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-¿No crees que es demasiado?- un pelinegro se quejaba abiertamente mientras se colocaba el gorro de su sudadera -Me estoy arrepintiendo de acompañarte-

-No seas tan duro, vinimos a apoyar, queramos o no Karasuno ya no sólo es un rival al que debamos vencer- Hanamaki explicó mientras le retiraba el gorro de la cabeza y seguían caminando hacia el complejo donde se llevaría a cabo las eliminatorias para las nacionales

¿Motivo? Oikawa iba a apoyar a Sugawara en su partido contra Dateko y había convencido a sus amigos de acompañarlo y levantarle los ánimos al peligris que había recibido la noticia de que en este partido su participación iba a ser igual de reducida que siempre. Cosa que molestó al castaño pues él sabía del enorme potencial que tenía y que se veía opaco por el talento natural de su querido kohai

-Entiendo eso- afirmó Mattsun

-Entonces si lo entiendes cierra la boca- se volteó Oikawa al escuchar las réplicas de su compañero de equipo

Mattsun frunció el ceño ante esas palabras, él no estaba en contra de ir a apoyar al novio de su capitán, no. Pero sí creía que estaba exagerando un poco

-¿No crees que esto es demasiado?- señaló la playera de Tooru dónde tenía grabadas las palabras "Vamos Suga-Chan" y un cuervo bebé

-No- respondió con simpleza

-Pero- Mattsun volvió a intentar a reprochar, sin embargo la mirada de su capitán lo hizo considerar sus próximas palabras

-En este momento y sobre todo tú, no tienes derecho a quejarte. Te recuerdo que olvidaste las cartulinas que había hecho durante toda la noche- Tooru se cruzó de brazos en gesto digno

La verdad es que Mattsun no las había olvidado, las había dejado con toda la intención y es que no quería que el castaño fue objetivo de pena ajena. Debía admitir que las cartulinas sí eran algo empalagosas para alguien que sólo estaba de relevo ocasionalmente.

Por un momento pensó en dejarlo ser, pero eso sería muy cruel para él. Esas acciones sólo las haría Iwaizumi y él no era Iwaizumi así que presa de su remordimiento fingió olvidarlas y evitarle burlas al capitán de Seijoh, que si lo volvía pensar eso nunca lo importaría

-Ya habrá otro momento para usar esas coloridas cartulinas- interfirio Hanamaki quien estaba enterado de los motivos de Mattsun

-Eso creo- cedió Tooru

Los tres jugadores de Seijoh se colaron entre los vestidores en busca del platinado. A su alrededor se escuchaban murmullos y platicas poco entendibles debido a que todas se llevaban a la vez.

Se podría sentir el nerviosismo de los jugadores, había tensión y no era para menos; para muchos era la última oportunidad para llegar a las nacionales y darse a conocer en Japón como lo que eran, jugadores llenos de talento.

Los tres chicos llevaban cinco minutos tratando de encontrar a los cuervos sin éxito alguno, hasta que una voz conocida los detuvo de su cometido.

-¿Oikawa-San?- un pelinegro bastante perplejo se acercó

-Tobio-Chan- pronunció entre dientes Tooru -Mi querido kohai- se expresó con burla -Hazme un favor y piérdete- hizo un ademan con sus manos como si lo estuviera ahuyentando

-¿Vino a ver a Suga-San?- un pelinaranja que se estaba escondiendo a espaldas de su armador se atrevió a salir. Ante la pregunta Tooru hizo una cara de sorpresa

-¿Qué comes que adivinas Chibi-chan?- preguntó con curiosidad

-Su playera da mucho que decir- señaló con timidez, Mattsun se llevó una palma a la cara con hastio, mientras Makki aguantaba las ganas de reír.

Qué discreto era su capitán

-Estas en lo cierto- Oikawa se encogió de hombros con despreocupación -Vine a ver a Koushi-  sus ojos achocolatados de movían con agilidad en busca del Setter de Karasuno

-¿Kiwi?- ahí estaba él, había dicho su nombre de la manera que sólo él podía hacerlo, un ligero sonrojo lo invadió y volteó al dueño de esa voz

-Ahí estás- Oikawa se acercó y lo envolvió en un fuerte abrazo. Suga lo apartó con suavidad, en ese momento había mucha gente y aún no le informaba de su situación sentimental a los miembros restantes del equipo

-¿Vino a apoyar al equipo?- preguntó Kageyama y Oikawa soltó una larga carcajada

-No- respondió- No tienes tanta suerte- volvió a reír y Suga le dió un golpe en el hombro -Sólo vine a ver al Señor Refrescante- Tooru le pellizco una mejilla

-¿Señor Refrescante?- preguntó Hinata mientras observaba  a sus dos senpais interactuar entre ellos

En ese momento el castaño sintió una presión sobre su hombro y no pudo evitar hacer una mueca

-Oikawa- Daichi pronunció

-Sawamura- río nerviosamente el capitán de Karasuno -¿Qué te trae por aquí, querido suegro?-

-¡¿SUEGRO?!- se expresaron Hinata y Kageyama algo sorprendidos -¿Daichi-san, tienes una hija y no nos lo habías dicho?- preguntó casi gritando el pelinaranja

-Sí, una hija- arrastró la lengua el moreno

-Un hijo bastante lindo- Hanamaki le tapó la boca a su capitán antes de que dijera algo que amenazara con desatar la furia de Daichi contra él

-Creo que hablaré con Oikawa en otro sitio- Koushi arrastró a Tooru mientras todos lo miraban con confusión

-Manten tus manos alejadas- gritó Sawamura y Tooru sólo sonrió de forma inocente

Ambos setters llegaron a un pasillo del complejo y Suga se aferró a su cintura, podría sentir como los nervios lo carcomian y lo consumían lentamente, sólo quería serenarse. Oikawa lo abrazo con suavidad y repartía suaves caricias en su espalda

-Todo estará bien- murmuró y Suga separó su vista para mirar esos ojos castaños

-Me aterra pensar que podría estar perdiendo todo- confesó el platinado

-¿De qué hablas?- Oikawa estaba algo contrariado -Has practicado mucho, yo he sido testigo de todo tu esfuerzo y si no lo valoran es porque son ciegos y no te merecen-

-Tooru-susurró en respuesta

-Ahora... Pateale el trasero a Dateko- ordenó el castaño

-Dare lo mejor- afirmó el platinado -Pero por favor usa una sudadera-

-¿De que hablas? Mande hacer esta playera sólo para ti- replicó Tooru

-Es demasiado ¿No crees?- Koushi soltó una ligera risa

-Ya, le pediré a Mattsun su sudadera. Apuesto que se me verá mejor- afirmó

-Te daré la mía- Suga hizo un puchero mientras se quitaba la sudadera negra y se la extendía. Oikawa la tomó y se la colocó mientras hacía poses divertidas

-Esto me hace pensar que tal vez debí ir a Karasuno. Tal vez te hubiera conocido antes- dijo con algo de amargura

-No podemos saber eso- Koushi se encogió de hombros -Vamos, ya casi inicia el calentamiento-

-¿Y mi beso de buena suerte?-

-Estas loco- Sugawara negó con la cabeza sonrojado hasta las orejas

El castaño hizo un puchero y antes de que el platinado siguiera avanzado él lo tomó de su brazo y plantaba un casto beso sobre sus labios y se retiraba despreocupadamente como si no hubiera pasado nada y dejando a un descolocado cuervo en medio del pasillo

-Vendre por ti al término del partido- se despidió con la mano- Suerte Suga-Chan

Así era él, tan impredecible que saber cuál sería su siguiente acción era una tarea complicada. Koushi sólo sonrió mientras disipaba los últimos restos de su sonrojo y se alistaba para alcanzar a sus compañeros

Sonríe Mr. RefreshingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora