Embaracé a Vegeta 2

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Goku y Vegeta llegaron al río, y empezaron a llamar a los niños. Llevaban un rato buscándolos y aún no los hallaban.

-¡Goten! ¡Veku! Qué raro... Hace un momento estaban aquí.

-No siento sus kis, ¿dónde rayos se metieron?

-Calma, Vegeta. Lo más probable es que hayan caminado un poco más.

Goku miró a la distancia y levantó vuelo, esperando verlos entre los árboles.

El ki de la pequeña le hizo voltearse. Lo sintió en dirección a su casa.

Tuvo el impulso de ir de inmediato, pero recordó a Vegeta y bajó con él. Tenía esa misma expresión que cuando estaba aterrado por algún enemigo, seguro porque entendía dónde estaba Veku ahora.

-Vegeta- el mencionado lo miró- Me voy a encargar.

Goku no resistió el impulso y lo abrazó. Extrañamente sabía que eso iba a reconfortarlo, y sintió a Vegeta aferrarse a él con fuerza.

Ya no había vuelta atrás.

Goku se separó y con sus miradas entendieron lo que debían hacer. Goku levantó vuelo hacia su casa, y Vegeta hizo lo mismo en dirección contraria.

Goku por supuesto llegó pronto a su casa, y entró nervioso.

-Ya llegué- dijo anunciando su llegada, y se detuvo en la puerta cuando escuchó las voces de Milk, Goten y Veku en la cocina.

Milk salió a su encuentro.

-¡¿Dónde habías estado, Goku?!

-Ho-hola, Milk.

-¡Dijiste que ibas a entrenar, pero terminaste yéndote por más de 5 meses! ¡Ni siquiera viniste a ver el campo y tuve que llamar a Picoro y a Krilin para que me ayudaran! ¡¿Cuándo dejarás de ser tan irresponsable?!

-Lo siento, Milk... Es que pasaron muchas cosas.

El tono de Goku extrañó a la mujer, quien cambió su expresión, sintiéndose nerviosa por aquel tono tan arrepentido de su esposo. No se había excusado tampoco con sus típicas risas.

Ella suspiró, rogando porque aquel escalofrío, similar a los presentimientos, no fuera nada.

-Como sea, si ya resolviste lo que fuiste a hacer, ayúdame a poner la mesa.

Ella siguió hasta la cocina, y Goku no tuvo el valor de decirle que debían hablar.

En cuanto estuvo en la cocina, Goku vio a Veku y Goten sentados a la mesa, comiendo uno de los tantos bocadillos que Milk solía preparar.

-¡Ah! ¡Goku!- le llamó la niña y de pronto se le borró la sonrisa. -¿y eso?- susurró bajito, al sentir aquella presión que de pronto tenían ambos mayores.

La había sentido al hablar con la mamá de Goten, pero ahora lo sentía también en Goku y en ella había aumentado. ¿Qué era?

-Ve...Veku. Ya conociste a Milk- dijo mirando a la mujer, que seguía concentrada en revolver ollas.

Goku también notó que la niña había crecido, pero no dijo nada.

-¡Sí! ¡Es muy buena! -dijo emocionada- ¿Sabías que es una mamá? ¡Ella me explicó lo que es una mamá, y que los niños y niñas nacen de mamás, y los cuidan! ¡Yo quiero una! ¿Yo tengo, Goku?

-Veku, Goten, lávense las manos y vengan a comer- dijo la pelinegra con una sonrisa amable.

Los niños se fueron y ella borró su sonrisa mirando a Goku. Cruzó ambos brazos, con el cucharón de madera siendo fuertemente presionado en su mano.

-Goku... En cuanto ambos se duerman, me contarás dónde has estado y de dónde salió Veku.

Goku asintió, temiendo como siempre a la fiereza tan característica de Milk.

Le ayudó a servir, y cuando los chicos llegaron se sentaron a comer.

Vegeta por su lado apenas estaba llegando a la Corporación Cápsula. Cuando puso un pie en el jardín, el pequeño Trunks y sus amigos fueron a recibirlo.

-¡Papá! -se detuvo cuando estuvo frente suyo- Qué bueno que ya volviste. Mamá estaba empezando a preocuparse.

Como siempre mantuvo su distancia, pero la culpa por lo que iba a suceder le hizo acariciar el cabello a su hijo.

-¿Dónde está? Tengo que hablar con ella.

-¿Uhm? Está en su laboratorio, con Bra.

Aquello volvió a revolverle el estómago al príncipe de los saiyayins.

-Está bien. Ve a seguir con lo que hacías.

Trunks sonrió y volvió con sus amiguitos, saludando de mano al mayor.

Vegeta fue hasta el laboratorio, y se detuvo en la puerta. Bulma tenía en sus brazos a su pequeña copia, y de nuevo lo asaltó aquel pensamiento.

"¿Esto es correcto?"

-¡Vegeta!- la mujer se levantó y fue hacia él- Qué bueno que llegas, estaba a punto de probar una máquina y no le traje su Moisés a Bra. Sostenla, ¿sí? Mientras tanto me puedes contar qué pasó con el entrenamiento y si ahora eres más fuerte que antes.

Entre su rápida palabrería Bulma le tendió a la bebé, y ésta balbuceó en los brazos de Vegeta.

Vegeta la acercó a su pecho en silencio, y se sintió extraño. No... No podía hacer esto.

-¿Vegeta? ¿Estás bien?

El saiyajin sintió una gota de sudor rodando desde su frente y asintió.

-La llevaré fuera mientras sigues con tus cosas.

Bulma se quedó estática, notando la obediencia que acababa de tener Vegeta. Aquello no era propio de él.

Vegeta por su lado llevó a la niña al balcón y se sentó allí, acunándola mientras se dejaba arrastrar por mil pensamientos sobre lo que debía hacer.

-°~°~°~°~°-

Llegó la noche y con ello Goku y Milk eran los únicos despiertos en casa. Veku estaba tan emocionada con todo lo que había conocido que le costó dormirse, pero luego de unos golpecitos en la espalda de parte de Goku logró conciliar el sueño. Goku arropó a Goten también.

Cuando fue hasta la cocina encontró a Milk tomando un té, y al ver la otra taza justo al frente, se sentó allí sin atreverse a tomar nada.

-Goku...

-¿S-sí?

-¿Quién es Veku?

Goku estuvo a punto de responder la respuesta real, pero dudó. La verdad rompería su relación con Milk y cambiaría la que tenía con sus hijos y amigos.  Aún si las mismas palabras le permitieran empezar una vida nueva junto a Veku y Vegeta, cambiarían todo lo demás.

-Milk... Ella es...

-Goku...

-...

-Ella se parece mucho a ti.

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Casi que diría que es un especial por el día de las madres, de no ser porque no es exactamente una ocasión feliz para las madres de DB 😅.

Como fuera, feliz día de las madres para sus madres, abuelas, hermanas, amigas mamás, o para ustedes (si alguna es mamá), y también para nuestras madres favoritas del anime 🎉🎊.

Pasen lindo día 😊.