Aquel día nos habían dado las notas de final de curso, las notas de cuarto de la eso. Yo tenía matrícula de honor. Igual que mi hermana Coral.
— Violeta, ¿estás bien? - me preguntó Coral.
— Sí tranquila.
— ¡Has sacado matrícula de honor! Eso es genial. ¿Porqué estás así?
Y de repente, se abrió la puerta de nuestra habitación apareciendo Jesús y Daniel.
— ¡Hemos aprobado todo! - chillaron felices.
— ¡Es genial! - chilló Cory y yo Sonreí.
Los abrazamos.
— Dani tengo que contarte algo. - le susurré al oído.
Me miró sin entender nada. Le sonrei forzadamente.
— Bueno chicas, estas notas se merecen una celebración. ¿Vamos a tomar un helado? - apuntó Jesús.
— Sí. - exclamó Cory.
— Venga vale - dije - Ir a la heladería, ahora vamos Dani y yo.
— Bueno, pero no tardeis. - nos advirtió Jesús.
Nos quedamos solos en mi habitación. Daniel y yo.
— ¿He hecho algo mal? - me preguntó preocupado.
— ¡No! Eres el mejor Dani, nadie me ha tratado mejor que tú, nadie me ha cuidado tanto, solo tú me has demostrado que el amor no es una leyenda y que si que existe. Que querer a alguien merece la pena.
— Entonces, ¿qué pasa? Me estás asustando. - se calló de golpe - Oye, ¿no estarás embarazada?
— No. - negué. - No es nada de eso.
Lo abracé y me eché a llorar.
— Dani, me voy.
— ¿Cómo que te vas?
— Pues eso, que me voy. Me voy a estudiar a otra ciudad.
— ¿Pero porque? ¿Con quién? ¡Yo me voy contigo! Por favor, dime algo. - Dani empezaba a ponerse de los nervios.
— Quiero estudiar psicología y mi padre es médico, entonces conoce a gente que se dedica a la psicología. Y sabe en qué lugares te preparan mejor el bachillerato para hacer una carrera magnífica. Y Sevilla no está entre esas ciudades. - solté de golpe y comencé a llorar.
— ¿Y si luego te das cuenta que no quieres estudiar eso, qué? ¡Es una tontería! Aquí te pueden preparar perfectamente, podrás hacer una carrera de matricula y te podré ver.
— Dani, soy el ojito derecho de papá. No me queda otra opción. Yo no me quiero ir. Pero te prometo que volveré por ti.
— Joder Violeta, ahora que estoy bien. Toda mi vida empieza a tomar camino y ahora te tienes que ir. - me abrazó - Te voy a echar mucho de menos. Mucho.
— Yo no me quiero ir de tu lado Dani, te quiero mucho. Pero debo irme.
— ¿Cuando te vas?
— En unos días. - lo besé - Vamos a aprovechar los días que nos quedan y luego ya veremos.
Nos dirigimos a la heladería y allí le conté mis nuevos planes a mi hermana y mi cuñado. Se apenaron muchísimo, no me querían ver marchar. Mi hermana se enfadó con mi padre, incluso no le habló durante un tiempo.
Recuerdo que desde aquel momento, estuve en Mairena una semana más. Al lado de Dani, que prácticamente no nos separábamos. Pasé mucho tiempo con Sandra, Pablo, Ari, Jesús, Eva, Carlos, Juan Carlos y toda mi familia.
Y hasta un día antes de irme, no sabia donde sería mi nuevo destino. Esa mañana me levanté y tenía una carta debajo de la almohada y pensé que sería de Dani pero no, era un billete de avión para: Vigo (A Coruña) . No me lo podía creer. Pero comencé a llorar, no me quería ir.
Recuerdo que Dani, al enterarse de mi destino, se echó a llorar. Quería venir conmigo, les suplicó a sus padres el hacerlo. Pero no pudo ser. El debía quedarse con su hermano y sus fans.
Aquella noche no dormí nada, me la pasé entera llorando. Coral me animaba como podía. Pero yo no dejaba de llorar. Apenas dormí dos horas.
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Quiero cuidar tu corazón.
FanfictionNunca nos acordamos nuestros primeros años de vida, y suelen decir que marcan nuestro destino. Incluso, te guían a aquello que harás en tu vida. Tanto es así, que Violeta, la protagonista, querría haberse dado cuenta de quién era él y de quién fue...