№13 "Una cena para atesorar"

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Estábamos todos, mis maestros de cada mundo y mis compañeros de cada uno, nos encontrábamos en una mesa a la afueras de Darfire, una ciudad histórica de brujos.

—Un brindis por nuestra querida Druscilla quien lucho por despertarnos, sin duda no podemos tener mejor diosa. —Escucho a viento decir, uno de mis maestros en hechizeria

Todos sonríen y parecen contentos.

Desde copas plateadas, a copas bañadas en oro con sangre agregada, ha panes y chocolates para cada uno...

Salgo afuera en el balcón del comedor, es oscuro como casi siempre suele serlo, después de verlos brindar, verlos felices solo me puedo preguntar (Han estado fingiendo o realmente les importo, haría alguna diferencia si yo no fuera su deidad, pero eso no explicaría porque algunos vampiros han venido si yo he dejado de ser su gobernante)

—Y pensar que Terra era tan dulce y encantadora como una sirena ¿No es así?

Escucho la voz peculiar y aguda de Linfa, quien se posiciona a lado mío trae su cabello gris en un moño y sus ojos azules muestran una expresión de comprensión al verme

—No te preocupes, se que te sientes sola, se que yo solo fui tu maestra, nunca fui cercana a ti y nadie más lo fue lo suficiente, quizás en este momento te estés preguntando si este es tu camino, déjame decirte Druscila que aunque siempre fuiste una estudiante muy metida en tus propios asuntos eras buena, tenaz y sabías perfectamente como hacer bien las cosas, como si la suerte siempre hubiera estado de tu lado. Debes de hacer las cosas porque sientas que es lo correcto, si crees que todos solo fingen esfuérzate en ganar la confianza de cada uno

Cada palabra que escuchaba era evidente para mí... Solo pude responder

—Lo entiendo, ahora porfavor regresa con los demás, en estos momentos me gustaría tomar un momento a solas

—Ahora tu eres superior a mi, superior a todos y creo que eso fue algo que Terra no pudo soportar, aún no te veía capaz de liderar todo un mundo, querida, desde ahora siéntete segura de encontrar una amiga en mi, pues ayudarle será todo un honor para mí

Se inclina, luego de sus palabras, se retira.

Me quedo pensativa, pienso en mi madre Alessandra, si tan solo estuvieras aquí... Y segundos después regreso al comedor donde para mí sorpresa llega un nuevo invitado, uno que desconozco pero todos parecen conocer

—¿Puedo saber tu nombre? —Le pregunto al caballero quien viste de traje negro con corbata oscura

—¿A caso eso importa? —Responde sonriente

—Pero claro que importa

—No digas más

Se pone de pie, pone música bastante buena, se inclina y pide mi mano, se la entregó sin pensarlo

—Me permite bailar esta pieza

No puedo evitar sonreír, me hace gracia y el responde

—Entiendo que es un sí milady.

Besa mi mano, se levanta y empezamos a bailar, los demás invitados comienzan a bailar a su ritmo mientras nosotros somos el centro ¿Porque esto me parece tan peculiar?

—¿No te recuerda esto a algo?

Observo al caballero de ojos plateados y pelo rubio. No puede ser el o si? No de nuevo

—¿Balam?

—Acertaste está vez.

—¿Pero como?

—Tu sabes de lo que soy capaz y lo que puedo hacer con tal de verte, podrás ser la gobernante de todos, pero en el fondo sigues siendo tan frágil como una humana, tan débil y tan bella

—¿Te gusta cambiar de apariencia?

De repente veo a Balam con su apariencia real. Sus ojos verdes intensos e hipnóticos, su cabello castaño con rizos

—Pareces un ángel

—Y tu pareces humana

—¿Nadie te ve?

—Solo tu puedes verme, yo también tengo mis propios trucos. Dime Druss ¿Que se siente bailar con el enemigo?

—¿Eh?

—¿Te imaginas? Bailar con un ardiente demonio? O con el mismo Lucifer? Sin saberlo...

—Balam ¿Porque estás aquí?

—Porque sabía que me necesitabas

—Pero como...

—Porque yo te necesitaba

—¿No quieres comer algo?

Su sonrisa se vuelve tierna

—No tengo apetito. Tengo que irme

—Irte a dónde?

—Drucsilla, tu nunca pediste nada de esto, haces lo que crees que es correcto, pero no lo que crees que es correcto para ti o si?

—Yo solo...

Me doy cuenta de que no se que decir

—Te diré algo que nunca le he dicho a nadie, "me importas"

—¿Te importo?

—Si... Me tengo que ir Druss

En eso me besa, sus labios son suaves, son dulces, siento algo fuerte pero de una forma gentil y extrañamente suave

—Haberte hecho mía fue un error, no puedo vivir con ello

—Pero yo, no me arrepiento de eso

—Por supuesto que no

El acaricia mis labios gentilmente y susurra en mi oído un...

—"Te amo, Drussy"

Oscuridad IndestructibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora