— Buenos días mi amor. - fue lo primero que escuché aquel día.
— ¡Dani! - lo abracé con fuerza - Estás aquí.
— ¿Porqué no iba a estarlo?
— Mi primo se pasó tres pueblos, ya sabes...
— Pero a mí me importas tú. No tu primo.
— ¡Mi niño! - lo volví a abrazar.
— Venga, levantate que nos vamos de compras. - me dio un beso.
— ¿De verdad? - preguntaba sin creerlo. - Bueno pero, tengo que cambiarme.
— Si ya te he visto, no hace falta que me vaya. - me ronroneaba Daniel.
— Pero estamos en mi casa, te recuerdo tontito.
— Bueno, iré bajo. - cedió - ¡Date prisa!
Me puse unos shorts azules, una blusa blanca y las converse blancas. Me hice una coleta alta. ¡Lista!
— Ya estoy. - dije llegando al salón.
— Vamos, pues. - dijo Cory.
Íbamos Jesús, Dani, Cory y yo. Llegamos pronto al centro comercial más cercano. Desayunamos allí y empezamos a mirar ropa.
— ¡Viole, mira! - me decía Cory saliendo del probador con un vestido azul cielo.
— ¡Es precioso! - exclamé - ¡Jesus, ven! - llamé a mi cuñado para que viese el vestido de mi hermana.
— ¡Qué bonito! - dijo el chico.
En otra tienda Daniel y Jesús se colaron con nosotras en el probador, Jesús con Cory y Dani conmigo. Después acompañamos a los chicos a comprarse ropa para ellos. Y al final, nos compramos ropa los cuatro.
— ¿Os vais de casa o que? - nos preguntó mi madre riendo.
— No. Quizá nos hemos comprado demasiada ropa. - dice Cory y yo me río.
Subo directamente a mi habitación. Mi familia aún sigue aquí y no quiero ver a mi primo. Cory me hace compañía.
— ¿Vemos una peli? - le pregunto a mi hermana.
— Venga, vale. Una de risa.
— Jesús me pasó la de ocho apellidos vascos. ¿Quieres? - le pregunté.
— ¡Vale!
— Chicas. - entró Luz en la habitación - ¿Venís a cenar? - nosotras negamos con la cabeza. - Bueno, os traeré algo se cena aquí.
— Gracias, te queremos. - dice Cory.
A mitad de película llega Luz con comida y se sienta junto a nosotras para ver la película.
— ¿Y Juan Carlos? - le pregunto a mi hermana mayor.
— Ha ido a ducharse, vamos a salir un ratito.
— ¡Yo también quiero salir! - insinúa Cory - Pero no nos dejan porque tenemos 15 años.
Luz se ríe.
— Ya tendréis los 18 chicas. - nos dice y ríe. - ¿Vosotras que tal con los chicos?
— Muy bien. - respondo. Cory asiente con la cabeza.
— Juan Carlos me comentó algo de sus hermanos, hace un mes en Málaga uno de los dos gemelos... Em bueno. Que lo hizo. ¿Me entendéis?
— No. - negamos Cory y yo.
— ¿Alguna de vosotras se ha tirado al novio? - preguntó directa.
Coral empezó a reírse. No podía parar. Eso era que ella no había sido. Sólo quedaba yo. ¿Qué decía? ¡Claro que era yo! Y en Málaga, como ha contado Luz.
— Bueno qué, ¿quién ha sido? - insiste.
— Si yo no he sido... - dice Coral - ¡Has sido tú! - me dice Cory. - ¡Qué fuerte, tu y Dani! - hizo un gesto con las manos.
— Eh, sí. - digo sonrojada.
Luz se echa a reír.
— ¡Es algo normal, tonta! - me abrazó Luz - ¿Piensas que Juan Carlos y yo no...? ¡Pues sí!
— Con protección, ¿no? - preguntó Cory con una cara que me hizo reír.
— Sí, eso sí. - reí. - ¡Nos dejasteis solos en la habitación del hotel y pues, surgió!
— Danielin, que parecía bueno. - dijo Luz y nos reímos las tres.
Alguien abrió la puerta:
— Hola chicas. - apareció Juan Carlos.
— Hola. - saludamos las tres sonriendo.
— ¿Qué hacéis? - preguntó mientras besaba a mi hermana.
— ¡He descubierto cuál de tus hermanos... Ya sabes! - le contó mi hermana.
— ¿Ensrio? - se sorprendió mi cuñado mayor - A ver chicas, contadme. ¿Daniel o Jesús? ¿O los dos?
— ¿Tú de quién te lo esperas más? - preguntó Cory.
— Creo que de Dani pero Viole, te veo demasiado buena. Supongo que Jesús entonces.
— Te has equivocado. - le dijo Luz.
— ¡Dani! - me miró - Ya hablaré yo con él, ya.
— Bueno... - me pues roja.
— ¡Es broma! ¿Quién te crees que le dio el preservativo? ¡Pues yo! - nos explicó Juan Carlos.
— Entonces ya sabías quien había sido. - le reprocha Luz.
— No porque le di a los dos.
— Yo no he hecho nada, eh. No me miréis así. - rió Cory.
Luz y Juan Carlos no tardaron en irse.
— No me habías dicho nada de que lo habías hecho. - me regañó Cory.
— Se me pasó.
— Si claro, una cosa así. - dijo y nos reímos.
Al final me dormí bastante pronto. Demasiado quizá.
ESTÁS LEYENDO
Quiero cuidar tu corazón.
FanficNunca nos acordamos nuestros primeros años de vida, y suelen decir que marcan nuestro destino. Incluso, te guían a aquello que harás en tu vida. Tanto es así, que Violeta, la protagonista, querría haberse dado cuenta de quién era él y de quién fue...