Capítulo 8

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Pov Jennie

La noche comenzó tranquila, tendría que agradecerle a Lisa por llegar unas horas antes, siempre terminaba estresada organizando todo completamente sola, porque claro, a la gente le encanta ir a fiestas pero ayudar es algo que no entra en su diccionario.

Sobre las 10.30 llegaron las primeras personas, mentiría si dijera que conocía a alguno de ellos, probablemente sean amigos de otros amigos, el rumor se expande como el fuego y no hay forma de pararlo. Para mi suerte las pocas reuniones que organicé en esta casa tienen una excelente reputación, como máximo terminaban con algunos vasos rotos o gente vomitando en el baño, lo normal. Esperaba que la suerte me siguiera acompañando y que esta noche no sea la excepción.

Luego de varios minutos finalmente reconocí algunas caras familiares, entre ellos llegaba Taehyung o Tae dependiendo de mi humor, acompañado por Yeri, Minnie y Jisoo.

Somos un grupo sumamente unido, todos tenemos personalidades muy distintas, pero creo que ese es el motivo por el cual congeniamos tan bien. Se podría decir que nos conocemos de toda la vida, desde primaria le pegaba papelitos en la espalda a Tae y él los llevaba toda la mañana sin siquiera notarlo, siempre fue un poco inocente, eso es lo que me gustaba de él. Cuando entramos a la secundaria llegó la famosa pubertad dejándolo con un ego casi más alto que el mío, porque sí, tengo que admitir que la confianza es algo que siempre me acompaña.

Luego estaba Minnie, ella es la representación de la tranquilidad y la conciencia, es a quien siempre recurrimos cuando necesitamos algún consejo, no sé qué sería de nosotros sin ella, probablemente nos encontraríamos en un reformatorio. Junto con Tae eran los protegidos del grupo, nadie podría meterse con ellos a excepción de nosotros mismos.

¿Qué puedo decir de Yeri? Si Minnie es la representación de la tranquilidad y la conciencia puedo decir que ella es todo lo contrario, siempre buscando la forma de divertirse saltándose todas y cada una de las normas establecidas. Pero eso no quiere decir que sea una mala persona ni nada por el estilo, simplemente es un alma rebelde atrapada en un cuerpo de apariencia inocente. Ella era dos años mayor que todos nosotros, eso se debía a que en su último año abandonó el colegio por problemas personales, siempre la veíamos en los pasillos y poco a poco comenzamos a relacionarnos, como era la mayor del grupo fue la que tomo el liderazgo, nosotros éramos sus "aprendices" como ella solía bromear algunas veces. Todos nos alegramos cuando nos informó que volvería para terminar su último año con nosotros.

Por último y no menos importante estaba a Jisoo, el bufón del grupo, es casi imposible tener una conversación de más de cinco minutos sin que intente bromear o distraerse con cualquier cosa, su presencia siempre viene acompañada con la diversión, no importa que tan mal estemos, ella encuentra una forma de sacarnos una sonrisa, es alguien muy especial, podría catalogarla como una de mis mejores amigas, claro, si evito el pequeño detalle de que algunas noches se cuela en mi habitación, pero ese sería otro tema.

Me acerqué a ellos para recibirlos y como de costumbre llegaban discutiendo por alguna tontería.

-Jisoo por milésima vez, el vestido es blanco y dorado, en ningún sitio aparece el color negro- se acercaba un Taehyung sumamente metido en su mundo aparte con ella.

-No enano de jardín, ya lo discutimos, cada persona lo ve distinto, la gente inteligente como yo sabe distinguir los colores, es una lástima que no tengas esa capacidad.

-¿Enano de jardín? te llevo más de una cabeza, ese insulto de primaria ya no te sirve- un indignado Taehyung se acercaba hacia mí con obvias intenciones de que intervenga y salte en su defensa , era como mi hermano menor, siempre buscaba mi apoyo en cualquier situación.

-No descargues tus frustraciones con el pobre Tae, el no tiene la culpa de ser alto y guapo.

-Pero yo soy más guapa que él y eso no se puede negar, ¿verdad? – su mirada me pedía aprobación para ganar esa discusión y terminar con el tema de una vez.

-En eso no puedo contradecirte- me acerqué a ellos y los abracé uno por uno, eran unos idiotas pero eran mis idiotas.

Cuando la noche estaba llegando a su mejor punto decidí que era la oportunidad perfecta para utilizar esa pequeña pastilla que había guardado con tanto cuidado, en ese momento me encontraba bailando con Lisa y pensé que sería la compañía perfecta.

Un consejo, nunca escondan algo sin ser conscientes del lugar en el que lo dejaron porque luego terminan en mi situación, más de 15 minutos dando vuelta toda mi habitación.

No sé cuánto tiempo pasó, ni en que momento sucedió, solo sé que me encontraba semidesnuda con el cuerpo de Lisa sobre el mío, no voy a mentir, desde el primer día no pude evitar imaginarnos a ambas en esta situación.

Todo iba perfecto, claro si olvidamos que la famosa pastilla no era lo que pensaba y simplemente era un tonto ibuprofeno para el dolor de cabeza.

La escena se volvía cada vez más interesante, hasta que alguien tuvo la brillante idea de entrar a la habitación sin siquiera golpear la puerta, o tal vez si lo hizo pero bueno no interesa, si nadie contesta es sencillo, no ingreses, son reglas básicas y mucho más en este tipo de fiestas.

En un segundo mi chica se levantó corriendo en busca de quien sabe que, no logré distinguir quien ingresó a la habitación, estaba algo frustrada por no poder continuar con lo que estábamos a punto de concluir, así que sin pensarlo demasiado volví a colocar la prenda que me faltaba y salí a buscar a cenicienta para devolverle su zapato, o mas bien su celular pero el zapato le daba un toque romántico.

Después de encontrarla y devolverle sus pertenencias insistí con volver a la habitación pero claramente todo el ambiente que se había creado se cortó, decidí no insistir más y volver a la fiesta.

La primera persona con la que me encontré cuando iba de regreso al primer piso fue a Joy, me asombró realmente verla allí, parecía que estaba buscando a alguien pero no le di mucha importancia y seguí mi camino dirigiéndome a la cocina, necesitaba un trago urgente.

-Sigo sin entenderlo, como explicas que sea la misma imagen pero que lo que veamos sea distinto- los adoraba, en serio, pero cuando entraban en ese papel me daban ganas de callarlos con un puñetazo.

-Gracias por aparecer, necesito que me liberes de esta bestia fanática de la lógica que está en busca de explicaciones hace más de dos horas- Jisoo tomó mi mano y me dirigió fuera de ese lugar sin siquiera preguntar si estaba de acuerdo.

-Para, quiero volver, necesito un trago- un grupo de chicos pasó frente a nosotras con poca delicadeza, frene mis pasos bruscamente y ella se quedó en el mismo lugar, a tan solo unos pocos centímetros de distancia, usualmente las muestras de afecto preferíamos guardarlas para otro momento, ya todos sospechaban que algo sucedía, pero conociéndonos ninguno iba a decir o insinuar nada, pero ¿qué podría perder? Probablemente mañana ninguno recuerde esta noche, sin pensarlo más tiré de su brazo volviendo a acercarla a mi cuerpo y la besé, ella no se lo esperaba pero luego de unos segundos me correspondió, nos mantuvimos en esa posición durante varios minutos hasta que ella sugirió que sería mejor ir a mi habitación y obviamente no me negué.

La sorpresa de la noche la encontré cuando entre besos y caricias torpes intenté ingresar a mi habitación, sin tener en cuenta que otras dos personas estaban ocupando mi cama, ahora entendía a quien buscaba Joy esa noche. 





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