Capítulo 9.

64 4 2
                                    

— Buenos días mi amor. - fue lo primero que escuché aquel día.

— ¡Dani! - lo abracé con fuerza - Estás aquí.

— ¿Porqué no iba a estarlo?

— Mi primo se pasó tres pueblos, ya sabes...

— Pero a mí me importas tú. No tu primo.

— ¡Mi niño! - lo volví a abrazar.

— Venga, levantate que nos vamos de compras. - me dio un beso.

— ¿De verdad? - preguntaba sin creerlo. - Bueno pero, tengo que cambiarme.

— Si ya te he visto, no hace falta que me vaya. - me ronroneaba Daniel.

— Pero estamos en mi casa, te recuerdo tontito.

— Bueno, iré bajo. - cedió - ¡Date prisa!

Me puse unos shorts azules, una blusa blanca y las converse blancas. Me hice una coleta alta. ¡Lista!

— Ya estoy. - dije llegando al salón.

— Vamos, pues. - dijo Cory.

Íbamos Jesús, Dani, Cory y yo. Llegamos pronto al centro comercial más cercano. Desayunamos allí y empezamos a mirar ropa.

— ¡Viole, mira! - me decía Cory saliendo del probador con un vestido azul cielo.

— ¡Es precioso! - exclamé - ¡Jesus, ven! -  llamé a mi cuñado para que viese el vestido de mi hermana.

— ¡Qué bonito! - dijo el chico.

En otra tienda Daniel y Jesús se colaron con nosotras en el probador, Jesús con Cory y Dani conmigo. Después acompañamos a los chicos a comprarse ropa para ellos. Y al final, nos compramos ropa los cuatro.

— ¿Os vais de casa o que? - nos preguntó mi madre riendo.

— No. Quizá nos hemos comprado demasiada ropa. - dice Cory y yo me río.

Subo directamente a mi habitación. Mi familia aún sigue aquí y no quiero ver a mi primo. Cory me hace compañía.

— ¿Vemos una peli? - le pregunto a mi hermana.

— Venga, vale. Una de risa.

— Jesús me pasó la de ocho apellidos vascos. ¿Quieres? - le pregunté.

— ¡Vale!

— Chicas. - entró Luz en la habitación - ¿Venís a cenar? - nosotras negamos con la cabeza. - Bueno, os traeré algo se cena aquí.

— Gracias, te queremos. - dice Cory.

A mitad de película llega Luz con comida y se sienta junto a nosotras para ver la película.

— ¿Y Juan Carlos? - le pregunto a mi hermana mayor.

— Ha ido a ducharse, vamos a salir un ratito.

— ¡Yo también quiero salir! - insinúa Cory - Pero no nos dejan porque tenemos 15 años.

Luz se ríe.

— Ya tendréis los 18 chicas. - nos dice y ríe. - ¿Vosotras que tal con los chicos?

— Muy bien. - respondo. Cory asiente con la cabeza.

— Juan Carlos me comentó algo de sus hermanos, hace un mes en Málaga uno de los dos gemelos... Em bueno. Que lo hizo. ¿Me entendéis?

— No. - negamos Cory y yo.

— ¿Alguna de vosotras se ha tirado al novio? - preguntó directa.

Coral empezó a reírse. No podía parar. Eso era que ella no había sido. Sólo quedaba yo. ¿Qué decía? ¡Claro que era yo! Y en Málaga, como ha contado Luz.

— Bueno qué, ¿quién ha sido? - insiste.

— Si yo no he sido... - dice Coral - ¡Has sido tú! - me dice Cory. - ¡Qué fuerte, tu y Dani! - hizo un gesto con las manos.

— Eh, sí. - digo sonrojada.

Luz se echa a reír.

— ¡Es algo normal, tonta! - me abrazó Luz - ¿Piensas que Juan Carlos y yo no...? ¡Pues sí!

— Con protección, ¿no? - preguntó Cory con una cara que me hizo reír.

— Sí, eso sí. - reí. - ¡Nos dejasteis solos en la habitación del hotel y pues, surgió!

— Danielin, que parecía bueno. - dijo Luz y nos reímos las tres.

Alguien abrió la puerta:

— Hola chicas. - apareció Juan Carlos.

— Hola. - saludamos las tres sonriendo.

— ¿Qué hacéis? - preguntó mientras besaba a mi hermana.

— ¡He descubierto cuál de tus hermanos... Ya sabes! - le contó mi hermana.

— ¿Ensrio? - se sorprendió mi cuñado mayor - A ver chicas, contadme. ¿Daniel o Jesús? ¿O los dos?

— ¿Tú de quién te lo esperas más? - preguntó Cory.

— Creo que de Dani pero Viole, te veo demasiado buena. Supongo que Jesús entonces.

— Te has equivocado. - le dijo Luz.

— ¡Dani! - me miró - Ya hablaré yo con él, ya.

— Bueno... - me pues roja.

— ¡Es broma! ¿Quién te crees que le dio el preservativo? ¡Pues yo! - nos explicó Juan Carlos.

— Entonces ya sabías quien había sido. - le reprocha Luz.

— No porque le di a los dos.

— Yo no he hecho nada, eh. No me miréis así. - rió Cory.

Luz y Juan Carlos no tardaron en irse.

— No me habías dicho nada de que lo habías hecho. - me regañó Cory.

— Se me pasó.

— Si claro, una cosa así. - dijo y nos reímos. 

Al final me dormí bastante pronto. Demasiado quizá.

Quiero cuidar tu corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora