№10 "Entregando un afecto"

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Samara, su abuela y todos los que conocí me olvidarán, mientras vuelvo a hechicería con Balam, volamos en el espacio lentamente, las estrellas, las lunas, los hoyos negros todo en el espacio brilla y luce maravilloso, siento adrenalina por cambiar tan drásticamente de mundos, también estoy ansiosa pero por alguna razón también siento atracción hacia Balam, mi cuerpo siente la necesidad de ser consolado por el, a demás es uno de los demonios más atractivos, sin darme cuenta empiezo a morderme el labio inferior mientras me deleito en la química que desborda mi cuerpo, le cojo la mano y eso es todo lo que necesito para derretirme, lo beso apasionadamente en medio del espacio, nos detenemos, espero que el me aparte, que me diga que no siente nada por mi, que no soy nadie importante pero el no lo hace, el me corresponde el beso con una dosis de éxtasis, sus manos se sienten perfectas en mi piel, me acaricia con sensualidad y yo me pierdo en sus labios. Cuando dejamos de besarnos no puedo evitar sonrojarme

—Creia que eras inmune a mí

—Yo también te observé Druscilla, yo también te conocí, escuché tu petición pero yo no aparecí en tu vida, yo también me sentí cautivado por ti, pero no podía dejar que mis sentimientos decidieran

—¿Los demonios no pueden amar?

—No es que no podamos es que no deberíamos, si pudiéramos elegir entre el sentir y el no sentir, las cosas serían mucho más fáciles

—Creo que tú no hiciste nada malo, creo que Belial siempre tuvo una conección con Lilith que no podía aceptar, creo que el haber eliminado los recuerdos de todos hizo que el pudiera ser sincero con respecto a sus sentimientos, siempre hubo algo que nos distanciaba, ¿El destino? La verdad no estoy segura, pero era como si las circunstancias nunca nos permitieran estar juntos, aquella noche en el baile, cuando crei que eras un simple vampiro me sentí cautivada por tí, me sentí especial pero cuando me contaste quien eras todo se volvió confuso

—No digas más

Dijo el besándome apresuradamente, callandome con sus labios, como si no pudiera controlarse como si lo necesitará, mientras lentamente en medio del espacio sin límite nuestra ropa iba callendo, desprendiéndose de nuestros cuerpos, volando alrededor mientras nuestro ardiente tacto nos consolaba mutuamente, éramos como el hielo y la lava y la sensación de conectarnos se sentía enriquecedora, una conección que nos hacía fuertes, no sabía si era amor pero de mi voz escuché una frase peculiar, dos palabras que salieron sin pensarlas

—"Te amo"

Dije como si mi corazón hablara por mí.

Oscuridad IndestructibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora