Dilema

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El caos y el ruido se elevaban cada vez mas en aquel lugar, pero lo único que podía hacer era estar de pie viendo fijamente a un solo lugar.

Me negaba a seguir mirando, pero mis ojos no podían apartarse de aquella horrible escena, mis sentidos se sentían entumecidos y todo mi cuerpo se sentía frío.

Hace sólo unos momentos ellos hablaban, se divertían y reían, ahora solo permanecen inmóviles, con respiraciones leves y cuerpos destrozados y sangrantes, sus rostros difíciles de diferenciar entre el vidrio y metal.

El aroma del humo y la tierra mezclados se hacía más fuerte junto con los gritos, y yo era incapaz de procesarlo, sólo podía observar.

La gente estaba en pánico, corrían y gritaban histéricamente, algunos para auxiliar a los heridos mientras llegaba la ambulancia, otros alejando a sus hijos de aquella espantosa escena y finalmente los que se acercaban a grabar con detalle aquella tragedia, como un espectáculo morboso que compartir en Internet.

Mientras, yo solo permanecía de pie en el mismo lugar, sintiendo mi cuerpo más pesado y con un frío que recorría mi cuerpo, doliendo en cada extremidad de mi ser, en mi mente la frase "esto no esta pasando" se repetía una y otra vez con un eco que me provocaba mareo.

Sentía que me iba a desmayar, pero nadie lo notaba.

Mis ojos se cerraron con fuerza y la oscuridad me envolvió, mi cuerpo cada vez más pesado, doloroso y frío, desesperación y miedo me invadían, mientras recuerdos del pasado fluían como una película por mi cabeza.

Yo no quería esto, aún teníamos mucho por que vivir, quería divertirme con ellos, quería permanecer junto a ellos y crecer juntos, habíamos planeado tanto, tantos años que fueron arrebatados sólo en unos minutos por un conductor ebrio.

Me sentía atrapado, desesperado y asustado, quería gritar y llorar a todo pulmón, maldecir al mundo, a las personas y a la vida por ser tan injusta, el dolor en mi pecho se hacía más fuerte y el frío era cada vez más insoportable y mi mente se nubla cada vez más.

Me siento perdido y desesperado, mi racionalidad se aleja y los recuerdos se vuelven borrosos, no quiero, ya no quiero permanecer aquí, donde el dolor y el arrepentimiento me atan a esta tierra en donde las personas que amo no podrán verme más.

Pero antes de creer que estaría aquí por siempre una mano fría sostuvo mi hombro, es un frío distinto al que sentía en mi cuerpo, es extrañamente reconfortante.

Me sorprendí por ello pero no abrí los ojos de inmediato, por alguna razón sentí que el toque suave de esa mano delgada estaba intentado consolarme, de manera silenciosa me daba su apoyo para recuperar la compostura, finalmente me calme y la racionalidad volvió a mi, abrí los ojos y la escena frente a mi era diferente, todo frente a mi era difuso y la niebla se extendía mucho mas allá de lo que mis ojos lograban ver.

Cuando miré hacia atrás, una alta y delgada figura permanecía de pie a mi lado, silenciosa y elegante retiro su mano con cuidado de mi hombro y se alejó unos pasos hacia atrás.

Su túnica oscura estaba gastada pero impecable y ondeaba levemente, como si flotara suavemente dando un toque etéreo y majestuoso a aquel ser, no podía ver su rostro por la capucha que lo cubría, pero tenía una sensación nostálgica y pacífica.

Di unos pasos hacia él pero unos gritos y llantos me detuvieron, me parecían conocidos y por alguna razón me generaban mucho dolor, quería ver quienes eran, pero una voz ajena y etérea se hizo presente en mi cabeza

"Si regresas ya no podré volver por ti"

Sus palabras y ese tono suave y profundo me sorprendieron, no sabía exactamente a qué se refería, pero entendí que en este momento debía tomar una decisión, volver atrás hacia las voces familiares llenas de dolor o seguir adelante con aquel ser, ambos igualmente aterradores pues en ninguno sabia que me esperaba.

Era un dilema, no sabía que escoger, hasta que escuche una voz familiar pero era diferente a las demás, había dolor en ella, pero también era suave y agradable, rezaba por mi y se despedía con renuncia, quería que me fuera en paz.

En ese momento entendí, yo ya no pertenezco aquí, duele dejarlos atrás pero no puedo permanecer atado a ese lugar, con pasos dudosos camine hacia aquella oscura figura que me tendió una delgada y pálida mano con delicadeza que yo sostuve con cuidado por temor a lastimar a aquel ser si apretaba con fuerza, cuando sentí como su agarre se volvió firme pero al mismo tiempo era suave y reconfortante.

Inmediatamente todo desapareció, las voces, los llantos, el frío y el dolor, solo la oscuridad cubrió mi vista y la paz lleno mi mente.

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Muchas gracias por leer! Esta fue una historia que escribí hace poco en un momento de inspiración y decidí publicarla aquí.

Espero les guste, si tienen algún consejo pueden decirme en los comentarios, hasta luego!

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