

Alex no había salido de su casa en todo el mes, sus ánimos se habían ido por la coladera después de aquel golpe e huida de Schlatt, a penas eran las dos de la mañana cuando Alex decidió salir del armario para comer al menos un poco, no había ninguna luz prendida, estaba triste, muy triste por lo cual cada paso que daba era aun mas pesado que el otro.

un paso, dos pasos.  

Alex reconoció el sonido de una ventana abrirse.

tres pasos, cuatro pasos.

El viento comenzaba a golpear contra la nuca de Alex, sus pasos cada vez eran mas pesados y el miedo ya comenzaba a recorrerlo.

cinco pasos, seis pasos.

Los ojos de Alex se abrieron de golpe al notar una sombra que no era suya, no podía moverse, sus piernas comenzaron a temblar por el miedo que sentía ¿este era el fin de Alex? Mierda, mierda.

siete pasos, ocho pasos.

pero estos ya no eran de Alex.

.

George se encontraba corriendo con Dream y Sapnap, a veces salían a explorar en las mañanas los alrededores de L'Manberg, cuando todo estaba tranquilo, cuando no había gente a la cual asustar con sus patrullas un poco mas salvajes, pues bien se sabía que aquel trío de chicos no era muy bien recibido en la tierra de Jschlatt, sabían que este podría terminar con el muy fácil, y Dream no dudaría en hacerlo si se le da la oportunidad.

Los tres chicos terminaron sobre una pequeña montaña, mirando el SMP mientras amanecía, habían muchas cosas hermosas ahí, sinceramente los tres chicos tenían demasiado aprecio hacia aquella tierra. Dream se encontraba sentado al frente, con su hacha en mano y mascara puesta, Sapnap tan solo miraba aquel amanecer al igual que Dream pero George no podía dejar de pensar en su amigo Alex, tenía un pésimo presentimiento desde ya un mes que lo vio, pero por alguna extraña razón ese día hasta podía sentir un dolor en su pecho, algo muy malo estaba pasando, así que sin mas se levantó y dejando a sus amigos atrás fue hacia la casa de Alex, abrió la puerta que se encontraba semi abierta, mientras sus amigos lo alcanzaban por detrás este se adentró a la fría y ahora abandonada casa.

-¡Quackity! ¿Estas aquí? --George comenzó a gritar el nombre de su amigo de manera desesperada pero nadie respondía.-- ¡Mierda, es mi culpa!

-¿Que está pasando? --Preguntó Dream mientras miraba como su amigo corría de un lado a otro buscando a Alex-- 

-¡Alex no está, Jschlatt lo mató!

Sapnap y Dream se miraron y luego miraron al chico que parecía próximo a llorar, entre los dos tuvieron que llevarse al chico quien gritaba que terminaría con Schlatt aunque esto fuera lo ultimo que hiciera.

.

Alex estaba sonriendo después de mucho tiempo, se encontraba en un callejón con el hombre que mas amaba, este lo estaba besando con un cariño que parecía o tal vez era genuino, su sueño estaba volviéndose real, Schlatt por fin lo amaba, y siempre lo hará.

Sus manos ahora recorrían el delgado cuerpo del menor, mostrando un toque de posesvidad en todo momento, Jschlatt conocía a la perfeccion aquellos sentimientos que Quackity tenía por el, tal vez debería sacarle el provecho.

Los delgados labios de ambos ahoran se juntaban para crear una sola sinfonia de besos, ellos estaban felices en sus mundos, demostrando que solo se necesitaban a ellos para poder lograr lo que se les puede ocurrir, el día de hoy, se declara que el amor reinará en Manberg, un amor asesino, un amor de pesadilla, y lo hará por siempre.

Siempre.






Babooshka.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora