Nervioso

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Estoy nervioso, faltan solo unos minutos para que den las 8, estoy con el mejor atuendo que tengo, y miro muy seguido el reloj.

Llega al fin! Está ahí.

Son Memy y la Doctora!

Corro a abrazar a mi hermana, le entrego el regalo y enseguida le ayudo a ponérselo.

La Doctora sonríe ligeramente, y solo entonces, con un aire de impresión, siento que es una mujer profesional, hermosa y llena de sabiduría.

Subimos al auto, comienzan a marcar los kilómetros, veo letreros de las ciudades y el retorno comienza.

Solo allí, me atrevo a preguntar porqué no ha venido mi madre.

-Frank, yo sé que todo lo que has pasado es muy duro, pero con lo de tu aparente problema mental, sumado a la enfermedad de tu madre, ella empeoró, y al poco tiempo de que estuvieras internado, murió.

No termina la frase y caigo derrumbado de un sexto piso como si mi mundo se desvaneciera.

-Y desde entonces, tu hermanita Memy vive conmigo, somos muy unidas, fue ella quien creyó que era tiempo suficiente de venirte a ver.

No articulo ninguna palabra, el dolor se acumula en cada uno de los huesos que tengo, la cabeza empieza a estallar. Quiero vomitar, pero no lo hago.

Asumo que es muy culpa. Tal vez fui egoísta, tal vez no asumí las cosas con coraje, sino que solo me dejé vencer.

Me trago las lágrimas y el sufrimiento, miro hacia el asiento de atrás, y está mi hermanita, con una mirada dulce mirándome.

Parece ser, que me ha perdonado, en sus ojos no hay malicia, ni abandono, ni dolor.

La amo mucho. Es lo que me queda, luego de esta tormenta que atravesé.

Pero no la quiero perder, por ello debo comenzar a trabajar, para que así, puedan darme su custodia. Sé que la Doctora puede ayudarme con eso.

-Frank, no sé que está pasando por tu mente, pero soy tu doctora, puedes contar conmigo.

-Creo que debemos hablar, cuando lleguemos necesito decirle muchas cosas.

-Claro, no te preocupes -responde.

Un loco y su realidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora