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Era el último fin de semana del verano, Oikawa regresaría a Argentina esa misma semana y aunque quisiera llevarse a Sugawara con él sabía que no podía, ambos prometieron intentarlo y dar lo mejor de ellos, darían lo mejor a pesar de los miles de kilómetros que los separaban, mantendría esa relación a distancia por lo menos hasta que alguno de los dos se asentará definitivamente en algún lugar, ese fue el acuerdo al que llegaron y durante todo ese verano no hubo día que no estuvieran juntos, porque quería recuperar el tiempo perdido que habían desperdiciado de forma tonta.

-¿Sugawara nos va a matar, no?- preguntó Makki

-¿Nos? Fuiste tú él que soltó la sopa- se defiende Issei

-Que gran novio eres- el pelirosa rodó los ojos mientras veía como Oikawa y Koushi se acercaban tomados de la mano por ese sendero. Era bastante temprano, los primeros rayos del sol se dejaban ver y la temperatura no era tan fría, pero tampoco era tan cálida, después de todo aún era verano -Sugawara me va a matar- volvió a decir cuando vio al platinado borrar esa sonrisa y fruncir el entrecejo cuando lo vió

-¿Quién de ustedes le dijo a Oikawa lo del aeropuerto?- preguntó con voz seria

-Y...yo, y...yo no. Yo lo s...siento, yo estaba ebrio y y...yo -Makki trataba de justificar su lengua suelta ese día

-Gracias Makki- le volvió a sonreír y eso confundió a Takahiro hasta hace unos momentos pensaba que ese era su último día, pero en vez de eso estaba recibiendo ¿agradecimientos?

-Sí, gracias traidor- secundó el castaño -Por tu culpa tardamos mucho en estar juntos de nuevo-

-Kiwi- reprochó Koushi ante la falta de tacto - Ya discutimos ese asunto ¿de acuerdo?- lo miró con un puchero y Tooru soltó una bocanada de aire

-Bien- cedió -Ahora vayamos a lo que venimos- señaló el camino frente a él como un general y todos tomaron de nuevo sus mochilas

El ex capitán de Seijoh había encontrado unas pequeñas cabañas en un bosque cercano, parecía que iba a ser un proyecto turístico, pero abandonaron el proyecto a la mitad por distintas razones no concretas, unos decía que fue porque nadie iría hasta allá con tal de pasar el rato, otros que era mucha inversión y otros que se aparecía una mujer que espantó a los trabajadores más de una vez lo que provocó que sólo dejaran las cabañas construidas, a decir verdad se veía algo terrorífico en internet y eso encendió su curiosidad, así que juntó a sus amigos y novio y los convenció de ir antes de que regresará a Argentina.

El bosque se veía un poco más espeso cada vez que se adentraba, todos estuvieron de acuerdo que era una visita de entrada por salida pues nadie quería quedarse averiguar si de verdad espantaban en ese lugar, las imágenes habían sido suficientes para decir que efectivamente nadie querría ir ahí a pasar la noche. Después de un buen rato llegaron al destino, las cabañas se veían bastante descuidadas, pero definitivamente tenían cierto encanto.

Caminaron a los alrededores para asegurarse que no hubiera un loco escondido o algo por el estilo y cuando confirmaron su seguridad decidieron sacar sus cosas y comer un poco, el camino había sido largo y eso había abierto su apetito.

Sacaron lo que habían preparado y unas cuantas latas de cerveza, ser adulto tenía sus privilegios y ese era la venta de alcohol. Rieron y bromearon, jugaron entre ellos recordando varios momentos de su adolescencia. Las horas iban pasando con rapidez y en medio del bosque no se podía saber con precisión, pero la tarde ya iba dando su marcha y pronto tendrían que salir de ahí antes de que la noche les ganará.

-¿Estás Cabañas tendrán baño?- preguntó Oikawa

-Tienes muchos baños aquí afuera- señaló Issei en tono bromista

-¿Qué crees que soy? ¿Un primitivo?- puso sus manos en la cadera y Suga se acercó besando su mejilla

-Un pueblerino y mi bárbaro también- comentó juguetonamente recordando sus palabras cuando fueron a Tokyo

-Suga-chan- reprochó -¿De qué lado estás?- se quejó inflando sus mejillas -No puedo ir al baño en las plantitas- volvió a decir

-Solo apuntas y disparas, Oikawa. No tiene gran ciencia- explicó Makki mientras levantaba su basura

-Sí, pero no puedo-

-Vamos a buscar un baño Tooru- el peligris lo tomó de la mano y se alejaron un poco de dónde estaban para encontrar una cabaña de dos pisos que parecía más cuidada que en la que de habían metido -¿Enserio no puedes hacer del baño entre las plantas?-

-No- desvió la mirada algo avergonzado, mientras entraban a la cabaña

-Eres un niño mimado- el ex cuervo tomó sus mejillas y Oikawa aprovechó esa cercanía para robarle un beso -¿No querías ir al baño?-

-¿A dónde?- repitió alzando una ceja y con una sonrisa socarrona mientras acorrolaba al peligris en una de las paredes de la cabaña

-Eres un niño mimado y astuto- le regresó la sonrisa y volvió a unir sus labios con los del castaño en un suave beso que iba subiendo de intensidad, Tooru se separó y pasó por su cuello sin dejar de sostener esa cintura de su chico bonito, sin embargo sus acciones se detuvieron cuando escuchó un ruido en la planta de arriba parecido a un quejido.

-¿Qué fue eso?-

-¿Quizás Makki y Matsun tuvieron la misma idea que tú?- inquirió y Oikawa hizo cara de "iugh"

-No tengo por qué escuchar intimidades ajenas- tomó a Sugawara de la mano y salieron de la cabaña para regresar a donde estaban llevandose la sorpresa de que tanto el pelirosa como el pelinegro estaban esperando

-¿Fuiste a construir el baño o qué?- se quejó Hanamaki -Tardaron mucho, ya casi anochece-

-Pero...- Oikawa miró a Suga y ambos se quedaron sin palabras, si ellos estaban ahí ¿qué fue lo que habían escuchado? -¿Ustedes no se han movido de aquí?- preguntó el castaño

-No- contestó Matsun -¿Teníamos que hacerlo?-

-Salgamos de aquí y jamás volvamos- Tooru jaló al platinado con él mientras se iban adelantando y el otro par los seguía muy de cerca

¿Qué había pasado?

-Oikawa espera-

-No-

Definitivamente no volvería ahí, sea lo que sea que haya escuchado no estaba dispuesto a averiguar que había sido el causante del ruido

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disculpen la tardanza u.u
los tqm

Sonríe Mr. RefreshingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora