𝒜 𝓉𝓇𝒶𝓋é𝓈 𝒹𝑒 𝓉𝓊𝓈 𝑜𝒿𝑜𝓈 [Hiatus hasta que salve el semestre]

【 LA INDEPENDENCIA DE IZUKU MIDORIYA 】

Independizarse puede ser un tema difícil dependiendo de dónde te encuentres, por ejemplo, si te encontrases en algún país de Europa, sólo tendrías que trabajar lo suficiente, conseguir un buen departamento tan cerca de la casa de tus padres –o lo más alejado de ellos que puedas-, pagar arrendamiento, alimentación, productos de limpieza, luz, agua y gas, y listo, te has independizado.

En algún país de Asia sería, prácticamente, el mismo proceso –no aplica para Corea del Norte-.

En cambio, países del continente Americano, como Canadá y Estados Unidos, estaría algo más ruda la cuestión, lo que debes hacer es buscar el barrio más tranquilo que encuentres y rezar para que no haya un tiroteo cerca y tengas el desafortunado caso de estar presente.

No obstante, si nos vamos un poco más al centro y al sur de América, donde encontraremos los países latinos, olvídate que podrás irte de la casa de tus padres, todo estará tan caro y tan peligroso que el simple hecho de poner un pie afuera ya indica tu muerte –es recomendable, en este tipo de países, saber esquivar balas, percibir cuando están a punto de robarte y saber correr cuando alguien te pide la hora o una moto pasa más de una vez por la zona donde estás-.

Pero si logras hacerlo ¡Felicidades! Lograste un paso más en la vida, ahora prepárate para esta etapa llamada adultez e intenta sobrevivir y no unirte de una al Club de los 27.

Pero dejando todo eso de lado, independizarse es algo bonito, después de todo, consigues tu propio espacio donde podrás decorar, acomodar y tener las cosas a tu gusto, sin tener a tu madre regañándote si te da pereza limpiar por un día –o una semana entera-. No tienes a tu padre diciéndote que tienes que hacer algo productivo con tu vida si decides faltar por un día al trabajo. Y mucho menos tienes que aguantar a tus hermanos –ya sean menores o mayores que tú- intentando tomar sin permiso tus cosas. Vivías bajo tus propias reglas, ordenando cuando quisieras, vistiendo de la forma que quieras y pudiendo estar de flojo si te daba la gana.

Izuku estaba viviendo, en primera fila y por mano propia, ese sentimiento de satisfacción por su cuenta. Era simplemente maravilloso tener un espacio para él sólo, y aunque lo había obtenido unos años luego de sus amigos, eso no quitaba el hecho que ahora, a sus veinticinco años, Midoriya Izuku tenía departamento propio.

¡Es que de sólo pensarlo le llenaba de alegría y emoción!

¿Así se habrán sentido sus amigos cuando comenzaron a vivir por su cuenta?

Recuerda que en la visita que le hicieron a Todoroki –que fue el primero de ellos en querer vivir solo por ya no soportar a su padre- él estaba.... Normal, sí esa era la palabra. Incluso estuvo extrañado cuando fueron a verlo para observar –era una palabra graciosa de usar para Izuku- su residencia y felicitarlo. No hicieron mucho, incluso tuvieron que hacerle la compra a Shoto para que comiera otra cosa que no fuese soba fría o recalentado de su madre. Una visita bastante divertida y de la cual Izuku sólo estuvo sentado en la sala hablando con Shoto mientras Uraraka e Iida estaban fuera.