Capítulo 6.

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Dani se fue y nos quedamos solas Cory y yo.

- ¡Aún no he empezado los deberes! - exclamó Coral.

- A mí me queda historia. - suspiro. - La odio.

- ¿Qué le pasará a Jesús? Estoy preocupada. - me contó Cory.

- Seguro que no es nada y Dani lo habrá calmado.

En ese momento mi móvil empezó a sonar. Era Dani. ¿Me tendría que preocupar?

- Dime Dani. - contesté.

- ¡No te lo vas a creer! - me chilló desde el móvil.

- ¿Qué pasa? - pregunté sin entender nada.

- ¡En dos semanas tenemos un concierto! Hace varios meses que no cantamos.

- ¡Me alegro muchísimo peque! - le dije - ¿Es por eso que Jesús estaba nervioso?

- Sí. Además no sabía si contárselo a Cory. ¿A que es fantástico? Voy a ver a mis princesitas, a cantar... ¡ay! - me contaba muy emocionado Dani.

- Bueno feo, me voy a hacer deberes. Un besito.

Miré a Cory. Ella me miraba a mí.

- Los chicos siguen con la gira y por eso Jesús... Estaba de los nervios. No sabía si contártelo por tu reacción.

- ¡Qué tonto es! - decía Cory.

La semana pasó rápida, con deberes todos los días, y con la ayuda de Sandra, conseguimos sacar frances día a día.

El día del concierto de los chicos llegó. Cantarían en Sevilla. Y nos habían invitado. A Coral, Luz, Sandra y a mí.

Los gemelos ya se habían puesto la ropa para el concierto, Juan Carlos, su hermano mayor, les deseaba suerte mientras les abrazaba. Le dan otro abrazo a su padre y le dan dos besos a su madre. Por último Coral, Sandra, Luz y yo les damos un abrazo a cada uno. Jesús le da un beso a Cory y sale al escenario.

Dani se acerca a mí y me da un beso.

- Suerte Danielin. - le deseo. Me da un beso y va al escenario.

- ¡Hola mis niñas! - saluda muy alegre Jesús a las fans, a las gemeliers.

- ¿Qué tal estáis princesitas? - les pregunta Dani.

Y después de introducir el concierto, los gemelos empiezan a cantar. Las gemeliers disfrutan muchísimo, al igual que los gemelos. ¡Disfrutan como niños! Bueno, yo también. ¡Como una más!

Al acabar, cuando llegan al camerino, abrazo a Dani.

- Lo has hecho genial. - le felicito. - Y Jesús también.

- Muchas gracias pequeña. - me da un beso.

- ¿Has visto que emocionadas estaban las princesitas? ¡Ay! - le decía yo emocionada - Ahora mismo me odiarían por besarte. - le dije y le di un beso.

- Son mis niñas, intentamos que se lo pasen genial en los conciertos. - me explicaba Dani - Y no te odian, porque si me quieren de verdad, quieren lo mejor para mí. Y lo mejor eres tú.

- ¡Daniel Oviedo Morilla! - le chillé y le besé - Te voy a comer, eres tan bonito... Tú sí que eres lo mejor.

Dani me besó. Abrí un poco la boca y su lengua pasó junto a la mía. Me sonrió en mitad del beso. ¡Qué me da! Al separar nuestros labios, él los volvió a juntar. Repetidas veces sin apenas separarse.

Estábamos solos en el camerino y alguien abrió la puerta. Era Eva, la madre de los chicos.

- Oye Dani, Jesús dice que... - entró Eva y nos vio besarnos. Demasiado acaramelados. - ¡Uy, perdón!

- No te preocupes. - Sonreí separandome de Dani.

- ¿Qué pasa mami? - preguntó Daniel.

- Jesús, te estaba buscando para hacer la entrevista.

- ¡Es verdad, se me olvidaba! - exclamó Dani - Luego nos vemos. - me dio un beso y abrazó a su madre.

- ¿Violeta, vienes? - me preguntó Eva.

- Sí, claro. - le respondí saliendo del camerino.

Llegué junto a mis hermanas y Sandra. Fuimos yendo hacia el coche para volver a casa. ¡El concierto había sido genial!

Llegué a casa cansada, pero aún así, cuando estaba en la habitación con Cory, me hizo un test de preguntas.

- Cuando Jesús buscaba a Dani, ¿donde estabais?

- En el camerino. - respondo obvia.

- ¿Qué estabais haciendo los dos solos? - preguntó Cory con cara de interrogante.

- ¡Coral, pues nada! Besitos, mimitos, tonterías... Pues como tú con Jesús boba.

- Se os ve tan monos a los dos. - suspiraba Cory.

- ¿Porqué dices eso? - pregunté extrañada.

- Jesús no me lleva a solas para darme besitos, ni viene a verme para hacer deberes... - decía apenada mi hermana gemela.

- ¡Coral! Fuiste tú quién le pediste espacio y una relación sin agobios.

- Ya, lo sé. Pero os veo tan cuquitos a ti y a Dani. Jo, que envidia.

- Mañana hablas con Jesús, bueno primero aclarate tú.

- Sí, hablaré con él para decirle lo que quiero.

La semana siguiente pasó rápido, pero el fin de semana se hizo largo. Los chicos tenían firma de discos en León. Tuvimos que salir el sábado con Pablo, Sandra, Ari... Y lo pasamos muy bien. Pero no era lo mismo. Faltaban los chicos.

Quiero cuidar tu corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora