Amelie Moore y la maldición de los Potter

Baile de pociones (Parte 1)

Las fotos en multimedia son los vestidos, que están en este orden: Amelie, Kyle, Alice, Emily y Paris. Tal vez el vestido de Kyle se vea pixelado, pero espero que al menos lo noten.

Ya sale el segundo capitulo. Al final de ese, escribire mis razones de tardanza. Perdones, perdones. Si tienen alguna duda sobre algo que no entiendan, en los dos siguientes capitulos, pregunten sin miedo.

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El vestido no era lo que la hacía sentir incómoda. Pensó que tal vez era el hecho de tener que comportarse como señorita. O que todo el alumnado masculino la mirara.

Verde esmeralda combinaba muy bien con sus ojos de igual color. En la parte superior y delantera de su vestido se cruzaban dos líneas que formaban una cruz y terminaban justo donde comenzaba la curva de su cintura, enmarcando su silueta con perfección. Además de eso, justo por el lugar de su ombligo, el vestido se abombaba en forma de campana, dándole una delicada terminación de falda, que le hacía lucir mejor que nadie sus piernas de sirena. Por detrás, su espalda cubierta del verde del vestido era oculta por su cabello pelirrojo, el cual se había empeñado en alisar, para luego poder atar sus dos mechones delanteros, de ambos lados de su rostro, en una trenza como media cola, regalándole un exquisito aire de elegancia.

Se sentía observada continuamente y aunque a muchas les hubiera encantado tanta atención, Amelie no la soportaba. Muchos muchachos se habían parado a verla a medida que cruzaba los pasillos, acompañada de Fred y su simple traje de gala negro. Y, lamentablemente, no podía desmentir que el muchacho estaba guapo. Guapo en verdad.

El baile seria en el despacho de Slughorn, un lugar lo suficientemente grande como para que entraran sus invitados.

-Ha invitado a muchos. Vendrán tío Harry, tía Ginny y tía Hermione, quienes antes también eran del club... ¡Oh, claro! Y tío Ron, pero solo porque debe acompañar a su esposa -conto Fred con las manos en los bolsillos, mientras caminaba hacia el baile.

-Oh, genial. Necesitaba hablar con Harry -comento Amelie, recordando que debía dar su respuesta a la invitación de vacaciones a su casa

Lo había pensado muy bien y, a decir verdad, no le complacía ir. Esperaba que Harry no se ofendiera…

No tenía una razón particular, por un lado era el hecho de que tendría que soportar a Potter todo el mes, además de que temía el solo mirarlo a la cara luego de lo del beso. Nunca habían tenido tiempo para estar solos y hablar de aquello, pero tampoco es que Amelie lo quisiera. Si iba a la casa de los Potter, seguramente, en algún momento, estaría sola con James y eso, extrañamente, le daba escalofríos. No quería que todo aquello se volviera a repetir… bah, en realidad si que lo quería; lo que no quería es que James la ignorara y fingiera que nada había pasado nuevamente.

Los zapatos de taco alto le estaban dejando horribles dolores en los pies, y eso que recién había empezado la noche. Subir y bajar unas 70 escaleras, no le sentaba nada bien. Seguramente, mañana amanecería con unas ampollas de horrores. Por otro lado, estaba la ventaja de que Amelie parecía mucho más alta de lo que generalmente era. Era tal la rutina de que Fred le sacara una cabeza, que aún no podía acostumbrarse de llegarle perfectamente a los ojos.