Amelie Moore y la maldición de los Potter

Programa de infidelidades

Amelie no era tan descarada como para ir a visitar a Liam. Y ella lo sabía.

Sabía que lo que hacía estaba mal, que tendría que ir a visitarlo y ser su compañía porque Liam era su cita. Pero ella no era tan sinvergüenza como para presentarse frente a él, cuando en su supuesta cita había estado besuqueándose con otro en los vestuarios de Quidditch.

Tendría que dejar a lado a Liam como su oportunidad de olvidarse de James. No solo porque, de alguna forma, lo había engañado si no que también sabía que después de ese beso, le iba a ser difícil olvidar a Potter.

Pero hay muchas cosas que pensó que sabía y no eran así… Por ejemplo, como cuando le contó a Kyle lo que había pasado. Ella había pensado que su amiga festejaría, después de todo, era equipo Jamelie, ¿no?

No. No fue así. Cuando Amelie termino de contar a Kyle todo su día con una sonrisa, la morocha se limitó a decir:

-Fred gusta de ti.

De todas las cosas que podía hacer, como ponerse a gritar o dar saltitos… ¿Tenía que decir eso?

-¿Por qué piensas eso?

-Vamos, Am –Kyle se acercó más a ella, con el semblante irritado, al parecer cansada de dar explicaciones-. Es obvio, sólo que tú eres lo suficientemente ciega como para no darte cuenta. Tal vez, en vez de estar robándole saliva a James, deberías pedirle sus anteojos.

-Dame razones y veré si te creo.

-Número uno: te salvo de la posibilidad de que Elvendork te robara un beso. Número dos: mintió a James sobre que Slughorn te había llamado porque sabía que te pondría un castigo. Número tres: golpeo a mi hermano con una bludger. Número cuatro: estuvo pendiente de los coqueteos de Elvendork todo el entrenamiento. Número cinco: uso a James como tu carcelero, para que te tuviera encerrada hasta la hora final de visitas en la enfermería. ¡Todo concuerda! Solo que al parecer, él no contaba con que su querido primo lo iba a traicionar –enumero Kyle con seriedad, para luego formar una sonrisa divertida-. ¡Vaya cotilleos de Hogwarts! Sí que es divertido ser amiga tuya Am, estas formando todo un programa de infidelidades.

¿Por qué a todo el mundo le gustaban los cotilleos? Amelie los odiaba, y más aún cuando la involucraban a ella.

-Si Fred gustara de mí, el mismo hubiera actuado como mi carcelero. Y… ¿Programa de Infidelidades? Por favor Kyle, cállate.

-Tal vez tenía algo más que hacer –sugirió, encogiéndose de hombros. Antes de que Amelie tuviera tiempo de replicar, Kyle se levantó de la cama, se colocó una de las pelucas escarlatas y doradas que Dominique tenia para los partidos de Quidditch en la cabeza y tomo un cepillo de pelo del tocador, para usarlo como micrófono-. Damas y caballeros, su maestro de ceremonias –comenzó con voz grave de presentador, mientras se subía parada a su cama, de espaldas a Amelie-, ¡Kyle Wood! –de un brinco, dio media vuelta para mirar a Amelie con una amplia sonrisa. Quería imitar a Caesar Flickerman, el anfitrión de los Juegos del Hambre- ¡Gracias! ¡Gracias! –exclamo, mientras se aplaudía ella sola. Amelie enarco una ceja y rodo los ojos-. ¡Bienvenidos! ¡A la primera edición del programa de infidelidades! ¿Están emocionados? ¡Déjenme oírlo! –salto al piso y comenzó a gritar hacia el mismo lugar donde había estado antes, como si fuera al mismo tiempo el presentador y el público. Nuevamente, volvió a subirse a su “escenario”-. Como nuestro primer, tenemos a ¡Elvendork Thomas! ¡Démosle un gran aplauso!