4: La sala común

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__ Es horrible ¿verdad Pansy? —Una de las chicas hablo a Pansy, que estaba tan distraída divagando entre sus propios pensamientos que no la escucho, la pelinegra en su mente se imaginaba rodeada de niños que jugarán y rieran con ella y no de ella, que dejaran de buscar defectos en las personas y solo se preocupasen porque sus amigos hicieron alguna clase de trampa divertida en el juego, Pansy lo único que quería era ser una niña como aquellas chicas muggles que jugaban en el parque que podía ver desde su ventana. Con esas madres que estaban siempre mirándolas con amor y reían con ellas, y con esos padres que iban por el helado favorito de su hija para así sorprenderla

_ Pansy- los ojos de la chica se abren por la sorpresa y se encuentran con una mano siendo agitada de arriba abajo para hacerla reaccionar- viste el cabello de esa chica? - repitió por decima vez la chica robusta que estaba a su lado

_Claro, en realidad estaba tan impactada de ver eso tan horrible que me petrifique-Tracey, Daphne y Millecent rieron a carcajadas después del comentario de Pansy, era claro que deseaban su aceptación. Algo que, aunque Pansy disfruto ya que su madre estaría orgullosa, la destruyó pues como siempre recordar que solo querían estar con ella por su posición ante la sociedad Mágica, no era lo que una niña quería

***

- ¿Qué planeas hacer Draco? Tu padre no estará feliz de que el niño que vivió te haya rechazado – menciono un chico con la boca llena de glaseado, uno de los dos chicos que lo seguían a todos lados desde años antes de Hogwarts.

— bueno, está claro que ese Potter es un perdedor. Seguramente no le importara - menciona mientras intenta no reflejar el escalofrío que pasó por su cuerpo y no desaparecía

***

Había terminado el banquete, cada casa podía ir a su sala común.

Pansy quedó extremadamente maravillada, la sala era fría y un poco oscura, pero era tan relajante, las ventanas daban directo al lago negro por lo que podía ver a todas las creaturas mágicas que evitaban en él, los colores, las texturas... Era un placer visual, pero miró todo de una manera fría.

Para Draco de igual forma resultaba agotador fingir que todo lo que estaba viendo le parecía "poco para él" como lo hacían los demás porqué en realidad la sala era acogedora, con ese verde tan encantador que danzaba a cada movimiento que daba el agua, al mismo tiempo que está daba un choque delicado que se apreciaba desde las ventanas, pero miraba el lugar igual que casi todos, aunque era patético, y no eran los únicos varios ojos ocultaban el placer ocular que les generaba la sala, hasta que por una de las puertas entraba un hombre. alto, de tes clara, cabello largo extremadamente negro, y con ojos profundos.

— Me presento, soy el jefe de la casa de Slytherin. Se supone que debería decir unas absurdas palabras de motivación y elogios para iniciar el año con un buen entusiasmo, pero no planeo hacerlo. — su voz era seria, arrastraba las palabras de alguna forma que a todos los de primer año les erizó la piel.— ahora pertenecen a Slytherin y estoy a su mando, no quiero quejas, llantos, si no les gusta algo de este lugar pueden empacar e ir a casa, si se meten en problemas asegúrense de no ser vistos, si son del equipo de Quidditch den hasta su propia vida en la cancha, cualquier asunto sera tratado con los prefectos, no me molesten a menos que sea de debida urgencia ¿escucharon? — al terminar de hablar ondeó su capa y salió por la misma puerta por la que había entrado.

La presencia de las HadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora